“A principios de julio se terminará el hacinamiento”, pronosticó el entonces ministro del Interior, Eduardo Bonomi, el 10 de mayo de 2019, en ocasión de la inauguración de la Unidad 19, cárcel de Florida. Las previsiones no se cumplieron, pero durante meses ese establecimiento funcionó como una “cárcel modelo”, que se vinculó con la comunidad floridense, ganó premios y generó espacios abiertos para las personas privadas de libertad. Allí está recluido el exjefe de custodia presidencial Alejandro Astesiano, imputado en setiembre de 2022, y desde esta semana el exsenador nacionalista Gustavo Penadés.
Ubicada cerca de la ruta 5, la cárcel tiene capacidad para 173 internos y cuenta con cuatro sectores, cada uno de ellos con capacidad para 30 personas: reincidentes (A), primarios (B), ofensores sexuales y de género (C) y personas con riesgo de seguridad (D). Además, hay un sector de barracas, donde funciona un régimen de reclusión más abierto, por fuera del doble perímetro donde se ubica el carcelaje, y un sector para madres con hijos, que cuenta con cambiadores y cunas.
Comedor, salón de clases, patios externos, cocina, consultorio, una chacra, un taller de carpintería, un invernadero: se trata de una cárcel “de puertas abiertas” y, según relataron a la diaria personas vinculadas a ese establecimiento, las celdas permanecen abiertas durante la mañana y la tarde. Al mismo tiempo, cuenta con instalaciones de seguridad de última generación, cámaras 360, sensores en los tejidos perimetrales, sensores de humo.
Durante la gestión de Omar Vera al frente de la cárcel, entre agosto de 2019 y marzo de 2021, el establecimiento ganó el premio al mejor equipo de dirección del Instituto Nacional de Rehabilitación, entre otras condecoraciones. Se realizaron convenios con la Intendencia de Florida para generar trabajo para los privados de libertad, estos también salieron a hacer deporte extramuros y se impulsó el trabajo en la chacra para el autoabastecimiento –en un momento se proveyó también a Aldeas Infantiles–.
La cárcel albergó a personas de alto perfil, como el exdueño de Fripur Alberto Fernández, procesado por fraude, y el futbolista Nicolás Schiappacasse, preso por tráfico de armas. Más recientemente ingresó el chofer del exdirector de Convivencia y Seguridad Ciudadana Santiago González y Alejandro Astesiano. Según supo la diaria, Astesiano y Penadés están en el mismo sector, el destinado a las personas con prisión preventiva; en el caso del exsenador, no está con el resto de los ofensores sexuales, que se ubican en un sector aparte. Al lugar donde está Astesiano “lo separa una pared” del lugar donde está Penadés. “Es más, si dejan la puerta abierta del P1 pueden dialogar por la reja del acceso”, ilustró una fuente cercana al establecimiento.
“Una cárcel muy correcta”
El comisionado parlamentario penitenciario, Juan Miguel Petit, dijo a la diaria que la unidad de Florida es “una cárcel muy correcta”. “Tendrá 130 personas, 120 hombres y 20 mujeres, funciona toda en una planta baja, no hay hacinamiento”, detalló. Explicó que se trata de un modelo “muy parecido a la cárcel de Soriano y a la de Lavalleja”, con celdas con capacidad para seis personas, con un patio común. “Es muy tranquilo, no ha habido episodios de violencia”, afirmó Petit.
Las personas que son privadas de libertad en la zona metropolitana ingresan al Centro de Ingreso, Diagnóstico y Derivación (CIDD) del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), que funciona en la Unidad 1 Punta de Rieles, y allí se determina –en un plazo que va de 72 horas a varios días– a qué cárcel van a ir según su perfil. En ese plazo se realizan exámenes médicos y entrevistas. Sin embargo, Penadés fue directamente a Florida.
Sin referirse al caso en particular, el comisionado parlamentario apuntó que en los casos de “figuras notorias” no se las puede derivar “a cualquier lugar, porque el riesgo es evidente”. Apuntó que “las cárceles más tranquilas”, como las de Durazno, Florida y Lavalleja, son “lugares de cierta normalidad, donde podés manejar situaciones que requieren previsiones”.
Penadés puede continuar preso, según pericia
Las pericias médicas realizadas por el Instituto Técnico Forense sobre el estado de salud de Penadés determinaron que está en condiciones para esperar el proceso en prisión preventiva, según informó Subrayado.
El informe, que fue realizado a partir de un examen médico al exsenador, determinó que los tratamientos que requieren la afección cardíaca y la diabetes que padece pueden ser brindados adecuadamente en el establecimiento carcelario.
Cuando la jueza Marcela Vargas tomó la decisión de imputarlo con prisión efectiva por 180 días ya conocía la historia clínica de Penadés, por lo que la discusión sobre la medida cautelar pasó principalmente por la capacidad del sistema carcelario para brindar el servicio de salud que requería.