“En Uruguay, la pobreza y la exclusión tienen cara de niño o niña”, aseguran desde la Plataforma Infancias y Adolescencias. La agrupación, que surgió en 2020 a partir de la alianza entre organizaciones y personas vinculadas a esta población, desarrollará entre el martes 15 y el viernes 18, días antes del 33er aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño, una serie de encuentros y talleres en su defensa. Bajo el lema “Ponete a la altura”, se propusieron convocar a diferentes actores de la sociedad –incluidos los más chicos, protagonistas de la semana– para descubrir juntos nuevos caminos posibles. La actividad de lanzamiento será el lunes 14 en la plaza Primero de Mayo.
Dos de sus integrantes y organizadoras, Paula Baleato, coordinadora de El Abrojo, y Teresa Supervielle, integrante de la Red Pro Cuidados, dialogaron con la diaria sobre la importancia de esta instancia y sobre la elaboración de una política nacional enfocada en la protección y promoción de derechos.
¿Cómo surge la idea de conformar la plataforma?
Teresa Supervielle: La plataforma surge en plena pandemia, pero la idea estaba desde hace mucho tiempo. Hablando entre compañeras y compañeros que hace años que estamos en el tema, vimos la necesidad de volver a unir esfuerzos entre las organizaciones porque existió una coordinación de organizaciones de la sociedad civil de infancias de hace muchos años. Después eso se perdió con el tiempo, los cambios que ha habido en el país, el contexto, y ahora estaba muy disgregado. Como es un país pequeño, nos conocemos todos, y dijimos: “No va a ser tan difícil volver a juntar a las organizaciones que estén afín a ese objetivo”.
¿Y fue difícil?
Teresa Supervielle: La idea prendió muy bien. Somos cinco organizaciones las que lanzamos la plataforma, que tienen una trayectoria bastante importante en el país; muchas, de hecho, son de segundo grado, es decir que reúnen a otras organizaciones que trabajan en el territorio, de base. Teníamos llegada, no es que teníamos que empezar de cero.
Paula Baleato: También ya se articulaba, pero lo que quisimos fue responder a la necesidad de darles más fuerza y más visibilidad a los temas de infancia, y poder impulsar un movimiento social amplio de infancia y adolescencia. Entonces la particularidad de la plataforma es que no sólo nuclea organizaciones sociales, sino que también se acercaron servicios universitarios, asociaciones profesionales, y estamos en gestación. No está cerrada, está incipiente y recién empezando. La idea es hacer un gran movimiento de personas, profesionales, académicos, organizaciones sociales, activistas, organizaciones de base, a favor de la infancia y la adolescencia.
¿Cuáles son los principales objetivos de esta semana?
Paula Baleato: La semana tiene dos grandes objetivos. Por un lado, darles voz y protagonismo a niñas, niños y adolescentes. Que se hagan visibles. Por otro lado, este llamado a la sociedad a ponerse a la altura. De alguna forma el aniversario de la convención es la excusa o la oportunidad para invitar a la sociedad en términos generales a una reflexión amplia sobre la situación de la infancia. En sí, a nosotros nos preocupa la situación de la infancia en Uruguay. Ese sector de la sociedad con más dificultad de acceso al bienestar social, en el que se concentra mayoritariamente la pobreza y que tiene menos niveles de participación, menos acceso a la cultura. Somos un país que tiene muy pocos niños, donde nacen cada vez menos niños. Nos parece también que este es un fenómeno más estructural de Uruguay. A mediados de los 80 se planteó el tema de la infantilización de la pobreza en Uruguay; eso ya es algo sabido, sin embargo no tenemos una política de Estado o una política pública, digamos, una política país u objetivos país en torno a la infancia y la adolescencia. Esa es nuestra preocupación de largo o mediano plazo más estructurada, como sociedad civil.
Hay temas de agenda, que son los que proponemos discutir en esta semana, que tienen que ver con la cuestión de la salud mental. En la pandemia el sector más afectado fue el de la infancia y la adolescencia, los efectos recién se están empezando a ver. Ese es un tema que nos preocupa mucho. También todo el tema de las violencias, en plural. La violencia intrafamiliar, los efectos de la violencia basada en género en niños, niñas y adolescentes, la violencia institucional, la violencia comunitaria o callejera, todo lo que es los homicidios y las muertes violentas, el suicidio. Las cuestiones ligadas a la educación y las dificultades de acceso a la educación.
