El martes 5 de abril, apenas se supo que la Junta Departamental de Canelones aprobaría el fideicomiso de 44 millones de dólares con el voto del edil blanco Juan López, una de las primeras llamadas que recibió el intendente canario Yamandú Orsi fue la de su colega de Río Negro, el nacionalista Omar Lafluf.

“Llamé a Yamandú porque soy su amigo. Le dije que él había sacado su fideicomiso y yo acá seguía trancado. Dos veces se hizo el pedido en la Junta y me lo rechazaron. Necesitamos un gesto de buena voluntad de los ediles del Frente Amplio [FA]”, lamentó Lafluf, entrevistado por la diaria.

El intendente del Partido Nacional (PN) asegura que una deuda de 5,5 millones de dólares que dejó la anterior administración frenteamplista le genera “muchos problemas” a su tercer mandato en la comuna rionegrense. “Necesitamos que nos habiliten plazos para pagar; estoy pidiendo diez años, con un año de gracia. Por una deuda que no generamos nosotros estamos resignando un millón de dólares anuales para obras. Esperamos que la situación cambie después de Semana de Turismo”, reclamó.

Para una salida de ese tipo, el gobierno departamental necesita contar con al menos 21 votos en la Junta Departamental. En esta legislatura, el PN tiene 16 ediles, el FA tiene 13 y hay dos representantes del Partido Colorado (PC). Desde la bancada opositora ya le transmitieron a Lafluf que mantendrán una postura como bloque, sin fisuras.

El peso de esta deuda, según Lafluf, le ha generado problemas desde que asumió el gobierno, en noviembre de 2020. “Tenía que pagar los sueldos de diciembre y la partida del gobierno nacional estaba cedida a favor del BBVA”, recordó.

Lafluf definió su relación con el anterior intendente, el frenteamplista Oscar Terzaghi, como “buena, correcta”. “No tengo una amistad, aunque fuimos vecinos durante añares en Young. Hace unos días lo invité a la despedida de René Boretto y ahí nos vimos. La relación es correcta”, respondió el jefe comunal. Boretto (1947-2022) era un historiador nacido en Fray Bentos (entre otras cosas, fue artífice del Museo del Frigorífico Anglo) que falleció el 4 de abril; además de Terzaghi, en el homenaje estuvieron los exintendentes colorados Francisco Centurión y Rubén Rodríguez.

Para Lafluf, sin embargo, el problema no son las relaciones personales, sino la necesidad de que la oposición frenteamplista tenga un “gesto” como bancada. “En un departamento chico, como el nuestro, un millón de dólares anuales es mucha plata. Es muy duro sacar todos los meses tres millones de pesos, que seguramente se gastaron en generar obra al final del período, para ver si nos ganaban la elección. Un millón de dólares son 100 cuadras de bituminosa”, comparó Lafluf. El intendente admitió que la situación “es complicada” y puso como ejemplo los reclamos por obras en zonas rurales. “Río Negro es un departamento agropecuario, tenemos 2.500 kilómetros de caminería rural. Y la gente tiene que sacar la producción, tenemos un problema ahí”, añadió.

Reelección descartada

Lafluf está en su tercer mandato al frente de la Intendencia de Río Negro. Gobernó el departamento de 2005 a 2014 y luego tuvo un período en la Cámara de Diputados (2015-2020). Podría aspirar a un cuarto mandato pero ya decidió que no lo hará. “No estoy para la reelección, ya le prometí a mis hijos que no voy a tirarme”, anunció.

La doble coordinación en Diputados y el “ala wilsonista”

También el martes 5 se supo que la bancada de Diputados del PN empezaría a tener dos coordinadores: Pedro Jisdonian por el sector mayoritario Todos (Aire Fresco, lista 40 y Herrerismo) y Álvaro Viviano del movimiento Por la Patria (PLP), en representación de una minoría de ocho diputados.

Uno de ellos es el diputado blanco de Río Negro Eduardo Lorenzo, que asumió la banca cuando Lafluf fue electo intendente. Ambos pertenecen a PLP, la corriente que Lafluf refundó junto al senador Jorge Gandini. “Fue algo que hablamos con el diputado y con lo que estoy 100% de acuerdo. Siempre hubo dos alas en el PN, siempre tuvimos dos coordinadores de bancada y siempre se trabajó perfectamente bien de esa manera”, manifestó Lafluf. En plan de quitarle dramatismo a la situación, el exdiputado recordó que en anteriores legislaturas el PC también tenían doble bancada (en aquel momento, de Propuesta Batllista y Vamos Uruguay).

Lafluf, sin embargo, reconoció que este movimiento tiene puntos de contacto con la necesidad de equilibrar la correlación de fuerzas en el PN. “El partido precisa tener un ala wilsonista fuerte. Necesita tener líneas, con matices, porque es lo que le da fuerza. Es lo que hacen todos los partidos; en el FA hay una cantidad de corrientes, todas tienen su impronta y sus definiciones, y todo confluye después en una definición partidaria”, reflexionó.

