Autonomía para tomar decisiones, el respaldo de haber sido electos por la población, partidas de dinero que permiten elaborar un presupuesto local y hacer de la participación ciudadana un vínculo capaz de interiorizar a los vecinos en los asuntos públicos de la localidad son los factores salientes del proceso de descentralización, que este 2020 cumple diez años, desde la creación de los municipios.
Cinco alcaldes y alcaldesas y un concejal de seis municipios de los departamentos de Soriano y Colonia cuentan la experiencia que el proceso está generando en sus comunidades tras la aprobación en 2009 de la Ley 18.567, de Descentralización Política y Participación Ciudadana, que conformó lo que se conoce como el tercer nivel de gobierno.
Con la llegada del Frente Amplio (FA) al gobierno nacional en 2005, la descentralización pasó a ser uno de los ejes explícitos de la reforma del Estado. El proyecto formaba parte de una agenda en la que el Estado asumiría un rol interventor en la promoción del desarrollo económico, la ampliación de derechos, la distribución del ingreso, la corrección de las inequidades sociales y la integración social.1 La descentralización, decía un documento de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), “constituye una directiva sustantiva del Presidente de la República, quien encomendó a la OPP su instrumentación. Se trata de una transformación democrática e integral del Estado para convertirlo en una estructura participativa, al servicio del ciudadano, en palanca del desarrollo productivo y en escudo de los débiles, y nada tiene que ver con las reformas del pasado”. El entonces presidente Tabaré Vázquez se había referido a la reforma del Estado como “la madre de todas las reformas”.
Luego de nueve meses de análisis en la Cámara de Diputados y otro tanto en el Senado, el 13 de setiembre de 2009 se promulgó la Ley de Descentralización Política y Participación Ciudadana, y por medio de ella se crearon los municipios en Uruguay. Esa ley fue seguida de otras complementarias y modificativas que contemplaron la primera experiencia de cinco años (2010-2015) del proceso descentralizador.
Un antes y un después
La creación del tercer nivel de gobierno representó un antes y un después para poblaciones del interior de los departamentos, cuyo desarrollo urbanístico, social y cultural siempre estuvo ligado a la buena voluntad que el intendente tuviera a la hora de distribuir los recursos.
“La valoración es sumamente positiva. Tal es así que en el primer Consejo de Ministros que tuvo lugar en la ciudad de Dolores, durante el primer gobierno del presidente Tabaré Vázquez, yo levanté la mano para felicitarlo por la ley que creó los municipios. La descentralización tiene que expandirse a otros pueblos. Las localidades tienen que tener sus autoridades electas, porque son los vecinos quienes saben cuáles son las personas que pueden dirigir los destinos de los pueblos”, dijo Washington Loitey, ex alcalde blanco de la localidad de José Enrique Rodó (Soriano).
Para Loitey, quien procurará la reelección en las elecciones del 27 de setiembre, “hay un antes y un después de la creación del Municipio en la localidad de Rodó. Yo fui presidente cuando funcionaba la Junta Local y nada que ver, porque aquí tomamos decisiones nosotros [el Concejo Municipal], fuimos electos por los vecinos. Somos los que estamos en el trato directo con la gente. Hay un antes y un después por las obras concretadas y por el poder de decisión que tenemos”.
El concejal del Frente Amplio (FA) en el Municipio de la ciudad de Cardona (Soriano) Pablo Ponce calificó “positivamente” el proceso descentralizador iniciado en 2010 y consideró que quien “toma la posta de trabajar con la descentralización y participación ciudadana tiene que tener claro que habrá marchas y contramarchas y que los resultados no se verán inmediatamente. Lo que hay que cultivar es la paciencia. Un vecino de un pueblo como el nuestro tiene muchas más oportunidades de ir a pedir una entrevista o encontrarse en la calle con el alcalde, o concejal, que con un intendente o edil departamental, y ni que hablar de las autoridades nacionales”. Para Ponce, “hay que hacerle entender al vecino lo que implica un gobierno local con autoridades electas por el pueblo. Eso hace que de alguna manera estén todos representados”.