Ante esta ausencia de objetivos a nivel país, ¿por dónde se debería comenzar?
Paula Baleato: Estamos haciendo un llamado a establecer un gran acuerdo nacional. Nos parece que debería declararse cierta emergencia social en relación con la situación de las infancias y las adolescencias. Este gran acuerdo debe tener como base el sistema político de manera transversal. El sistema político, más allá de lo declarativo, no prioriza la infancia y la adolescencia.
¿Qué opinan del proyecto de ley de garantía para la protección de la primera infancia, infancia y adolescencia?
Paula Baleato: Lo estamos analizando. Sí creemos que es necesario avanzar hacia un sistema que el país no tiene. El país no tiene un sistema nacional de promoción y protección a la infancia. Nosotros tenemos un problema en la institucionalidad, tenemos una institucionalidad muy vieja, que viene siendo reformada, pero esas reformas se agotan cada cinco años. Cambian las administraciones de gobierno y, al no tener objetivos de mediano y largo plazo, viene una administración, conoce la institución, hace una reforma, se va, viene otra. Incluso aunque sean del mismo partido político, hay problemas en ese sentido. Por eso creemos que es necesario avanzar en espacios de integralidad. Tener una institucionalidad que permita ver la integralidad de la situación de la infancia y la adolescencia, que desarrolle políticas tanto de protección para la vulneración de derechos como de promoción, porque la política no es sólo para resolver problemas, es para garantizar derechos. Los sectores medios y altos también son ciudadanos.
En ese sentido, ¿puede representar un problema que este proyecto se enfoque únicamente en la protección?
Paula Baleato: No. Nosotros como plataforma no tuvimos un análisis en profundidad de ese proyecto. Sí es un proyecto que por lo menos plantea y pone arriba de la mesa estas cuestiones. La necesidad de la integralidad, la necesidad de avanzar. La integralidad es más que la suma de las partes, y nosotros hasta hoy solamente hacemos suma de partes, suma de sectorialidades. Pero entre las sectorialidades se cae la persona, muchas veces. Entre el alumno, el paciente, el usuario de la salud...
Teresa Supervielle: Somos bien conscientes, y la experiencia lo demuestra, de que no basta que sea aprobado un proyecto de ley, después tiene que ser implementado. Por ejemplo: el caso del proyecto de ley de salud mental, hay mucha dificultad después. Esto no pasa sólo en Uruguay, pero nosotros desde la sociedad civil tenemos que marcar las carencias, las fallas. Podemos reconocer que se hacen cosas bien desde el Estado, pero hay que no sólo contar con leyes, después hay que regularlas y aplicarlas, y hay muchas leyes que quedaron en letra muerta en el Parlamento. Hay otro proyecto de ley que tiene que ver con niños prematuros, proyectos que son muy valiosos, que vienen de distintos sectores políticos. Nosotros desde la sociedad civil trabajamos con todos los sectores políticos, porque ellos cambian, los gobiernos cambian, pero nosotros estamos siempre.
Paula Baleato: En esto de por dónde ir, creo que el proyecto tiene algo positivo: plantea la cuestión presupuestal. Es algo que venimos planteando, la necesidad de tener un presupuesto con perspectiva de infancia. Hoy, si uno busca en el presupuesto nacional cuánto se invierte en infancia, tiene que ir a recorrer los distintos organismos para ver las inversiones.
Teresa Supervielle: En ese sentido, hubo mucha dificultad para entender a dónde iban los famosos fondos suplementarios que se votaron para primera infancia y cuidado, los famosos 50 millones. Había que ir a la Rendición de Cuentas y esto estaba desperdigado en distintos artículos. Los mismos legisladores reconocieron que tuvieron dificultades. Es muy importante para la sociedad civil, sean cuales sean los gobiernos de turno, que haya mucha transparencia en la gestión y que la ciudadanía tenga posibilidad de entender a dónde van los fondos públicos. No estoy diciendo que no se está haciendo un intento, pero la forma anticuada en que funcionan las instituciones hace que sea muy difícil entender dónde se aplican. Dicen “hay un presupuesto adicional de 50 millones de dólares anuales para primera infancia”, pero ¿dónde se ejecutó? Después te das cuenta de que no se ejecutó esa plata, pero eso es una carencia del sistema más que de los gobiernos de turno.
