La vicepresidenta de la República, Beatriz Argimón, no quiere que su partido tenga “una sola pata fuerte” en el Herrerismo y trabajará para que en las próximas internas haya múltiples candidaturas. En entrevista con la diaria, aseguró que el presidente Luis Lacalle Pou sigue “personalmente” el tema del precio de los combustibles, que se está haciendo “toda una revisión del proceso” y sobre fin de año se hará una evaluación. También habló sobre la interna de la coalición gobernante y sobre la reciente baja en la aprobación del gobierno.
Gran parte del programa de gobierno quedó contemplado en la ley de urgente consideración. De lo que queda por hacer, ¿cuáles son los aspectos más importantes?
Ustedes saben que yo también tengo mi propia agenda. Si bien los grandes ejes temáticos son la seguridad y la educación, reconozco que si hay algo que en la campaña electoral para mí era muy importante es la primera infancia. Uruguay tiene una rica tradición, de todos los gobiernos, de tener una mirada en políticas sociales, pero los indicadores mostraban que había que fortalecer líneas de acción hacia la infancia. Lo hablamos mucho con el presidente. Después de un año que fue bien diferente a lo que nos imaginábamos, volvimos a hablar del tema. Que ahora, en la Rendición de Cuentas, empiecen a venir 50 millones de dólares hasta el final del período destinados a la primera infancia, por lo menos para mí es una señal muy importante de por dónde es prioritario transitar. Creo que por ahí es indispensable seguir avanzando.
Uno entiende que puede haber un relato que trata de conformarse de un lado, pero siento que la población entendió el manejo de la pandemia.
En este sentido, y si bien la mayor parte de la población aprueba la gestión sanitaria de la pandemia, hay una aprobación menor en materia de la gestión económica y social de la crisis. ¿Te parece que podría haberse hecho esfuerzos adicionales en términos económicos para apoyar a los sectores más vulnerables, conformados en gran parte por niños, niñas y adolescentes?
Creo que Uruguay tuvo un muy buen manejo de la pandemia en términos de que asumimos y tuvimos que empezar a planificar algo que no estaba dispuesto. Que el presidente marcara en el eje de su toma de decisiones la libertad, para mí, fue realmente una decisión muy gratificante, porque por ahí es donde yo siento que se reivindica ese ser nacional, con el respeto a las normas, pero esa libertad en la toma de decisiones que implica y conlleva una responsabilidad personal. Me pareció un camino muy interesante. Claro que uno acepta que haya miradas diferentes; forma parte, además, de las reglas de juego. Me habría gustado que hubiese mucho más acercamiento de la oposición en el momento de entender cómo se iba a enfrentar esta pandemia, pero creo que se cuidó mucho ese justo equilibrio que tiene que haber entre un camino que no sabíamos, desde un punto de vista también económico, hacia dónde nos podía llevar, y ese cuidado en dónde y cómo focalizar las ayudas puntuales a los sectores más vulnerables. Uno va viendo todo lo que fueron las críticas, y ve que somos un país de los primeros en vacunar, que sigue avanzando en vacunar a los más jóvenes, cosa que los países del primer mundo recién están haciendo, ve cómo la gente adhirió primero a la libertad responsable, y luego cómo fue transitando. Uno entiende que puede haber un relato que trata de conformarse de un lado, pero siento que la población entendió el manejo de la pandemia.
Pero no se trata solamente de la oposición. Hay un estudio de economistas que concluyó que podría haber aumentado en mucho menor medida la pobreza si se hubiera destinado otro tipo de ayudas a sectores vulnerables.
A mí me parece que es un proceso sostenido. Se fue midiendo y se sigue midiendo, y esto que pasa con la infancia tiene que ver con seguir numéricamente de qué manera se tiene que focalizar las ayudas. Yo lo considero un proceso.
La población generalmente tiene una mirada sobre el presidente o el Ejecutivo alta en los primeros meses y en el primer año, y después naturalmente hay un desgaste.
En ese contexto, ¿cómo leés el hecho de que las últimas encuestas de opinión pública indiquen la aprobación del gobierno más baja de las últimas mediciones?
En realidad, siempre las interpreto más o menos igual, porque es común que... es más, en este caso está durando mucho más a nivel de aceptación que lo que generalmente dura. La población generalmente tiene una mirada sobre el presidente o el Ejecutivo alta en los primeros meses y en el primer año, y después naturalmente hay un desgaste. Es un elemento más que uno siempre maneja, pero que también entiende.
