“Al presidente lo que le pediría es que si tenés 70 muertos, anuncialo vos. Anúncielo usted, señor presidente. Usted es el presidente de la República”, dijo el viernes en la radio Sarandí el periodista Aldo Silva. Esto le valió ataques en redes sociales, acusaciones de estar “militando” para el Frente Amplio y reclamos de que fuera despedido de su trabajo al frente del noticiero Telemundo, de Teledoce. Según informó El Observador, autoridades de Telemundo y de Sarandí respaldaron a Silva.
Este domingo, en un comunicado, el Consejo Directivo Central de la Asociación de la Prensa Uruguaya (APU) expresó su “enorme preocupación por la creciente escalada de ataques a la libertad de expresión y de agravios contra los trabajadores de los medios de comunicación a la que estamos asistiendo”, y se refirió en particular a la situación de Silva, socio de APU. Los ataques al periodista marcan “el nivel de desprecio hacia la profesión que se refleja en algunos colectivos políticos y anónimos que se ocultan en las redes sociales. El odio hacia la opinión discordante se ha expresado en toda clase de agravios y amenazas, alguna de ellas formulada por algún legislador/a, y ha llegado al inaceptable extremo de exigir el despido del colega”, añade el comunicado.
APU denuncia que en las últimas semanas, “y en directa proporción con el agravamiento de la situación sanitaria del país, se ha intensificado la virulencia de los ataques contra todo aquel que ose expresar una opinión discordante con el manejo de la pandemia, especialmente si se trata de un trabajador de los medios de comunicación”. El sindicato lamenta que “esta escalada parece estar lejos de detenerse y, por el contrario, se agrava día a día”.
“La condena social sumaria que se promueve a través de las redes sociales, en algunos casos fogoneada por conspicuos dirigentes políticos, es una práctica profundamente antidemocrática y peligrosa para la sociedad”, concluye el Consejo Directivo de APU.
Posiciones políticas
Las declaraciones de Silva en la radio Sarandí y las reacciones posteriores motivaron comentarios de dirigentes políticos de la coalición gobernante en Twitter.
“¿Desde cuándo quienes ejercen cualquier profesión u oficio son infalibles? Y lo más grave es que si son periodistas los cuestionados se considera que se ataca la libertad de prensa. Se parece mucho a la soberbia. Se equivocan como todos y cualquier exabrupto no es aceptable”, escribió la senadora nacionalista Graciela Bianchi.
En cambio, Santiago Gutiérrez Silva, del Frente Nacionalista Carlos Quijano, expresó: “Aldo Silva puede opinar y comunicar lo que tenga ganas, dentro del marco del respeto. Sin faltar a la verdad, lo que él diga también es esencialmente opinable, dentro del marco del respeto. El respeto a la libertad de expresión también es libertad responsable”. Y el diputado colorado Felipe Schipani escribió en la misma red social: “No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo”.