El Plenario Nacional del Frente Amplio (FA) eligió al exintendente de Montevideo y exministro de Educación y Cultura Ricardo Ehrlich como “coordinador transitorio” de la fuerza política hasta diciembre, cuando en elecciones internas el partido elegirá su nueva conducción. Por otra parte, se resolvió encomendar a Ehrlich que conduzca “un proceso de diálogo” que lleve a “una propuesta de consenso de integración de una compañera” al ámbito de la coordinación. El nombre de Ehrlich había sido aprobado el viernes en la Mesa Política con la abstención del sector Casa Grande, que había propuesto ir hacia una conducción compartida y paritaria desde el comienzo.
En su discurso, Ehrlich agradeció la confianza y dijo que se trata de una responsabilidad muy grande. Aseguró que él es “un veterano, un varón cis de Montevideo”, y consideró que, en ese sentido, no es “una buena señal de cambio”, por lo que resaltó que se trata de un período de transición.
Sobre los desafíos que tiene la fuerza política, aseguró que hay temas de agenda y de perspectiva, como el género, un asunto “que atraviesa toda una propuesta política; no es un tema de aritmética, es mucho más que eso. Igual pasa con el tema de los jóvenes, se necesita la fuerza de las nuevas generaciones”, con “ideas y capacidad para construir”, dijo. Apuntó que cuando se habla sobre el interior el FA está “planteando mal el tema”, porque “se trata de hablar de un proyecto integrado en el que la fuerza política piense en cada uno de los rincones del país”, y opinó que allí surge “otro desafío enorme”.
Sobre la derrota de 2019, consideró que no fue sólo electoral. Los años en los que el FA fue gobierno, señaló, implicaron un desgaste, pero mientras el FA se encontraba en ese proceso de autocrítica “pasó algo formidable que nos cambia la mirada”, en referencia a la recolección de firmas para convocar un referéndum que derogue 135 artículos de la ley de urgente consideración. Para Ehrlich, se trata de una “responsabilidad estar a la altura de los momentos que estamos viviendo”.
Por su parte, el presidente saliente, Javier Miranda, aseguró que hubiera sido mejor renovar las autoridades antes, pero el cambio de fecha de las elecciones departamentales y la recolección de firmas hicieron que se extendiera el ciclo. “Tras una memorable gesta, presentamos las firmas. Es el resultado del compromiso militante de cientos de frenteamplistas, que dieron un ejemplo de rebeldía democrática. Ese acto cierra una etapa de la mejor manera; queda una fuerza política templada, una fuerza política de pie”, aseguró.
En el Plenario del sábado también se despidieron del cargo los vicepresidentes del FA: Sandra Lazo, Blanca Elgart y José Carlos Mahía. Según dijo Lazo a la diaria, se trató de una renuncia consensuada. “Los tres agradecimos estos cinco años, que fueron extensos y con muchísimas cosas en el camino. Yo siempre digo que con todo lo bueno y con los sinsabores que significó la derrota electoral, creo que quedan cosas muy positivas de esta administración, que tienen que ver con algunas fortalezas desde el punto de vista del trabajo que se dio en el interior del país, de mucha cercanía y fraternidad con todos los presidentes de las departamentales”, evaluó la senadora.
La paridad
En una declaración que emitió Casa Grande el viernes, la agrupación se manifestó afín a ir por una coordinación compartida y paritaria, como forma de “reafirmar el principio antipatriarcal” votado por el FA “y fortalecer la idea de que la trasformación de la sociedad y la justicia social y económica se alcanza con relaciones sociales igualitarias y libres de discriminación”. En ese sentido, el sector presentó una moción en el Plenario para que Alicia Esquivel –activista por los derechos humanos e integrante de Marea Frenteamplista– acompañara a Ehrlich en la coordinación, la cual no fue aprobada.
En la misma línea, la Liga Federal propuso que ese rol lo ocupara Cibela da Fontoura, dirigente de la departamental de Rivera, pero la idea tampoco prosperó.
Al respecto, Lazo explicó que “no hubo ningún tipo de objeción a que Ricardo ejerciera esa tarea”, pero indicó que “hubo matices en la necesidad de incorporar el nombre de las compañeras”. La decisión de la mayoría, no obstante, fue que “no comenzara una danza de nombres, sino que quedara claro por dónde queríamos caminar”, apuntó. Por tanto, se resolvió que sea el propio Ehrlich quien “teja estos acuerdos para llegar a consensos”.
Como era de esperarse, hubo temas que estaban en el orden del día pero no llegaron a tratarse, y se retomarán el 7 de agosto, cuando termina el cuarto intermedio que se definió. Uno de ellos es el reglamento del congreso de octubre, dado que se consideró preferible tomar una decisión más cerca de la fecha para contemplar la situación sanitaria. También se postergó la discusión sobre el ingreso de nuevos grupos y la fecha de las elecciones internas, que actualmente está prevista para el 5 de diciembre –no se descarta aún la posibilidad de definir la sucesión de Miranda en octubre–.