Los combustibles tuvieron una baja en el último mes, pero antes hubo aumentos consecutivos que preocupan a los productores. ¿Es un tema que también preocupa en la Torre Ejecutiva?
En realidad, es un tema que el presidente sigue personalmente, y que lo ocupa. El tema de transparentar el proceso fue su prioridad desde el principio. Así que es un tema que tiene en alta consideración, digamos.
¿Hay posibilidad de rever el sistema? A los productores les preocupa también la inestabilidad, la imposibilidad de prever estos costos.
No te puedo decir si es revisión, lo que sí sé es que se está haciendo todo un seguimiento, y no dudo de que si el presidente tiene que tomar alguna decisión, lo haga. Se está haciendo una revisión del proceso, y seguramente más hacia fin de año, con mayor perspectiva, sí se haga una evaluación.
Hay una discusión que surgió en los últimos días sobre si eventualmente se llegara a derogar la ley de urgente consideración (LUC), si ameritaría que el gobierno dejara de lado este sistema de fijación de precios o si, por el contrario, tiene la potestad y la legitimidad para mantenerlo. ¿Cuál es tu opinión?
Obviamente, yo no sé cuál va a ser la postura del gobierno, todavía no se ha planteado y, por lo tanto, no voy a hablar por el gobierno. Pero evidentemente hay aspectos que tienen que ver con políticas que nosotros, aun antes de la LUC, íbamos a llevar adelante y que sometimos a la consideración de la ciudadanía. Nuestro proyecto tenía que ver con una cantidad de aspectos. Algunos están en la LUC, otros no; por lo tanto, va a depender mucho de a qué parte dentro del programa de gobierno se esté apuntando. Hay aspectos que sin lugar a dudas forman parte de una política que está prevista de esa forma, con esa construcción, y que así se presentó a la ciudadanía. Entonces, hay que tener mucho cuidado en el momento de hacer una reflexión, si es que efectivamente se llega a las firmas y llega a ganar... hay que esperar.
Más allá del resultado del referéndum, entonces, ¿considerás que el gobierno tiene la legitimidad –porque así lo planteó en su proyecto presentado a la ciudadanía– para mantener este sistema?
A título personal, creo que hay líneas de trabajo, algunas de las cuales están en la LUC, que fueron parte de nuestra propuesta. Eso no significa que, llegado el pronunciamiento popular, haya algún ajuste que se haga, pero los grandes lineamientos de la LUC tienen que ver con nuestro programa de gobierno.
¿Es un camino deseable la desmonopolización de Ancap?
Nosotros formamos parte de una coalición de gobierno y ustedes saben que hay distintas miradas sobre el tema. Lo que sí tengo claro es que vamos a dar la discusión ahora, en este período. No puedo adelantar cuál va a ser la posición, si va a ser riguroso, si va a ser un proceso, si no se va a dar, pero lo que sí tengo claro es que es una discusión que vamos a dar.
¿El acuerdo con Katoen Natie fue el mejor al que se pudo llegar en este contexto, o te hubiera gustado otra cosa?
Yo escuché atentamente toda la interpelación, porque no soy especialista en el tema, y la verdad es que me pareció que se tomó la medida que en la coyuntura en la que se encontraba el país había que tomar. Es una medida que tiene que ver con la geopolítica. Es importantísimo el rol del puerto, muy especialmente en los próximos años, y así como alguna vez el Partido Nacional llevó adelante una ley de puertos, que también fue muy criticada, hoy me parece que se tomó una decisión que tiene que ver con el puerto del futuro que precisamos.
¿Por qué no se recurrió a asesoramiento jurídico y económico respecto de la amenaza de demanda antes de firmar el acuerdo, y sólo hubo un informe del prosecretario de la Presidencia?
Según nos manifestó el ministro, porque con los informes que él había recabado ya eran suficientes para tomar la decisión.
Parlamento y coalición de gobierno
¿El oficialismo ya acordó cuáles serán las modificaciones prioritarias a introducir a la Rendición de Cuentas en el Senado?
Todavía no hubo una reunión de la bancada de la coalición; la voy a convocar, a efectos de poder fijar prioridades. Y se va a negociar en la bancada de la coalición en forma conjunta.
