La Prefectura llevó a cabo 350 operativos para disolver aglomeraciones desde el 21 de diciembre, cuando entró en vigencia la Ley 19.932, que limita el derecho de reunión y determina el cierre de fronteras.

En diálogo con la diaria, el vocero de la Armada, Pablo González, señaló que en la mayoría de los casos se actúa por denuncia; además, se hacen recorridas en algunos puntos de los balnearios en que suelen hacerse aglomeraciones de noche.

Terminal de ómnibus, el 10 de enero, en Punta del Este, Maldonado. Foto: Ernesto Ryan

Terminal de ómnibus, el 10 de enero, en Punta del Este, Maldonado. Foto: Ernesto Ryan

González dijo que casi todas las aglomeraciones fueron detectadas en los balnearios del este, principalmente en Punta del Diablo, La Pedrera y Punta del Este, donde en la madrugada del viernes se disolvió una fiesta clandestina con 200 personas, en La Posta del Cangrejo.

El vocero subrayó que hasta el momento no hubo ninguna persona detenida y destacó el nivel de acatamiento ante la presencia del personal de la Armada. “Apenas ven los móviles los jóvenes se empiezan a correr, las aglomeraciones se están disolviendo sin agresiones, ni problemas”, afirmó.

Los efectivos de Prefectura son apoyados por la Aviación Naval, que realiza vuelos para detectar aglomeraciones y comunica a Prefectura, que actúa con el Centro Coordinador de Emergencia Departamental (Cecoed).

Playa de Atlántida, el 9 de enero, Canelones. Foto: Natalia Rovira

Playa de Atlántida, el 9 de enero, Canelones. Foto: Natalia Rovira

González dijo que en los diferentes departamentos los Cecoed se organizan de forma distinta, pero todos se reúnen antes de salir y trabajan coordinadamente con el gobierno departamental, el Ministerio de Salud Pública, el Ministerio del Interior y Fiscalía.

“La Armada es una pieza más dentro del control de la emergencia sanitaria y muchas veces interviene con la Policía, porque la concentración se da en la calle o en la rambla y a veces los jóvenes se van a la playa, que ya es jurisdicción de la Armada”, señaló. Debido a eso, en algunos lugares se optó por cerrar el acceso a la playa en la noche. “El mayor problema que tenemos son esas aglomeraciones nocturnas, pero se están resolviendo bien”, agregó. Durante el día, la Prefectura se concentra en el trabajo de prevención y en brindar información a los veraneantes en la playa.

Playa de Atlántida, el 9 de enero, Canelones. Foto: Natalia Rovira

Playa de Atlántida, el 9 de enero, Canelones. Foto: Natalia Rovira

Además de las aglomeraciones en la costa, la Armada controla el cumplimiento del cierre de fronteras impidiendo el ingreso de personas, principalmente por los puentes de Fray Bentos y Río Branco y el ingreso de embarcaciones desde Argentina sobre el río Uruguay. Desde que entró en vigencia la ley, la Armada evitó el ingreso a aguas jurisdiccionales de 35 embarcaciones, en su mayoría tripuladas por argentinos que intentaron pasar el día en las costas o islas uruguayas.

Maldonado

Pasada la primera quincena de enero, el coordinador del Cecoed de Maldonado, Mauricio Souza, calificó de “bastante positivos” los resultados obtenidos en prevención de aglomeraciones, más allá de la preocupación porque los casos activos de covid-19 continúan creciendo en el departamento. “Seguimos apelando a la conciencia y la responsabilidad de todos, y se nota esa comprensión de nuestra población, que está captando el consejo y la misión del Cecoed, que es preservar y cuidarnos entre todos”, destacó.

Centro de Atlántida,  el 9 de enero, Canelones. Foto: Natalia Rovira

Centro de Atlántida, el 9 de enero, Canelones. Foto: Natalia Rovira

La semana pasada se integraron al equipo del Cecoed inspectores del Ministerio de Salud Pública, y además se dispuso de cuatro camionetas de la Intendencia de Maldonado para las recorridas de funcionarios de la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE) que trabajan en el control del hilo epidemiológico. Desde el 21 de diciembre, el Cecoed de Maldonado debió disolver 70 aglomeraciones, incluyendo algunas fiestas de entre 100 y 200 personas. Del total de intervenciones sólo en dos fiestas se requirió la intervención de Fiscalía, con tres detenidos que quedaron en libertad después de declarar.

Canelones

El vocero de la Jefatura de Policía de Canelones, Alejandro Ferreira, dijo a la diaria que luego de los incidentes ocurridos a fines de diciembre en Atlántida y Salinas, no se registraron otras situaciones violentas en el control de aglomeraciones. “Después de eso no hemos tenido inconvenientes, la gente se disgrega sin problemas”, comentó. En cuanto al control de fiestas clandestinas, desde el inicio de la pandemia se desarticularon cinco fiestas grandes que derivaron en la formalización de los organizadores; una en la zona de Suárez, en julio; otra en Atlántida, en agosto; otra en Las Piedras, en octubre, y las últimas en Parque del Plata en noviembre del año pasado.

Feria de artesanías, en la calle Gorlero, Punta del Este. Foto: Ernesto Ryan

Feria de artesanías, en la calle Gorlero, Punta del Este. Foto: Ernesto Ryan

“Estamos haciendo un sondeo permanente de las redes y, cuando aparece alguna promoción de una fiesta, intentamos llegar a los organizadores y les notificamos que hay una prohibición. Tratamos de estar un pasito adelante”, comentó Ferreira. La Jefatura también está llevando adelante operativos de disuasión en torno a las picadas que se hacen los fines de semana, principalmente en Santa Lucía, Pando, Canelones, Atlántida y Barra de Carrasco.

Ferreira dijo que se trata de eventos que se arman espontáneamente, pero al realizarse siempre en los mismos lugares se planifican controles con la Policía de tránsito, el cuerpo inspectivo de la Intendencia de Canelones y el Grupo de Reserva Táctica.

Playa de Atlántida, el 9 de enero, Canelones. Foto: Natalia Rovira

Playa de Atlántida, el 9 de enero, Canelones. Foto: Natalia Rovira

Rocha

Alcides Perdomo, alcalde de La Paloma, señaló a la diaria que las características del balneario, con grandes espacios abiertos, ayuda a que no se generen aglomeraciones, pese a haber recibido 55.000 visitantes la primera semana de enero.

Perdomo destacó que es un verano más tranquilo que otros por el propio contexto de la pandemia. “No ha habido ningún conflicto, hay voluntad de la gente de cumplir con los protocolos, y la gente no sale tanto”, señaló. En el caso de La Pedrera, que pertenece al mismo municipio, Perdomo dijo que siempre ha sido un balneario de mucha concentración de personas en los primeros diez días de enero, y que si bien este año se debieron disolver algunas aglomeraciones espontáneas, el hecho de que no hubiera boliches funcionando facilitó la tarea.

Parada 1 de la playa Brava, el 10 de enero, en Punta del Este, Maldonado. Foto: Ernesto Ryan

Parada 1 de la playa Brava, el 10 de enero, en Punta del Este, Maldonado. Foto: Ernesto Ryan

Además, destacó que no hubo detenciones ni necesidad de intervención de Fiscalía, salvo en el caso de la fiesta clandestina en un hostel de La Pedrera propiedad del subdirector de Turismo, Juan Calvo, que además de ser destituido fue denunciado penalmente.

Otro caso de incumplimiento fue en el parador de la Playa del Barco, en el mismo balneario, que realizó un evento que convocó a 300 personas, lo que le costó la revocación del permiso al concesionario.