Cuatro millones y medio de dólares para seis municipios
Durante el quinquenio 2016-2020, los seis municipios considerados en este informe recibieron 193.166.522 de pesos, unos cuatro millones y medio de dólares. El dinero forma parte del Fondo de Incentivo para la Gestión de los Municipios (FIGM), que fue creado en la Ley de Descentralización Política y Participación Ciudadana (19.272) y su destino es contribuir al financiamiento de la gestión de los municipios para el cumplimiento de sus cometidos.
El FIGM está constituido por una partida anual igual para todos los municipios (literal A); una partida anual que se asigna con criterios de distribución progresiva, considerando características estructurales socioeconómicas y demográficas (literal B), y una partida a la que se accede en la medida en que se dé el cumplimiento de metas anuales que se incorporan en compromisos de gestión (literal C).
En tanto, para Alicia Espíndola (Partido Nacional), concejal del Municipio de Carmelo (Colonia) entre los años 2010 y 2015 y alcaldesa de esa ciudad desde julio de 2015 a febrero de este año, el cambio registrado entre un municipio y las entonces Juntas Locales es notorio. “Ahora es un gobierno de cercanía con los vecinos, y la primera puerta que tienen para golpear es la nuestra. Somos electos por el pueblo, antes las Juntas Locales no eran así, por lo tanto, eso es algo importante para el gobernante local”, destacó la ex alcaldesa, que va por la reelección en las próximas elecciones.
“Hay un antes y un después. El municipio atiende, trabaja y soluciona la problemática de su gente”, subrayó la ex alcaldesa de la ciudad de Nueva Helvecia (Colonia) María de Lima (Partido Nacional), al hacer referencia al impacto que la creación del municipio tuvo en la localidad helvética. “Al principio costó involucrar a la ciudadanía para que entendiera que se votaba un gobierno local. Después de que ganamos costó mucho poder hacer sentir al ciudadano que esto era su gobierno y los representaba”.
Para la actual directiva del Área de Descentralización y Desarrollo de la OPP, el municipio fue clave para enfrentar la situación generada por el cierre de la imprenta Pressur en 2014 y de la procesadora láctea Ecolat en 2015. “Logramos la reactivación de 300 a 400 puestos de trabajo”, porque “el municipio se involucró en temas que no le correspondía, pero los tomó como propios; sabíamos que mejoraría la calidad de vida de nuestra gente. Por eso hay un antes y un después. El municipio atiende, trabaja y soluciona los problemas de su gente”, destacó.
Una mirada similar tiene el alcalde de Juan Lacaze (Colonia), Darío Brugman (Frente Amplio). “Hay un antes y un después del 2010. Es tan importante la ley que para mí fue revolucionaria, especialmente para el interior del país”.
Brugman recordó que la creación de los municipios permitió dejar de lado la experiencia de las Juntas Locales, que “a veces no se formaban por falta de voluntad del intendente de turno” y, cuando se integraban, eran compuestas por “ediles puestos por designación directa de cada sector político. Gracias a la ley de descentralización ahora hay cinco, no uno, concejales electos democráticamente por la población. Es un gobierno local y como tal debe ser respetado por los niveles superiores”, precisó Brugman.
En todas las ciudades de la región donde hay municipios “los cambios en poco tiempo han sido notorios; uno de ellos es que los vecinos tienen interlocutores varios a quien recurrir por cualquier tema, y el Concejo Municipal tiene la potestad de elevarlos y defenderlos ante la intendencia respectiva o el gobierno nacional”, valoró.
En el año en curso, los municipios, nacidos en 2010, dispondrán de una dotación presupuestal del FIGM de 1.480.5 millones de pesos. Esa asignación creció en valores reales 13,8 veces en relación con el año 2014.
Por más autonomía
Si bien las autoridades locales que participaron desde un principio en el proceso descentralizador destacan los avances logrados –fundamentalmente desde 2015 en adelante–, consideran que debe haber cambios para que los municipios tengan mayor autonomía.
En ese sentido, el alcalde del Municipio de la ciudad de Dolores y presidente del Plenario de Municipios, Javier Utermark, consideró que es vital avanzar en las facultades que tienen los gobiernos locales. “En nuestro caso tenemos una muy buena relación con el intendente y podemos gestionar tranquilamente, pero hay otras experiencias que no la tienen tan fácil, y al no estar tan claro hasta dónde puede llegar la intendencia y hasta dónde el municipio, a veces se complica la gestión. Ese relacionamiento no está claro desde lo legal y queda ligado a la discrecionalidad de los actores políticos”, advirtió.