¿Cómo está funcionando la coordinación dentro de la coalición de gobierno?
Mucho mejor de lo que de pronto se imaginan. Era toda una novedad. Primero, era la primera experiencia legislativa de muchos de los parlamentarios, muchos no se conocían, y evidentemente también era todo un desafío de articulación. Al ser un año especial, en el que había que dar respuesta a una pandemia, eso facilitó mucho los vínculos. Obviamente, hay temas en los que hay miradas distintas, se debate, pero hay un muy buen nivel de diálogo. Creo que eso fue lo que permitió ir dando respuestas a distintos proyectos de ley que eran importantes.
¿El Partido Nacional se siente más cerca de algunos socios de la coalición que de otros?
Me parece que el Partido Nacional en realidad está también ejercitando el liderar una coalición con socios distintos, también para el Partido Nacional es algo novedoso, porque tradicionalmente con quien negociábamos era con el Partido Colorado, y ahora hay otros actores en la coalición de gobierno, entonces eso también implica un ejercicio, tanto para el presidente como para mí aquí en el Legislativo.
¿Qué piensan de algunas actitudes que ha tenido Cabildo Abierto, por ejemplo la de trancar la nueva ley de medios, o la de aprobar junto con el Frente Amplio un proyecto de ley forestal que ustedes rechazan?
Me parece que tiene que ver también con estrenarse como partido político en la vida política del país. Hay decisiones de algunos proyectos de ley que para ellos son determinantes, y en ese sentido es la forma de plantearlo para después iniciar [la negociación]. Yo lo que resalto es que siempre se ha transitado el camino de la negociación. Todos nos estamos adaptando, y el Partido Nacional es el que ha tenido que buscar esa forma de equilibrio, y está siendo un proceso muy interesante.
¿Has tenido instancias de reunión con el senador Guido Manini Ríos por estos temas?
Cuando recién asumí tuve una entrevista aquí en el despacho con el senador Manini para hablar sobre algunos temas que eran de su interés, más que nada de práctica parlamentaria, y fue muy transparente al decir: “Bueno, usted va a tener la colaboración de Cabildo Abierto en todo lo que sea el avanzar en normas que el país necesita, habrá algunas en las que de pronto no nos ponemos de acuerdo”, pero marcó su voluntad de seguir trabajando siempre en pos de la coalición. Fue muy frontal al inicio del período, pero después no he tenido más conversaciones de fondo, sí puntuales.
Alguien que conozca tu trayectoria quizá se haya sentido un poco sorprendido por tu reacción durante la interpelación por Katoen Natie, cuando mandaste a callar al senador Óscar Andrade. ¿Por qué reaccionaste de ese modo? ¿Hacés una autocrítica?
Mirá, lo hablé con Andrade, porque además los dos nos sorprendimos por la repercusión. En la dinámica parlamentaria se dan momentos y picos... Son instancias de muchas horas, y llega un momento en que hay rispidez, entonces se eleva el tono o hay que parar la sesión. Lo que pasa con Óscar es que tiene una voz muy alta, siempre parece que está como gritando, y ya todos lo conocemos... pero muchas veces, cuando yo tengo que observar algo, como que no escucha y sigue, y ahí fue que lo corté. Y como él siguió, y estaba de alguna manera cuestionando una suerte de tratar diferente a las bancadas, fue el enojo, y en realidad el grito tenía que ver con una forma de que se me escuchara más. Y cuando tuvimos que pasar a un cuarto intermedio, volvimos y nos encontramos, y comentamos: “¿Tú viste lo que fueron las redes?”. Nosotros mismos nos sorprendimos por el episodio. Pero fue un episodio puntual, de esos que pasan en la vida parlamentaria; no es lo común. Conmigo, además, mucho menos. A medida que transcurre la legislatura, más me convenzo del lugar en el que voy a estar. Yo nunca voy a estar en el lugar de fomentar radicalismos. Nunca lo hice. Siempre tuve mi postura, muchas veces tuve diferencias hasta internas en mi partido, pero siempre me manejé con mucho respeto. Y en estos tiempos, en que se habla de grietas o de separaciones en la sociedad, yo sé cuál es mi lugar. Y mi lugar es tratar de trabajar para llevar adelante acciones concretas. No respondo a radicalismos, nunca lo hice, y creo que es un momento no de Uruguay, en general del mundo, en que a veces parece que tenemos menos peso los que tratamos de contribuir a que no haya brechas. Yo tengo más que definido que ese es mi rol en esta sociedad uruguaya, y lo voy a hacer porque siento que si hay algo en esta sociedad que siempre nos caracterizó fue la integración pese a nuestras diferencias.
