Habían pasado apenas 24 horas entre una comunicación y la otra. El miércoles, un comunicado conjunto del Ministerio de Economía y Finanzas y el Ministerio de Relaciones Exteriores dejó clara cuál es la posición del Poder Ejecutivo: “El gobierno de la República Oriental del Uruguay expresa su apoyo a la candidatura del señor Mauricio Claver-Carone a la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), presentada por los Estados Unidos de América”.
Un día después, el ex presidente Julio María Sanguinetti firmó una carta en la que transmitió su “profunda preocupación y desacuerdo” ante el anuncio de Estados Unidos de postular a Claver-Carone, cuyo nombramiento implicaría la “ruptura de una norma no escrita, pero respetada desde su origen”, de que el BID tendría su sede en Washington, pero su presidente siempre sería latinoamericano.
El senador del Partido Colorado firma este documento crítico junto a otros cuatro ex presidentes de la región: el brasileño Fernando Henrique Cardoso, el chileno Ricardo Lagos, el colombiano Juan Manuel Santos y el mexicano Ernesto Zedillo. También los actuales gobiernos de Brasil y Colombia respaldan el nombre propuesto por Estados Unidos.
Según los ex mandatarios que firman la carta, la candidatura de Claver-Carone constituye un “quiebre, con obvias derivaciones políticas”, y podría perjudicar a uno de los instrumentos “más eficaces para la convivencia hemisférica”.
“El nombramiento propuesto de un ciudadano estadounidense en el BID no anunciaría buenos tiempos para el futuro de la entidad, lo que nos lleva a expresar nuestra consternación por esta nueva agresión del gobierno de los Estados Unidos al sistema multilateral basado en reglas convenidas entre los países miembros”, agregan en la misiva. Con esta propuesta, afirman, se “levanta otro muro” en la forma de entender el relacionamiento entre Estados Unidos y el resto del continente, y por eso es necesario hacer ver “con argumentos y determinación” que la candidatura de Claver-Carone es inconveniente.