María de Lima entiende que tener municipios más fuertes está directamente relacionado con lograr mayores potestades. “Tienen que ver con ir logrando mayor autonomía; pero eso se va ganando a medida que van pasando las gestiones y todos comenzamos a entender la importancia del gobierno local”. Para la ex alcaldesa helvética es necesario “entender” que intendencia y municipio “son socios, y que el éxito del municipio es el éxito de la gestión departamental. No son competencia, son complementarios”, precisó.
Por su parte, la alcaldesa de Carmelo, Espíndola, y el alcalde de Rodó, Loitey, coincidieron en señalar que los municipios deben tener personería jurídica para después tener autonomía económica. “Es necesaria para que el dinero que viene del gobierno nacional no tenga que pasar por la intendencia y llegue directamente al municipio”, pero además es clave “para cuando se necesita hacer un llamado a licitación. Ahora tenemos que acudir al gobierno departamental, lo que implica demoras y atender la globalidad del departamental”, explicó Espíndola.
El alcalde lacacino, Brugman, dijo que una de las cosas que deberían mejorar en el departamento de Colonia es la ampliación de áreas en las que el presupuesto quinquenal del gobierno departamental no atiende a los municipios. “En Colonia se ha avanzado significativamente en el presupuesto quinquenal para los municipios”, pero sólo en áreas como Obras, Arquitectura y Alumbrado Público. “En todas las otras áreas o direcciones no existen previsiones presupuestales, por ejemplo, en lo social y cultural, lo que debería corregirse para el próximo período”, apuntó.
Un futuro incierto
La llegada del Partido Nacional al gobierno central, luego de diez años en que el Frente Amplio puso en práctica la descentralización y paulatinamente fue vertiendo recursos a los municipios para dotarlos de cierta autonomía económica, genera expectativa e incertidumbre en los entrevistados.
Mientras el alcalde nacionalista Utermark entiende que el nuevo gobierno nacional “debe profundizar la descentralización” en un aspecto clave como es “incrementar” los recursos económicos, “aumentando la cantidad de dinero en transferencias para el tercer nivel de gobierno”, el concejal frenteamplista Ponce manifestó falta de certezas sobre lo que sucederá.
“Hoy tenemos una ley que se puede modificar para avanzar o retroceder. En lo personal lo que me genera es incertidumbre. Estoy convencido de que la descentralización sirve; si se articula correctamente, no es tanto ceder poder, sino complementarse para que las cosas salgan mejor. Tenemos que ver la ideología y el pensar que tiene la coalición multicolor con respecto a lo que es la descentralización. En el presupuesto nacional veremos si las partidas que se otorguen siguen el proceso de crecimiento que brindó el Frente Amplio, sin mirar el color político de los municipios, o hay alguna corrección. Hoy las autoridades nacionales están recibiendo a candidatos a intendente o alcalde de su propio partido y no a los de la oposición. Eso preocupa, por lo que la expectativa está impregnada de incertidumbre”, explicó Ponce.
En cambio, la ex alcaldesa de Nueva Helvecia y hoy integrante de la OPP, De Lima, manifestó tener una expectativa favorable a los municipios en los próximos años. Eso “depende mucho del área en que estoy”, reconoció, y agregó de inmediato que están trabajando para “profundizar y mejorar la descentralización”.
El compromiso es que intendencias y municipios “sumen a la gobernabilidad”. “Que el trabajo que se haga de aquí en adelante sea pensado en la gente y no en las conductas humanas, que las reacciones de los actores políticos no perjudiquen la gobernabilidad y el sentido que tiene el municipio de viabilizar las necesidades inmediatas de los vecinos”, apuntó.
Brugman abrió el paraguas y calificó de “incógnita” la postura del nuevo gobierno nacional en cuanto a la profundización del proceso descentralizador. “Se habla muy poco de los municipios. Aquí la clave estará en la OPP, que, en articulación con el Ministerio de Economía y Finanzas, debe armar la distribución de recursos para los próximos cinco años. En 2015 el presidente Tabaré Vázquez multiplicó en gran forma los recursos económicos que vienen directo a los municipios, particularmente el literal B de la ley de descentralización, que es un dinero importante para impulsar obras y proyectos de desarrollo en coordinación y cooperación con la intendencia”.
