La falta de inversión industrial en el interior del país y la necesidad de multiplicar las oportunidades de formación terciaria en el territorio fueron dos de los asuntos en los que se enfocó el expresidente José Mujica al cerrar en la noche del viernes, en el club Artigas de Florida, el panel “Descentralización y federalismo en el Uruguay del siglo XXI”, en una actividad organizada por el Movimiento de Participación Popular (MPP) en el marco de su 11º Congreso Nacional. “Es un tema que lo tiene que discutir el país en todas partes, y tenemos que encontrar algún punto de concordancia como mínimo, porque de lo contrario la quedamos”, dijo Mujica, quien cerró la mesa luego de la participación de la edila de Durazno por el MPP María Laura López; el intendente de Canelones, Yamandú Orsi; la senadora Sandra Lazo; el exintendente de Florida Juan Francisco Giachetto; y el intendente de Durazno, el nacionalista Carmelo Vidalín.
La centralidad como consecuencia del proceso histórico uruguayo estuvo en la mayoría de los discursos, rascando incluso en décadas y hasta en siglos previos a la Constitución de 1830, calificada por Orsi y Vidalín como “centralista”. Precisamente, Vidalín y Orsi fueron los que más se detuvieron en este aspecto. El intendente blanco le pidió disculpas y permiso al canario para hablar sobre historia, y hasta se salió de protocolo: “Si no, no soy yo”, dijo, para pararse junto a un cartel tal como un docente al lado de una lámina. “¿Ven esto? Es un Blanes... y si no es un Blanes, pego en el palo”, comentó después para despertar la carcajada del público, y aventuró que se trataba del cuadro La aurora. “La aurora implica que vamos a salir de la oscuridad que puedan estar viviendo algunos orientales que no quieren que los uruguayos estemos unidos y que por encima de ideologías y de partidos políticos seamos capaces de conjugar adecuadamente el verbo servir: servir a la gente y no servirse de la gente”, dijo Vidalín, quien esperó que el panel tuviera segunda vuelta: “Si hay retruco, juego”.
Más allá de los partidos
Los dirigentes políticos que participaron de la actividad coincidieron en la necesidad de atravesar barreras partidarias para discutir temas que afectan a todo el país. Sobre eso, Mujica fue especialmente enfático en varios tramos de su discurso, lo mismo que Orsi. Pero por sobre todo, el expresidente hizo un llamamiento a “apuntar a ser un país desarrollado que tenga los medios necesarios para poder meter en la cabeza de nuestros muchachos”, asumir que “la enseñanza tecnológica y científica es cara”. “Sé que la enseñanza no se arregla con plata, pero menos se puede arreglar sin plata”, sostuvo Mujica, y desde el público alguien apuntó: “Ni con recortes”. “Tenemos que desarrollarnos, entre otras cosas -prosiguió Mujica-, justamente para tener recursos para eso: para invertir en la cabeza de los muchachos”.
“Yo no les estoy hablando a mis compañeros”, remarcó. “Este no es un problema de blancos, colorados, verdes o amarillos; este es un problema país”. “Tenemos que desarrollarnos en Uruguay, pero para desarrollarnos tenemos que jugarnos por el interior, porque el primer salto es luchar por la economía real, la que produce cosas. Hay que invertir para producir, no puede ser que el interior genere recursos y no haya inversión para industrializarlos”, afirmó. “Tenemos que llevar trabajo, y trabajo industrial al interior, multiplicar la productividad, pero meterle ciencia. Vender talento, inteligencia. Industrializar no necesariamente es llenarse de chimeneas”, señaló Mujica, preocupado porque “nos estamos desnacionalizando la ganancia. El rentismo es una enfermedad de no encontrar una oportunidad para arriesgar”.
En tal sentido, consideró que “el Estado tiene que ser socio. Tenemos el modelo chino a la vuelta de la esquina, y otros”. Hay allí “un Estado que en lugar de poner impuestos, cobra dividendos, porque es socio en casi todas las actividades. ¿Por qué no pensar fábricas, poner inversión en el interior, en las que el Estado tiene una parte y el capital privado, uruguayo, oriental, tiene otra?”. “Si no descentralizamos la plata y la enseñanza, lo demás es verso”, remarcó.
Tres desafíos
No se habían apagado los aplausos al discurso de Mujica cuando Vidalín tomó nuevamente el micrófono para asumir el compromiso de “recoger tres desafíos para el país. Voy a ir a plantearlo a mi partido, al Directorio que integro”, dijo, para después enumerarlos. El primero es “exhortar a la inversión de aquellos que tienen mucho dinero y darles la tranquilidad de que venga el gobierno que venga, los vamos a proteger en la medida en que inviertan y que generen trabajo. Busquemos a alguien que pueda escribir algo sobre eso, y a trabajar”, señaló el intendente de Durazno. Su comentario venía a cuento de una intervención anterior de Mujica, quien dijo que algunos capitales uruguayos eligen invertir en el exterior cuando al país le está haciendo falta inversión.
El segundo desafío planteado por Vidalín fue proponerse, “de aquí a ocho meses o un año, buscar manos solidarias, seres magnánimos, que saquen de sus bolsillos para aportar y generar o crear institutos de enseñanza en el interior profundo de nuestro país”. Hubo aplausos, pero también se colaron, desde el público, reclamos por el presupuesto de la Universidad de la República. “El tercer desafío es seguir trabajando desde el Congreso de Intendentes para que haya más descentralización con recursos”, añadió.
Desde el territorio
Orsi fue el que utilizó más tiempo para hablar de la construcción histórica del centralismo en Uruguay, con un devenir normativo que ha llevado a que “hoy las tareas que hacen los gobiernos departamentales sean infinitas. Nos metemos hasta en temas de seguridad y ponemos cámaras y todo eso”. “Eso ha hecho que desde el territorio aparezcan reclamos de hacerse cargo de un montón de cosas. ¿Pero los recursos? ¿Las potestades? Los gobiernos departamentales son las pistas de aterrizaje de las políticas todas”, enfatizó, subrayando que constantemente ha visto, en el Congreso de Intendentes, “que a la hora de reclamar lo que es de uno, no hay colores. Las bancadas tironean y los partidos tironean, pero cuando hay que pelear... He visto cómo actores políticos de un partido y de otro se plantan frente al gobierno nacional, que de repente es el propio, para reclamar lo que la gente pide allá. Esa tensión permanente está y hay que seguir analizándola, porque además acertadamente se introdujo un nuevo componente: los municipios, y ahí tiene que ver con la concepción que cada uno tenga”.
A propósito, sobre la creación de los municipios, Giachetto enfocó su intervención en lo que, entendió, fue un apresurado avance del primer gobierno de Tabaré Vázquez sobre el tercer nivel de gobierno. Argumentó que convendría haber esperado una gestión de gobierno departamental para mejorar las posibilidades electorales del Frente Amplio en el territorio.