Un día antes de que se cumplan 107 años del inicio del genocidio armenio a manos de los Jóvenes Turcos del entonces Imperio otomano, el canciller uruguayo, Francisco Bustillo, se reunió con su par turco, Mevlüt Çavuşoğlu, en la inauguración de la Embajada de Turquía en Uruguay.

A la salida, el jerarca turco vio a los manifestantes de la comunidad armenia en Uruguay que se encontraban protestando en el exterior de la embajada. Tras subir a su vehículo, por la ventanilla se rio de ellos y posteriormente gestualizó con sus manos el símbolo de los Lobos Grises, una organización paramilitar proturca que ha protagonizado varios ataques a ciudadanos armenios en Europa.

La semana pasada, Bustillo le había informado a representantes de la Colectividad Armenia del Uruguay que Çavuşoğlu visitaría el país en días próximos a la conmemoración del genocidio armenio. Los integrantes de la colectividad consideraron que la decisión del canciller turco no era coincidencia, ya que el gobierno de Recep Tayyip Erdoğan niega el genocidio armenio.

Esta tarde, la comunidad se concentró frente a la nueva embajada turca, ubicada frente a la plaza Matriz, que en su fachada tenía colgadas tres banderas: la de Turquía, una con el rostro de Erdogan y otra con un retrato de Mustafá Kemal Atatürk, el primer presidente de la República de Turquía, en 1923, y que en los dos años previos, durante el genocidio armenio, se desempeñó como primer ministro.

Federico Waneskahian, integrante del Consejo Causa Armenia del Uruguay, dijo a la diaria que “el hecho es escandaloso” porque los Lobos Grises son “una formación dedicada a la persecución y el ataque a opositores dentro y fuera de fronteras” que en la actualidad “se encuentra en la mira en varios países de Europa por los ataques que permanentemente realiza contra las instituciones y los miembros de la colectividad armenia de esos países”.

Para Waneskahian, “reivindicar a una organización terrorista frente a manifestantes armenios al salir de un encuentro que es parte de la agenda oficial que realizó en Uruguay demuestra que esta visita no tenía nada que ver con la firma del pretendido tratado de libre Comercio que se encuentran negociando, sino que tenía un fin claramente propagandístico y de provocación a la comunidad armenia, que en estos días está conmemorando un nuevo aniversario del genocidio armenio”.

Además, Waneskahian señaló que la presencia de los retratos de Atatürk y Erdogan “es indignante y demuestra el objetivo de esta visita, que es reivindicar políticamente el legado del genocidio armenio como crimen y no desde el punto de vista de la justicia, como hacemos los armenios”.

Waneskahian explicó que la colectividad armenia considera que lo hecho por Çavuşoğlu es incitación al odio y que el hecho de que en Uruguay, que fue el primer país en reconocer el genocidio armenio, el canciller turco “se sienta con la impunidad de reivindicar el terrorismo e incitar al odio a ciudadanos uruguayos” es algo que “merece la máxima condena, no solamente de quienes lo recibieron en esta fecha, demostrando una falta de oportunidad total, sino también de todo el espectro político, porque si este hecho permanece sin consecuencias abre paso a que la acción de Turquía se profundice en al línea de continuar el hostigamiento contra nuestra colectividad”.

Pasadas las 18.30 de este sábado, fuentes de la cancillería uruguaya informaron a la diaria que Bustillo convocó al embajador turco en Uruguay para el próximo lunes a las 11.00 para discutir lo sucedido a la salida de la embajada.

A su vez, la senadora frenteamplista Liliam Kechichian, que forma parte de la colectividad armenia, anunció que promoverá la convocatoria de Bustillo al Parlamento y afirmó en Twitter que lo hecho por el canciller turco fue “un mensaje de odio a la colectividad armenia que se manifestaba pacíficamente”.

Lobos Grises

Manifestación de integrantes de la comunidad Armenia frente a la embajada de Turquía, en la Ciudad Vieja.

Manifestación de integrantes de la comunidad Armenia frente a la embajada de Turquía, en la Ciudad Vieja.

Foto: Federico Gutiérrez

Las operaciones de los Lobos Grises, una organización ultranacionalista turca, datan al menos del año 1968 y tienen presencia en países como Azerbaiyán, Chipre, Israel, Turkmenistán, Irak y Siria, además de Turquía y algunos países de Europa Occidental como Francia y Alemania.

Fue justamente en Francia, en 2020, que la organización fue prohibida, luego de una serie de ataques contra integrantes de la comunidad armenia entre los que se incluyeron daños al monumento que conmemora el genocidio armenio en Lyon y un ataque con martillos y cuchillos a manifestantes contra la invasión en Nagorno Karabaj que dejó diez heridos y destrozos a locales comerciales de miembros de la comunidad armenia, también en Lyon.

Los Lobos Grises también estuvieron vinculados con el atentado contra el papa Juan Pablo II en 1981, ya que el perpetrador, Mehmet Ali Ağca, era simpatizante de ese grupo.

Reunión

Manifestación de integrantes de la comunidad Armenia frente a la embajada de Turquía, en la Ciudad Vieja.

Manifestación de integrantes de la comunidad Armenia frente a la embajada de Turquía, en la Ciudad Vieja.

Foto: Federico Gutiérrez

Durante la reunión entre Bustillo y Çavuşoğlu, los cancilleres discutieron la “firma de convenios bilaterales, visitas recíprocas de altas autoridades de ambos países, la apertura de embajadas residentes y también la negociación de instrumentos que permitirán incrementar y facilitar el comercio y las inversiones”, según informó la cancillería en un comunicado.

“La decisión de elevar el nivel de las representaciones diplomáticas constituye una señal importante para los sectores económicos, sociales y culturales de ambos países, reflejando claramente la voluntad de ambos gobiernos de enriquecer aún más los intercambios bilaterales. Las Embajadas brindarán un apoyo fundamental para lograr tales objetivos”, señaló el Ministerio de Relaciones Exteriores, y agregó que se firmó el “Acuerdo de promoción y protección recíproca de inversiones”, que será “un instrumento de especial importancia para favorecer el desarrollo de actividades empresariales y la radicación de capitales en emprendimientos productivos que generen empleo y comercio para ambos países”.