La interna del Partido Nacional
Después del fallecimiento de Jorge Larrañaga, el espacio de Alianza Nacional quedó un tanto debilitado. Algunos analistas consideran que en este escenario el Herrerismo se posiciona como un actor dominante y casi excluyente en la interna. ¿Cómo ves esa situación?
Obviamente, dentro de lo que son las fuerzas del partido hoy por hoy, el liderazgo por intermedio de Luis [Lacalle Pou] es notorio. Gana una interna, la gana bien, y el peso del que conduce obviamente se siente en la interna del partido, se siente en la conformación del Directorio, con una lista muy fuerte como es la 404. Pero el Partido Nacional es un partido que para crecer precisa opciones. El Partido Nacional está pasando un momento muy importante, en el que cuanto más ensanche la base, mejor le va a ir. Y a mí me parece que los liderazgos no se digitan, los determina la propia gente, la militancia. La partida de Jorge [Larrañaga] fue un cimbronazo para la interna de los sectores no herreristas, obviamente. Y el esfuerzo que están haciendo compañeras y compañeros a lo largo del país es muy valioso, y sin lugar a dudas va a haber, y les diría que tengo expectativas, un surgimiento de nuevos liderazgos de gente joven, que de pronto tiene responsabilidades departamentales y todavía no se la visualiza mucho a nivel nacional. Ya hay señales interesantes.
¿Nombres?
No, yo no doy nombres. Pero hay a nivel de intendencias gente joven interesante. También a nivel del Herrerismo, o del herrero-wilsonismo. Me parece que en los próximos tiempos va a ser fundamental un Partido Nacional amplio. Yo soy de las que dicen que para que el Partido Nacional siga creciendo tiene que ampliar su base. Un partido de una sola pata fuerte no es el Partido Nacional, que por lo menos yo considero que siempre es el que da respuesta a los valores del partido.
Dentro del Herrerismo, ¿hay liderazgos de peso para sustituir eventualmente a Lacalle Pou en la presidencia de la República?
Creo que los liderazgos que van a aparecer en el Partido Nacional recién se van a empezar a vislumbrar fuertemente el año que viene. Ahora está todo el mundo muy metido en la gestión, y está bien que así sea. Yo conozco a Luis desde hace muchos años. De hecho, los dos hicimos campaña para ser diputados juntos, uno en Canelones y otro en Montevideo, y ha sido un gran profesional de esto. Él se preparó para esto. Él quería ser presidente y durante muchos años hizo un proceso que obviamente tuvo momentos de los buenos para él, pero también de derrota. Todo eso lo fue fortaleciendo y él siempre tuvo una meta muy firme. No sé si efectivamente entre mis compañeros y compañeras hay quien tenga tan definido eso. Por eso es muy difícil, hoy por hoy, decir: “Bueno, seguramente en este panorama, estos van a ser candidatos”. Hay que esperar un poco más y ver, hacia el final del año que viene, a quiénes vamos visualizando.
¿Te atrae la idea de ser candidata?
Nunca me lo propuse. En un momento de mi vida me propuse ser legisladora, por ejemplo. Lo que sí les puedo decir es que voy a trabajar firmemente para que el partido tenga varias opciones.
Sin lugar a dudas, Martín Lema es una referencia importante. Es alguien que tiene mucha fuerza, mucha determinación, es muy inteligente, muy formado. El intendente de Paysandú, Nicolás Olivera, también es alguien que viene con mucha fuerza.
¿Varias candidaturas?
Sí.
¿Y al ministro de Desarrollo Social, Martín Lema, cómo lo ves?
Sin lugar a dudas, Martín es una referencia importante. Es alguien que tiene mucha fuerza, mucha determinación, es muy inteligente, muy formado. El intendente de Paysandú, Nicolás Olivera, también es alguien que viene con mucha fuerza. Y se los está observando también en la gestión, porque son jóvenes. Por eso digo, ahora que ya me sacaste algún nombre, que me parece que hay diputados muy interesantes también.