El lunes 3 de mayo asumió al frente del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) un crítico encendido de la gestión del Frente Amplio en esa cartera. Martín Lema no sólo es mucho más cercano políticamente al presidente Luis Lacalle Pou que su antecesor, Pablo Bartol, sino que ejerció una oposición constante y activa, durante el período de gobierno anterior, a la administración de la coalición de izquierda en el ministerio. Como diputado, hizo varios pedidos de informes por año a la cartera, interpeló y llamó a sala a ministros. Lema calza mucho mejor que Bartol con la idea del presidente Luis Lacalle Pou –transmitida por el suegro de Lema, el exsubsecretario del Mides Armando Castaingdebat– de darle a la cartera “una impronta más política que técnica”.
Una de las acciones políticas que dejó de manifiesto con mayor claridad la visión de Lema sobre el Mides ocurrió durante el período de gobierno anterior, en marzo de 2019, cuando el diputado nacionalista solicitó la creación de una comisión investigadora de la gestión del ministerio a partir de 2010. En el escrito que presentó al Parlamento con esta solicitud, Lema calificaba al Mides como “una máquina burocrática ineficiente, plagada de irregularidades e ilegalidades, secretismos y contrataciones a dedo”, y sentenciaba que “las políticas sociales del Frente Amplio fracasaron”.
“Desde el Frente Amplio se ha insistido en el asistencialismo permanente como herramienta contra la pobreza. Nada más lejos de la realidad. Una buena política contra la pobreza no puede reducirse a generar ingresos artificiales mediante transferencias directas, sino que debe generar las oportunidades y los incentivos necesarios para que individuos y familias sean capaces de generar sus propios ingresos. Se necesitan políticas que empoderen a las personas en lugar de mantenerlas en permanente dependencia estatal”, escribía Lema en su solicitud. También lamentaba que, “en lugar de concentrar recursos en pocos programas pero efectivos, los recursos se dispersan y se pierden en centenares de programas que nadie controla ni mide resultado alguno”, en el marco de una gestión “plagada de irregularidades, ilegalidades y despilfarro de millones de dólares que sólo ha traído resultados deficientes”.
Algunos de los cuestionamientos que Lema incluyó en su pedido de conformación de la investigadora apuntaban a la contratación de cooperativas y organizaciones civiles a su entender “sin control” por parte del Mides, así como al hecho de que hubiera gente cobrando beneficios que no le correspondían.
Mencionó que la Auditoría Interna de la Nación constató que de los más de 80.000 beneficiarios que reciben la Tarjeta Uruguay Social (TUS), se detectó que poco más de 29.000 personas cobraban el beneficio cuando no debían hacerlo. Esto, a entender de Lema, “siembra la idea de que las transferencias económicas mal otorgadas podrían cumplir un fin político-electoral”.
“El Mides es gestionado como un comité de base, donde un compañero puede ir a pedir una radio comunitaria partidaria y terminar ‘experimentando’ con un refugio para personas en situación de calle”, denunciaba Lema en marzo de 2019. Calificaba a la administración del Mides como “una gestión sumida en el caos, que no ha tenido reparos en contratar organizaciones amigas para que experimenten con los más vulnerables, ni la intención de ejercer controles que permitan entender el funcionamiento y los resultados de la ejecución de los distintos planes y programas sociales”.
Un Mides “sin rumbo”
Dos años después de aquella solicitud de conformación de una investigadora, y en contexto de pandemia, la gestión de las políticas sociales del gobierno encabezado por Luis Lacalle Pou no ha dado los resultados que se esperaba. El ministro Bartol debió dejar esta semana la cartera. Los recortes presupuestales llevaron al cierre o la suspensión de programas –por ejemplo, Uruguay Trabaja y el programa de asistentes personales, entre otros–, hubo atrasos en el pago a los trabajadores y desvinculaciones, y la pobreza se incrementó 32%.
Lucía La Buonora, secretaria general de la Unión de Trabajadores del Mides (Utmides), dijo, luego de que se conociera la designación de Lema, que la cartera está “sin rumbo”. En declaraciones al portal del PIT-CNT, afirmó que el sindicato no conoce la orientación de las políticas públicas de la actual administración ni sus motivaciones. “Hay un debilitamiento de las políticas públicas pero a la vez no hay diagnósticos explícitos”, sostuvo la sindicalista.
Respecto de Lema, indicó que apuntan a tener un diálogo fructífero con el nuevo jerarca, aunque recordó que como parlamentario formuló “algunas afirmaciones desafortunadas” hacia los trabajadores del Mides, como que estaban “todos acomodados”. “Nuestros legajos están ahí a disposición para que el ministro los pueda analizar en detalle y revertir esa imagen que tiene de nosotros”, manifestó.