Conferencia Liderazgo Uruguay (CLU) es una organización para la promoción de valores con vínculos internacionales. Junto a la Fundación Paz Global, entidad creada en 2009 por el hijo del reverendo Moon, CLU fundó la Misión Presidencial Latinoamericana, una red de expresidentes conservadores de América Latina. Hoy preside la CLU la abogada Mirta Zunino; su antecesor fue Jorge Gundelzoph, representante de la secta Moon en Uruguay y procesado en 2020 por violaciones a los derechos humanos en la dictadura. Actualmente está desvinculado de la organización, según aclara el actual secretario general de la conferencia, Christian Núñez.

Conferencia Liderazgo Uruguay es una asociación civil que “promueve el desarrollo y el estudio de una visión de Uruguay basada en valores éticos universales”, y que “trabaja en el apoyo a la creación de movimientos en relación a la conciencia que apuntan al reavivamiento espiritual y ético de la nación”. Así definió a la organización su secretario general, Christian Núñez, en la última actividad pública realizada por CLU.

Núñez integra la agrupación Ni me Callo ni me Voy, del político del Partido Nacional Martín Elgue. Aclara que no hay otros referentes de la política partidaria en CLU. “Es un grupo variopinto, no es un grupo absolutamente conservador como se puede decir, sino que tiene determinados ejes como el entendimiento, la libertad y que el individuo esté por encima de una cantidad de cosas”, explicó Núñez a la diaria. Agregó que no todos los integrantes de CLU forman parte del mismo partido y que “no todos votaron en primera instancia a [el presidente Luis] Lacalle [Pou]”.

El anterior presidente de la CLU fue Jorge Gundelzoph, procesado en julio de 2020 por abuso de autoridad y privación de libertad en la causa colectiva de denuncias por tortura entre 1974 y 1983 en la Dirección Nacional de Información e Inteligencia. Gundelzoph pertenecía al Partido Comunista pero terminó colaborando con los militares, delatando y torturando a sus excompañeros. Luego de finalizada la dictadura, fue representante de la secta Moon en Uruguay.

Sobre su procesamiento, Núñez confesó que para él “fue una sorpresa”. “Eso está en manos de la Justicia, y es todo lo que tengo que decir al respecto”, declaró. Puntualizó que Gundelzoph está “absolutamente desvinculado” de CLU y que renunció “en el momento exacto en el que ocurrió” el procesamiento.

El secretario general de CLU aclara que el cambio de gobierno en Uruguay no modificó la agenda de la organización, ya que “el tema de los valores y los principios es una constante, es algo que se tiene que defender diariamente”. “Nosotros ahora estamos enfocados en un tema de defensa de las instituciones por encima de todo. Hicimos una charla sobre politización de la pandemia, y ese va a ser básicamente el camino y el rumbo ahora”, explicó.

CLU patrocina actividades y tiene vínculos con varias organizaciones internacionales, aunque según su secretario general no tienen financiamiento externo. Núñez contó que en breve van a “refrescar” el logo de CLU y que lo va a pagar de su bolsillo, así como también pagan de sus bolsillos la cuenta de Zoom que utilizan para las conferencias. “Sé que hay organizaciones que han financiado eventos puntuales en el pasado, pero en este momento no hay un apoyo diario de ellas”, aclaró.

CLU colaboró en la formación de Misión Presidencial Latinoamericana, una red inaugurada oficialmente en noviembre de 2012, en una convención en Atlanta, Estados Unidos. Al principio estaba integrada por ocho expresidentes de América Latina, pero luego se fueron sumando mandatarios hasta llegar a 20. Entre ellos, la integran por Uruguay Luis Alberto Lacalle Herrera y Julio María Sanguinetti.

La Misión fue creada por la Fundación Paz Global, con la colaboración de CLU, el Instituto de Desarrollo del Pensamiento Patria Soñada de Paraguay y la Fundación Esquípulas de Guatemala.

La Fundación Paz Global fue creada a su vez en 2009 por Hyun Jin Preston Moon, hijo de Sun Myung Moon, fundador de la Iglesia de la Unificación conocida como secta Moon. Se define como una organización sin fines de lucro que tiene la misión de promover la paz con un enfoque basado en valores, guiado por la visión de “Una familia bajo Dios”. Tiene su sede en Maryland, Estados Unidos.

Esta fundación tuvo una presencia muy activa en América Latina en 2011 y 2012, cuando organizó conferencias sobre seguridad pública y corrupción, así como sobre la promoción de valores en la educación pública. En su sitio informa que promueve y organiza una red global de socios públicos y privados para promover sociedades cohesionadas y éticas.

Además, integrantes de CLU dan conferencias en Legado a las Américas, un grupo de fundaciones, asociaciones y personas de 14 países de América Latina y España, vinculado a Misión Presidencial.