El intendente de Río Negro reconoció que han habido reuniones entre dirigentes de PLP, Alianza Nacional y el antes llamado “grupo de los intendentes” para empezar a configurar este espacio. “La veta wilsonista está presente en todo el gobierno, la tiene el presidente [Luis] Lacalle Pou, por la impronta de sensibilidad social que impuso. Conversaciones tenemos, es cierto, pero sin perder de vista que el partido es uno solo. No le vamos a restar ningún apoyo al gobierno porque entendemos que el rumbo es el correcto y porque consideramos que el gobierno tiene esta sensibilidad wilsonista”, aclaró.

Lafluf consideró que existe wilsonismo “en todos los grupos del PN y también fuera del PN”.

“Hay wilsonismo en todos lados porque Wilson dejó una huella impresionante en este país. A todos nos cautivó Wilson Ferreira, no sólo por el discurso, sino por lo que pensaba y hacía. Algunos lo tenemos más presente y otros menos, pero está en todos lados. Wilson pensó el país 50 años para adelante en 1963, y es lo que tenemos que volver a hacer hoy”, opinó.

Entre otras cosas, Lafluf destacó la etapa de Ferreira Aldunate al frente del Ministerio de Ganadería y el impulso que le dio a la Comisión de Inversiones y Desarrollo Económico. “La impronta de los organismos de investigación agropecuaria, la estación de La Estanzuela, un montón de cosas. Wilson fue de los primeros que empezó a hablar de la forestación con sentido industrial, de la logística y los puertos, y llevó al Parlamento la discusión del precio de la carne, los granos, la leche. Tenemos que recuperar esa forma de ver el país”, propuso.

Según el dirigente de PLP, muchas veces se ha querido “instalar la idea” de que el PN “no tiene una concepción social”, algo que “no es correcto”. “Tenemos una impronta social muy fuerte, en todo el PN y en el wilsonismo en particular. Igualdad, equidad y justicia social son valores importantes para nosotros; cuando hablamos de crecimiento económico no es para que se la lleven diez o 15”, opinó.

Lafluf definió al wilsonismo como el “justo término” entre el estatismo y el libre comercio, y lo graficó desde una experiencia local: “Hace mucho tiempo que vengo peleando por el puerto [en Fray Bentos], básicamente para que haya trabajo. Necesito, sí, algunos malla oro que exporten granos, pero también necesito un Estado que me haga el dragado, si no estoy sonado. Ese es el equilibrio que tenemos que tener”.

Lafluf también puso como ejemplo la preocupación por las políticas de vivienda y recordó los aportes que hizo el arquitecto wilsonista Miguel Cecilio desde la Secretaría de Asuntos Sociales del PN. “Para nosotros es algo clave. En este gobierno tenemos la impronta de un presidente y de un programa de gobierno, no es una agenda sólo del Ministerio de Vivienda o de la ministra [Irene Moreira]. Los intendentes vemos todos los santos días el problema de vivienda que dejó el FA después de 15 años”, puntualizó.

El papel de Gandini

Corría noviembre de 2017 y los entonces diputados Lafluf y Gandini relanzaban el Movimiento Nacional Por la Patria, sublema con el que Ferreira Aldunate compitió en las elecciones de 1971. Cuatro años y medio después de aquella presentación, Lafluf considera que PLP tiene que ser “un motorcito que vaya uniendo ideas y pensamiento” para revitalizar una corriente wilsonista. “En el PN hay una pata que está muy fuerte y armada, y tenemos que consolidar la otra”, resumió el intendente de Río Negro.

En este proceso, según dijo, el senador Gandini tiene un papel para desempeñar, en tanto líder de PLP y “una de las figuras importantes que tiene el partido” a nivel nacional. “Pero ojo, no estamos diciendo ‘Gandini tiene que estar a la cabeza’, para nada. En lo personal, lo considero uno de los mejores legisladores que tenemos, un gran estudioso y una locomotora de trabajo. Tiene cabeza, sabe para dónde tiene que ir la cosa. Pero nuestra función ahora tiene que ser agrupar a todos los que más o menos están en una línea para después, junto al resto del partido, volver a ganar” en 2024, detalló Lafluf.

En su opinión, hay varios intendentes y “cientos de dirigentes” que se identifican con el wilsonismo en todo el país, pero todavía no es momento de resolver liderazgos. “Hay que ir despacio con los nombres, no se puede poner la carreta delante de los bueyes”, finalizó.

“Muy buena relación” con Orsi

La llamada al intendente de Canelones en la noche del martes 5 refleja el vínculo fluido y la confianza entre ambos jerarcas. “Cuando Yamandú vino por la campaña del Sí llegó hasta casa en Fray Bentos y nos jorobábamos porque tenía un cartel por el No. La verdad es que tenemos una muy buena relación”, admitió.

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