Brasil decretó el cierre de fronteras y Uruguay hará lo mismo, informó el titular del Ministerio de Relaciones Exteriores, Ernesto Talvi, en una rueda de prensa en el aeropuerto de Carrasco, donde esperó a los uruguayos que llegaron de Perú en un vuelo de la aerolínea Amaszonas. Talvi señaló que Brasil acaba de emitir un decreto de cierre de fronteras con Uruguay, que es el que “coordinaron” y “consensuaron” en la cancillería, y que el gobierno de Uruguay hará un decreto “espejo”, acorde a los protocolos jurídicos vernáculos, entre hoy de noche y mañana.

El canciller agregó que el cierre de fronteras tiene una excepción, el régimen para quienes viven en las ciudades de la frontera: con “cualquier certificado que acredite su residencia, van a poder coexistir y convivir en la cuidad como lo hacen habitualmente”; por ejemplo, si en Artigas hay un puente, “los fronterizos van a poder cruzarlo cuantas veces quieran”. “Pero ningún ciudadano extranjero va a poder ingresar más a Uruguay a través de Brasil” ni viceversa, aclaró. Agregó que esto va a requerir “algunos puestos de control, que ya los hay, pero deberán estar más cercanos a los límites de las ciudades”.

65 uruguayos varados en un crucero en Europa

Mientras los ministerios de Relaciones Exteriores y de Defensa Nacional organizan vuelos para repatriar a los uruguayos que están en distintas partes del mundo, un grupo de 65 uruguayos permanece varado en Europa en un crucero, sin saber cuándo podrán regresar.

Hugo Martínez, uno de los pasajeros, contó a la diaria que ayer de tarde partieron de Génova a Roma, donde está el aeropuerto internacional Leonardo da Vinci, que tiene “mejores comunicaciones aéreas”. “Nosotros queremos que nos lleven a Montevideo”, dijo. Aseguró que más de 1.000 argentinos partieron entre sábado y este domingo a Ezeiza. Agregó que en el barco no ha habido ningún caso sospechoso de coronavirus porque no bajan desde hace 20 días. La última vez que salieron lo hicieron en Maceió, Brasil. “Cruzamos todo el Atlántico, no nos dejaron bajar ni en Tenerife, ni en Málaga, ni en Barcelona. Pasamos dos días en [el puerto de] Génova y los que bajan no vuelven. Estamos aislados como en una burbuja”, comentó. Aseguró que el grupo tuvo contacto con muchas autoridades: “Cada cónsul lo único que nos pide es la lista de pasajeros. Hicimos como cinco o seis y no pasa más nada”. Sobre el ambiente entre los pasajeros, dijo que “hay ansiedad, porque todos hicimos un programa que termina este lunes [por hoy] y deberíamos estar retornando”. “El gobierno uruguayo hasta ahora ha sido inoperante”, añadió.