El gobierno de Canelones y el Municipio Ciudad de la Costa organizaron el jueves de noche el conversatorio “48 años del golpe de Estado y la huelga general. Día de la resistencia y defensa de la democracia”.
Tamara García, dirigente de la Federación Uruguaya de Empleados de Comercio y Servicios (Fuecys), integrante del Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT y de la Intersocial Feminista, dijo que las personas que nacieron después de 1985 también participan en la lucha por verdad y por la justicia, en defensa de la democracia, a pesar de no haber vivido en dictadura. García aseguró que una de las dificultades tiene que ver con la educación y con lo poco que se enseña sobre historia reciente. “En general el movimiento sindical es uno de los grandes olvidados en los programas de historia”, aseguró, y dijo que uno de los mitos es que la juventud no se moviliza ni milita. Como ejemplo puso la campaña del No a la Baja de la edad de imputabilidad, en la que los jóvenes tuvieron un rol importante. De todas formas, señaló que la manera de militar de los jóvenes es diferente, “siguiendo una causa y no tanto en estructuras”. “Cuando el movimiento sindical se compromete tenemos una mejor democracia”, concluyó.
Adolfo Drescher, exdirigente de la Asociación de Bancarios del Uruguay (Aebu) y de la CNT, dijo que la huelga general de 1973 no fue una “improvisación” ni un acto “reactivo” en respuesta al golpe: “Nada más lejos de la realidad”. Contó que mucho tiempo antes del 27 de junio de 1973 “no había oportunidad en la que en una fábrica, en un banco, en los lugares de estudio, una y otra vez no ratificáramos la idea de que si había un golpe se respondía con la huelga general con ocupación en los lugares de trabajo”. Relató que los integrantes de los sindicatos llegaban a las fábricas para iniciar la protesta y el lugar ya estaba ocupado por los trabajadores. Dijo que un año y medio antes del golpe, en 1972, a raíz de la declaración de guerra del MLN, se produjo una enorme represión, y los “paros continuos y la lucha por los derechos humanos permitió ir preparándonos [...] No hay lucha posible y posibilidad de triunfo sin la decisión de llevarla adelante”.
Rodrigo Arocena, exrector de la Universidad de la República, hizo una reflexión histórica: “El golpe del 73 ante todo fue un operativo que durante varios años restringió libertades e hizo retroceder las condiciones de vida de la mayoría de la población. Fue una dictadura contra el Uruguay democrático en lo político y en lo social”. Arocena dijo que para que Uruguay avance “no podemos pensar que la democracia está segura”, hay que pensar cómo seguir adelante; para hacerlo “hay que resistir a los malones reaccionarios, y eso fue lo que la huelga nos mostró: la gran resistencia” y los “proyectos nuevos”. “Nos está haciendo falta eso para completar la resistencia que una vez más los uruguayos y uruguayas están mostrando para impulsar la democracia”, aseguró.
Inés Cortés, diputada suplente del Frente Amplio por Canelones, afirmó que en la actualidad “el relato del pasado reciente nos constituye el hoy, y se vuelve a plantear la discusión sobre este, algo que no es ingenuo”; sostuvo que lo que falta es “un estudio de las derechas”. Además dijo que la recolección de firmas para llamar a un referéndum contra 135 artículos de la ley de urgente consideración es una manera de pelear por los derechos, una serie de derechos que ya se creían conquistados pero ahora están cuestionados.
Por su parte, el presidente del PIT-CNT, Fernando Pereira, dijo que algo que no se está analizando es “el discurso de los dos demonios” y agregó que “hay una disputa por el sentido común que no es una disputa que se dé hablando sólo con los que piensan igual”, sino “en toda la cancha de la sociedad”. Pereira afirmó que fue una “revolución electoral” la que hizo que la izquierda llegara al gobierno en 2005, pasando de 20% a 50% de los votos. “Yo parto de la base de que toda ley que se quiera aprobar, por progresista que sea, tiene que ser acompañada por la apropiación de la sociedad, y esto no se da porque sí, se milita. Cuando se llega a la Huelga General con ocupación fue porque se militó, no fue espontánea”, afirmó sobre la huelga de 1973, y aseguró que la resistencia no duró 15 días sino 12 años.