La participación ciudadana, herramienta contra la pasividad y de cercanía con el gobierno local
“Los municipios instrumentarán la participación activa de la sociedad en las cuestiones del gobierno local. Cada municipio creará los ámbitos necesarios y los mecanismos adecuados, dependiendo de la temática y de los niveles organizativos de la sociedad, para que la población participe de la información, consulta, iniciativa y control de los asuntos de su competencia”, señalan las normas “Descentralización Política y Participación Ciudadana”, de Braulio Gil de Vargas.
La participación ciudadana es por lo tanto uno de los principios cardinales del sistema de descentralización que procura acercar al vecino a los asuntos públicos, combatiendo de esa manera la cultura posmoderna impregnada de pasividad e individualismo.
En la ciudad de Carmelo, el gobierno local logró que sus pobladores se “empoderaran de los espacios públicos, que a veces son vandalizados”, dice Alicia Espíndola. La ex alcadesa recordó que se hizo un llamado a grupos de vecinos para recuperar espacios públicos, al que el gobierno local destinó 1.000.000 de pesos. Se identificaron cinco iniciativas y se les entregó 200.000 pesos a cada una. Con ello se logró construir una placita en el puerto, se recuperó una plaza en el barrio Molino, se creó una escuelita vial, se mejoró la plaza La Cumparsita y se embelleció un paseo en la rambla. “De esta manera logramos no sólo recuperar espacios públicos, sino también que los propios vecinos los cuiden”, destacó.
El Municipio de Cardona también expone una experiencia enriquecedora en material de participación ciudadana. En esa ciudad el gobierno local, a iniciativa de la banca del Frente Amplio, propuso lo que se llamó Mesas de Participación Ciudadana, que fueron creadas en cinco barrios de la localidad. “La participación de los cardonenses será clave en el accionar del mismo, pues no sólo da espacio a que los vecinos participen, sino a que sean promotores de actividades culturales, impulsores de ideas que se conviertan en obras y en políticas ambientales”, señala la justificación que el gobierno local hizo de la propuesta. Para generar la participación de la ciudadanía, el Concejo decidió también sesionar en los barrios, donde explicó la herramienta de la participación y generó paralelamente una instancia de presupuesto participativo, recogiendo inquietudes de los vecinos que luego fueron incluidas en el plan quinquenal de obras de la Intendencia de Soriano, para cumplir en Cardona.
Gestiones para que OSE cediera en comodato un terreno a la Intendencia de Soriano, procurando tener un espacio de recreación; impulsar la construcción de una policlínica en el barrio Mevir, en acuerdo con ASSE; la ampliación de la red de saneamiento en el barrio La Lata Vieja, y la construcción de una huerta comunitaria en otro punto de la ciudad fueron algunas de las iniciativas propuestas y desarrolladas por los vecinos por medio de las Mesas de Participación Ciudadana. El Municipio de Cardona creó además los llamados Nodos (Cultura y Deportes), dispositivos en los que vecinos se involucraron para trabajar en esas áreas en específico.
La ex alcaldesa de Nueva Helvecia María de Lima aportó otra mirada a la participación ciudadana, relacionada con la forma en que los electores “supieron entender” el “valor del gobierno local” y eligieron al alcalde o alcaldesa según su parecer y no porque fuera con uno u otro candidato a intendente.
La construcción ciudadana “se vio en las elecciones del año 2015, donde participaron más vecinos en la contienda electoral, en procura de acceder al gobierno local”. Para De Lima los primeros cinco años de los municipios fueron de maduración, no sólo para la dirigencia política, sino también para los vecinos, que luego vieron la importancia de votar a gobernantes locales.
“La gente entendió el sentido del gobierno local y departamental y elige el buen vecino, al que ellos entienden que los ayudará y hará cosas efectivas para su territorio. Cuando fueron a elegir alcalde e intendente no tuvieron dudas en cruzar sus listas y dijeron voto a este intendente, pero lo quiero con este alcalde”, dijo en relación a lo sucedido en el Partido Nacional.
“La maduración se dio también con la experiencia de los alcaldes y concejales; eso permitió afianzar la herramienta de la descentralización, la participación ciudadana con la planificación de su presupuesto”, destacó.
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Matías Ruiz Díaz, Descentralización y desarrollo en Uruguay. Explorando discursos e ideas en el sistema político. ↩