La autocrítica del Frente Amplio (FA) por el resultado electoral a nivel nacional aún no comenzó, pero el senador Danilo Astori adelantó algunas reflexiones personales sobre los motivos que a su entender llevaron a la derrota. Consideró que, por un lado, hubo errores “en gestiones de actividades públicas que han sido notorios”, y no sólo en ANCAP. “Hemos cometido errores en varios ámbitos de las políticas públicas. Lo de ANCAP fue notorio por su volumen y porque además tuvo problemas de carácter ético que, precisamente, deberíamos analizar si no se reiteraron en otros ámbitos de la sociedad, y qué envergadura tuvieron, cómo pueden haber influido en un resultado electoral”, reflexionó el ex ministro.
Otro factor que pesó, a juicio de Astori, fueron ciertas “actitudes políticas” con respecto a la sociedad en su conjunto, a colectivos específicos y a la oposición política. Valoró que se hubiera podido adoptar “posiciones de mayor respeto hacia visiones diferentes”, para poder estar “en condiciones de discutir temas fundamentales para el país, sobre los cuales muchas veces hemos pasado con nuestra posición sin escuchar a los demás”. Astori consideró que se debe discutir los posicionamientos políticos y sociales que tuvo el FA frente a quienes, “no perteneciendo al FA, igual son factores de relieve en la sociedad, y cómo nos vinculamos con ellos escuchando, discutiendo, teniendo en cuenta sus posturas, o si pasamos por arriba de ellos así, simplemente, y construimos una especie de imagen de soberbia que nos puede haber hecho mal”.
Opinó que esto se aplica al vínculo con Un Solo Uruguay, pero también con otros colectivos y organizaciones, como el movimiento sindical. “También estoy pensando en cómo actuamos en relación al movimiento sindical, por ejemplo. Y en qué medida practicamos desde nuestro punto de vista algo que es bandera del movimiento sindical, que es la independencia. Respeto, análisis. Por ejemplo, nos acusan de haber sido una polea de transmisión del movimiento sindical y sus posturas, y de que el PIT-CNT influía en una medida importante en las decisiones políticas del gobierno. Pregunta: ¿es cierto esto? Creo que tenemos que discutirlo, no quiero hacer una evaluación personal hoy, pero creo que es un tema que tenemos que discutir”, afirmó. Se cuestionó si la actitud adoptada por el FA respecto a este y otros colectivos fue “la mejor, la correcta desde el punto de vista de nuestros valores y principios desde el punto de vista político”. “¿Cómo nos comportamos frente a organizaciones sociales de este tipo, que obviamente defienden intereses colectivos y corporativos también?”, inquirió.
En relación con el vínculo del FA con los colectivos que impulsaron diversos temas de la agenda de derechos se aplica la misma lógica, según el legislador. “Y eso tiene que ver con un tema económico y fiscal. Porque todo eso se tradujo muchas veces en gastos mal hechos. En mal uso de los recursos. Por ejemplo, en los programas sociales de reconocimiento y avance de derechos, las transferencias que se han hecho, ¿estuvieron evaluadas correctamente? ¿Se establecieron compromisos de gestión? Si la evaluación daba mal, ¿se hicieron correcciones?”, preguntó. Añadió que estos temas deben analizarse porque el FA “ha perdido votos en sectores muy humildes”. “En el interior del país perdimos 200.000 votos, que es mucho en el Uruguay. Todo está vinculado”, concluyó.