El programa de principios de CLU

“El relativismo cognitivo, el ético, el individualismo egocéntrico, el materialismo filosófico y práctico y el hedonismo están destruyendo las bases fundantes de los grandes avances civilizatorios. La batalla ideológica y cultural se gana levantando lo que creemos verdadero, sin temor y estando dispuestos a nadar en contra de la corriente”, proclama CLU en su Programa de principios. Para esta organización, en los últimos 500 años en Occidente “ha habido una expansión permanente de los derechos y una niebla que oculta los deberes”, y califica como una “tragedia que siendo hijos de Jerusalén, Atenas y Roma les hemos dado la espalda a sus enseñanzas y sabiduría”. “Los resultados negativos están a la vista”, advierten.

Frente a las amenazas mencionadas, CLU llama a levantar “la bandera de la existencia de Valores y Virtudes que inspiraron el crecimiento de la humanidad en el pasado, que la defienden de la decadencia en el presente, y que son la esperanza para un futuro mejor”.

A continuación, enumera estos valores y principios. Entre otros, “el derecho a la vida y a poseer propiedad sobre bienes o servicios y que ellos no sean afectados por acciones ilegales de personas o grupos fuera de la ley”; la defensa del “natural modelo familiar”, aquel “basado en el matrimonio de hombre y mujer”; la crítica a la “decadencia” actual de la familia, que en gran parte ha llevado a “los problemas actuales de abuso del amor sexual, violencia familiar y social, drogadicción, alcoholismo, delincuencia y crimen”.

También mencionan como un principio central la defensa del libre mercado, ya que “el sistema de mercado libre ha demostrado ser el que más se asemeja a la naturaleza humana”. “Cuando un sector de la sociedad sea el Estado, el Gobierno, una clase o sector impide a otros el adquirir propiedad y aumentar sus riquezas y la calidad de los bienes y servicios a los que puede acceder, destruye las bases del mercado libre o de lo que habitualmente se llama capitalismo”, añaden. Señalan además que los gobiernos no pueden “imponer impuestos injustos para cubrir los déficits de sus malas administraciones” y sugieren iniciar un proceso de reducción de la participación del Estado en actividades empresariales y comerciales.

La última actividad pública

El 27 de mayo, CLU organizó una conferencia emitida por Facebook Live que se denominó “La politización de la pandemia”. Como conferencistas invitados –ya que no integran la CLU– participaron la senadora nacionalista Graciela Bianchi y el diputado colorado Felipe Schipani. Ambos coincidieron en cuestionar el rol político que juegan en la coyuntura actual el Frente Amplio, el PIT-CNT y los gremios médicos. Compararon la situación actual de pandemia con una guerra y criticaron a estos sectores por no contribuir a la “unión” del país.

Bianchi sostuvo que la izquierda “medra con el dolor, con las muertes, para dar unión a esas ideas que buscan desestabilizar nuestros regímenes democráticos”. También pidió no “sobrevalorar” a la comunidad científica, ya que la llegada de la pandemia “la encontró bastante ignorante de la situación, están aprendiendo sobre el camino”. Además, cuestionó a la “ideología de género”, a la que definió como “un factor de unificación de sectores políticos que vienen de las viejas izquierdas”. Finalmente, llamó a “tener como ejemplo” lo sucedido en Madrid, donde triunfaron las fuerzas conservadoras aliadas con el partido ultraderechista Vox.

Schipani, en tanto, consideró que la actitud de la oposición en Uruguay “ha sido desleal, absolutamente”. Afirmó que el PIT-CNT “es el brazo sindical del FA o el FA es el brazo político del PIT-CNT”, y sostuvo que el gremio médico ha tenido “una actitud de cooperación con esa estrategia gramsciana de ir socavando lentamente la credibilidad del gobierno”.

Tanto Schipani como Bianchi dedicaron un tiempo a hablar sobre educación. Bianchi afirmó que en 15 años el FA se abocó a “la destrucción intencional de la educación pública” con el objetivo de “tratar de ganar las cabezas que están menos formadas”.

Schipani aseguró que la izquierda “ha utilizado la educación como un campo de batalla ideológico” y que apuntó al “deterioro del sistema educativo producto de esa lógica gramsciana de ir permeando el sistema educativo”.

El diputado colorado llamó a “abocarse” a la revisión de los textos educativos, “porque los textos tanto de primaria como de secundaria dejan mucho que desear y dejan en evidencia también esa permanente intención de ir por la vía oblicua muchas veces tratando de incidir en la formación de nuestros jóvenes, brindándoles una ideología”. “O sea que la batalla que tenemos que librar es política, por supuesto, pero es una batalla cultural, y la educación es el campo de batalla habitual que ellos han utilizado”, concluyó.

Sobre el final de la actividad, la presidenta de la CLU, Mirta Zunino, les agradeció a los conferencistas su participación. “Muchas gracias por la defensa de los valores, y que se repita pronto”, expresó. “Cuando ustedes quieran”, le respondió Bianchi.