La Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) está elaborando un informe en el que se expedirá sobre la viabilidad de un proyecto aprobado durante el gobierno anterior por el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA) para la instalación de una planta de tratamiento de residuos en la zona de Cerros de Mosquitos, cerca de la localidad de Soca, en el departamento de Canelones.

Según comentó esta semana a la diaria el subsecretario del MVOTMA, Tabaré Hackenbruch, este proyecto no estaría en línea con la política de las nuevas autoridades del ministerio, que pretenden que los residuos de la zona metropolitana se procesen de “mejor manera”, “fundamentalmente, mediante un proceso de incineración de última tecnología que genera energía, previo proceso de reciclado en Montevideo y Canelones”, que acumulan 70% de la basura de todo el país.

Esta postura generó malestar en la Intendencia de Montevideo (IM). El director de Desarrollo Ambiental de la comuna, Sebastián Bajsa, expresó a la diaria que hay al menos dos errores de fondo en este posicionamiento. “La gestión de los residuos domiciliarios, de acuerdo a lo establecido por ley, corresponde a los gobiernos departamentales. Si bien el MVOTMA y la Dinama tienen que coordinar las políticas nacionales de gestión de residuos, son las intendencias las que definen cómo se hacen las cosas, y son ellas las que tienen que destinar los recursos para esta tarea. El gobierno no puede cancelar aquel proyecto porque está este otro. Es la Intendencia, en este caso la de Canelones, la que tiene que definir cómo hacer las cosas”, dijo.

“Cuando el subsecretario Hackenbruch habla de que no se va a realizar este proyecto porque se va a hacer otra cosa, esa otra cosa es un proyecto que incluye a Montevideo, pero del que la IM no tiene conocimiento, ni hubo ningún tipo de intercambio sobre el tema”. 

Un camino desaconsejado

Bajsa puntualizó que Hackenbruch  menciona que este proyecto se realizaría en la usina de Felipe Cardoso, predio que pertenece a la IM, pero las actuales autoridades no saben “absolutamente nada del proyecto”. El jerarca de la IM dijo que la comuna tomó conocimiento de este proyecto por medio de la prensa y agregó que la solución que se plantea –denominada incineración en masa– ya fue estudiada por la IM, pero fue descartada.

“Nosotros en estos dos últimos años realizamos un trabajo junto al Banco Interamericano de Desarrollo, estudiando alternativas de valorización de residuos para Montevideo, y una de las opciones que se manejó fue esta que plantea Hackenbruch. Se hizo una comparación de las distintas alternativas tecnológicas, considerando aspectos económicos, sociales y ambientales, y esta alternativa quedó en el último lugar”, explicó Bajsa. La IM, según dijo, no comparte la idea de avanzar por este camino porque “no es ambientalmente el más adecuado” y además tiene “un costo altísimo, que verdaderamente desconocemos cómo se pagaría”.

La tecnología de incineración en masa consiste en llevar todos los residuos hacia una unidad que los quema y con eso genera energía. En la generación de energía –térmica, en este caso–, cuanto mejor es el combustible, más barato es generarlo, lo cual no sucede en el caso de la basura. Según Bajsa, los residuos son un combustible “bastante malo”, que implica tener un montón de unidades de control de emisiones a la atmósfera que encarecen mucho el proceso. “Lo que termina pasando es que, empleando esta modalidad, los números cierran, pero si te compran la energía a un precio superior a los 100 dólares por megawatt hora, cuando Uruguay está generando energía eléctrica por todas las vías de energía limpia que tiene, a un precio muy inferior, entonces hay que gastar un montón de plata para que eso sea sostenible”, fundamentó. 

El jerarca explicó además que la incineración –si bien se utiliza en todos lados del mundo y es admisible desde el punto de vista ambiental– no debe ser la primera opción, ya que es preferible reciclar o compostar. 

Bajsa además cuestionó que se detenga un proyecto ya encaminado, que a su entender mejoraría la gestión de los residuos en Canelones, “en función de la promesa de la realización de otra cosa, que parece poco fundamentada y estudiada, y no considerando que Montevideo, que es el actor fundamental para que esto avance, no comparte”. “Lo peor que podemos hacer es estar cinco años más trabajando en algo que no se va a concretar, mientras los residuos se siguen generando”, puntualizó.

El director municipal además cuestionó el término utilizado para designar al proyecto que se pretende llevar adelante en Canelones.  

“Esto no es un megabasurero, es un relleno sanitario, que es una técnica de ingeniería para disponer residuos de manera de reducir los impactos ambientales”, afirmó Bajsa. 

Lo que se haría es lo mismo que se hace actualmente en la usina de Felipe Cardoso, donde se hace un gran pozo en el que se depositan los residuos y luego se realiza una impermeabilización de ese sector, de manera que los líquidos que se generan por la descomposición de los residuos no pasen al terreno. Estos líquidos se recogen por medio de una serie de tuberías y son trasladados a una planta de tratamiento. Después de ser tratados, los líquidos ya cumplen con parámetros por los cuales no causan daño ambiental, por lo que pueden tirarse en algún curso de agua o ser infiltrados en el terreno, que es lo que se hace en Montevideo. 

Además, Bajsa puntualizó otro detalle importante: “Por más que hagas valorización de residuos, tratamientos, e incluso si tenés una planta incineradora, no hay ninguna tecnología que evapore los residuos. Siempre hay una fracción de los residuos que se termina enterrando, ya sea después de incinerar o después de compostar. Incluso en los países que se plantean metas de basura cero, cuando hablan de eso se refieren a que nada se entierre sin ser previamente tratado; entonces, aún en esos casos no hay ningún país del mundo que entierre menos de 30% de los residuos que genera”.