¿Realmente sucede en todos los gobiernos?
Teresa Supervielle: Nosotros tratamos de ser ecuánimes porque dentro de nuestras organizaciones están representadas todas las tendencias, pero lo que te puedo decir, por ejemplo a nivel de sistema de cuidados, es que cuando se creó el sistema en 2015 y en los años siguientes hasta que terminó la administración anterior, el Ministerio de Desarrollo Social [Mides] y la Secretaría de Cuidados sacaban mensualmente un boletín donde decía cuántos CAIF se habían inaugurado, cuántos asistentes personales para la dependencia se había contratado, cuántas personas estaban en lista de espera. Teníamos una visión bastante cercana a la realidad, porque tampoco se puede abrir y cerrar establecimientos, pero ahora eso no lo tenemos. Tenemos que reclamar permanentemente información y se nos brinda o no se nos brinda.
Paula Baleato: Para este período, en la campaña electoral de 2019, la Asociación Nacional de ONG Orientadas al Desarrollo y el Comité de los Derechos del Niño, que son dos de las organizaciones fundadoras de la plataforma, lanzamos una agenda de diez puntos que nos parecía deberían ser las prioridades en materia de infancia para el período 2020-2025. Esa agenda después se compartió en la plataforma y está como para actualizar. En esa agenda ya estábamos planteando problemas que todavía están. Nuestra perspectiva no es que estamos ante problemas coyunturales que responden a este gobierno en particular, no es esa la visión. La visión es que existe una dificultad que es estructural: no son prioridad los temas de infancia, las políticas en general han sido de manera focalizada. En esos diez puntos, algunos de los más relevantes son contar con un sistema nacional de promoción y protección a la infancia, hacer una reforma institucional, jerarquizar políticamente a la infancia. Tenemos que tener en una misma mesa, sentados, al Ministerio de Vivienda [y Ordenamiento Territorial], al INAU [Instituto del Niño y el Adolescente de Uruguay], al Mides, a la OPP [Oficina de Planeamiento y Presupuesto], a los ministerios de Educación [y Cultura] y de Salud [Pública].
Ya que mencionás la educación, ¿cómo evalúan la reforma educativa? ¿Cuál podría ser su incidencia?
Paula Baleato: No tenemos una postura específica en relación a la reforma. Sí una preocupación con relación a la segmentación educativa y a la diferencia en los logros escolares según sector social, a los modelos expulsivos que hay en las instituciones, sobre todo en los sectores de mayor dificultad. También vemos mucha dificultad en los modelos institucionales para retener a la población. Tenemos una dificultad histórica de egreso.
Teresa Supervielle: Sí, sobre todo en Secundaria, pero es cierto que todavía no nos hemos dado el tiempo, porque los problemas son múltiples y a veces más agudos de analizar, [para pensar] cuál podría ser la incidencia de la reforma educativa. Es un debe que tenemos.
¿Qué se espera luego de esta semana?
Teresa Supervielle: La actividad se inscribe dentro de objetivos a mediano plazo, porque si bien el centro de esta actividad son los niños, niñas y adolescentes, un objetivo indirecto es también fortalecer la plataforma como tal, como interlocutor frente al Estado, la opinión pública en general, los medios de comunicación. Por ejemplo, nos proponemos seguir trabajando con el Parlamento, además de que el Parlamento se renovó muchísimo desde las últimas elecciones. Hay muchos parlamentarios que todavía no pusieron, como dijo Paula, el tema de la infancia en su agenda. Y si no empujamos un poquito, no lo van a poner. Entonces, en el marco de esto, pensamos organizar también con ellos y con el conjunto de los representantes nacionales alguna movida donde estarían, por supuesto, participando niños, niñas y adolescentes, pero para que el espectro político se movilice un poquito más. La situación es compleja y si se deja pasar mucho tiempo sin unas políticas fuertes de protección a la infancia, va a ser mucho más difícil de recuperar. Por eso hablamos de emergencia, es urgente cambiar el rumbo.