Dice el filósofo estadounidense John Rawls que la verdad es la primera virtud de los sistemas de pensamiento, como la justicia lo es de las instituciones. “Los sistemas de pensamiento ‒la ciencia, el conocimiento‒ sin la verdad, colapsan, y las instituciones sin la justicia colapsan”, ahonda Gustavo Pereira, doctor en Filosofía y director del Departamento de Filosofía de la Práctica de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad de la República.

La cita viene a cuento porque esta semana, en entrevista en Subrayado, el presidente Luis Lacalle Pou hizo una serie de afirmaciones que generaron molestia en el Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) porque se apartan de la verdad. Lacalle Pou sostuvo que “en el imaginario colectivo” el documento elaborado por el GACH en febrero “ha sido ninguneado”. “Ese documento, más menos, proponía 27 medidas. ¿Sabés cuántas medidas tomó el gobierno? 24 y media”. Como ya informó la diaria, la cantidad de recomendaciones “ninguneadas” es mayor. Actualmente, no se están aplicando las diez medidas más restrictivas que se recomendaban en aquel documento de febrero, mes en el que Uruguay registraba un promedio diario de muertes diez veces menor al actual.

Algunos integrantes del GACH cuestionaron las declaraciones de Lacalle Pou con reserva de identidad en distintos medios de comunicación, y otros las expresaron con nombre y apellido. Por ejemplo, Álvaro Cabana, doctor en biofísica e integrante del grupo asesor, dijo a la diaria que “se embarró un poco la cancha”, por “la actitud del gobierno de usar al GACH como respaldo de las decisiones que toma” y “tergiversar” en parte lo que propone el grupo asesor. “Si el gobierno entiende que no hay que tomar las medidas que están planteadas en el documento del 7 de febrero está en todo su derecho de hacerlo y jamás se va a cuestionar desde el GACH esa postura, pero no puede decir que está cumpliendo con la gran mayoría de las medidas de ese documento”, remarcó Cabana.

Para Gustavo Pereira, lo que está sucediendo es que “los resultados de la ciencia son instrumentalizados por el poder político”. “El gobierno tuvo una muy buena interpretación inicial de cómo debía enfrentar la pandemia, conformó el GACH, y ahí se sacó un sobresaliente. Pero a finales del año pasado se incrementaron los casos y empezó a haber tensiones: el gobierno quería ir para un lado, las medidas recomendadas eran de otro tipo. La relación comenzó a distanciarse, pero el GACH y los científicos eran demasiado valiosos, le habían dado demasiado, y se lo quiso seguir utilizando políticamente”, consideró. Enfatizó que “la instrumentalización del conocimiento con fines políticos, no para proteger la vida y la salud de la gente, es condenable”.

Pereira afirmó que “el presidente viene manipulando a la opinión pública planteando la dicotomía ‘cuarentena total o libertad responsable’. Bueno, no, en el medio hay un montón de grises”, cuestionó.

Opinó que el gobierno, en lugar de “abrazar la verdad y asumir las consecuencias”, actúa “con manipulación y un poquito de marketing”, y de esa forma “socava la posibilidad de construir acuerdos y la discusión pública”, y “debilita la democracia”.