La secretaria general de la comuna, Olga Otegui; el director de Desarrollo Ambiental, Guillermo Moncecchi; y el director de Desarrollo Urbano, Martín Delgado, recibieron a la diaria poco después de que el MA les confirmó la instalación de un ámbito de coordinación. El escrito de la comuna que solicitó el diálogo es abundante en expresiones como “no se deben comenzar las obras”, “no avalar” y “no sería aceptable”, por citar ejemplos. Su vigencia futura, en buena medida, dependerá de la mesa de intercambio que comenzará a funcionar en breve.

¿Cuál es la postura inicial de la IM?

Olga Otegui: Este proyecto que estaba presentado ante la Dinacea tiene una arista jurídica, tiene una mirada de planificación, de desarrollo urbano, y una mirada ambiental no menor. Se conformó un equipo de trabajo y lo que vimos es que claramente, así como está, el proyecto tiene un impacto en los espacios públicos, en Montevideo y su paisaje en general, muy importante. Encontramos, también, una cantidad de información insuficiente. Consideramos que está faltando [evaluar] el impacto territorial, ambiental, social, que no se presentó. Son todas solicitudes que estamos haciendo para poder, recién entonces, evaluar.

Martín Delgado: La Ley de Ordenamiento Territorial indica que las operaciones significativas tienen que estar coordinadas con los gobiernos departamentales y su legislación. Como nuestra legislación indica que este tipo de operaciones requieren impacto territorial, la IM entiende que debe presentarse un procedimiento departamental de impacto territorial. La introducción legal es muy sólida, son normas de niveles de gobierno distintos, pero no es que lo departamental queda debajo de la ley: están al mismo nivel. Entonces, está bueno encontrar en esa legislación departamental, por ejemplo, las directrices de 2013. En el último párrafo, dicen: “Abordarán visiones estratégicas y actuaciones en común, entre el gobierno departamental y las entidades públicas localizadas en el entorno de la bahía”.

Ciudad de vistas obturadas

La IM hizo dos fotomontajes para comparar la vista actual de la bahía y el cerro de Montevideo desde la rambla y Guaraní y desde la escollera Sarandí, con la vista que surgiría de tras las obras. ¿Con base en qué elementos se llegó a ese comparativo, que arroja diferencias importantes?

Martín Delgado: Montevideo tiene postales muy importantes, una es aquella en la que se ve la bahía con el Cerro de fondo. La escollera es el lugar desde el que se puede ver esa postal, y por eso elegimos ese encuadre. Cuando alguien pasea es normal que haya múltiples puntos de vista, pero cuando uno elige ver esa postal va a lugares específicos. Entendemos que esta operación impacta sobre ese patrimonio que tiene Montevideo, que es entender la historia desde la plaza Independencia, atravesando [la calle] Sarandí, la Ciudad Vieja, los espacios fundacionales, hasta salir por la escollera y unir la bahía y el Cerro.

¿Qué documentos se usaron para proyectar las imágenes de las nuevas vistas?

Martín Delgado: Es una tarea que arquitectos y estudiantes de Arquitectura que trabajan con nosotros como pasantes en la IM hacemos con naturalidad. Fue relativamente fácil hacer este fotomontaje, que es fidedigno. Fue hecho con modelos 3D, con las medidas que sabemos que tienen los elementos tanto en planta, visto de arriba, como las grúas y los contenedores. Es una construcción de una imagen de gran precisión.

¿Se basaron en los datos sobre el proyecto presentados por TCP?

Martín Delgado: Exacto. Y también en información pública. Hay imágenes en prensa de la maqueta que fue presentada en su momento.

La propiedad de la escollera es de la Administración Nacional de Puertos (ANP). ¿Puede intervenir la IM?

Olga Otegui: No creo que sea un tema que podamos ver según de quién es la escollera. A mí me sorprendió ver el estado en que está, realmente da pena lo mal mantenida que está... Lo que sucede es que no se puede ver la escollera por sí sola, como algo aislado, se tiene que ver en su totalidad. Está dentro de la rambla y hay un decreto que dice que la rambla es patrimonio nacional e incluye la escollera. Para nosotros, es la vista al Cerro, está en nuestro escudo nacional; son símbolos que tenemos que proteger.

En este siglo las vistas hacia la bahía y el Cerro han cambiado tras múltiples obras, como anteriores ampliaciones de TCP, la terminal de granos y la de UPM. A su vez, hay proyectos inmobiliarios en Bella Vista y portuarios en Capurro. ¿La IM está haciendo más hincapié en el aspecto visual ahora que antes?

Olga Otegui: Desde el momento en que asumimos, el equipo es el mismo, por lo tanto la mirada es la misma, no estamos haciendo más hincapié en un proyecto que en otro. Considerando también la mirada que nos corresponde como uruguayos, de que es un proyecto que le va a hacer bien al desarrollo económico del país y nosotros tenemos que contemplar esa parte, no lo estamos dejando de lado. No estamos diciendo “no”, estamos diciendo “conversemos, tenemos una sugerencia”. Como decías, capaz que la rambla hoy no está todo lo linda que nos gustaría, pero si podemos mejorarla, hagámoslo.

Entre otras normas, el documento de la IM menciona un decreto departamental que protege jurídicamente, entre otras, las vistas hacia la costa de las calles Washington y 25 de Mayo. Esas vistas ya han cambiado mucho. ¿No se han cuidado debidamente?

Martín Delgado: Si bien la bahía tiene un gran perímetro y las vistas han sido afectadas o transformadas por el desarrollo del puerto u otros desarrollos, este punto en particular es probablemente el más sensible. Es el extremo oeste de la península fundacional de Montevideo. Esos dos elementos hay que valorarlos. La liberación de las vistas por los contenedores es una exigencia, un reclamo del gobierno departamental frente al puerto, recurrente. Esta administración entendió que insistir con ese reclamo era pertinente.

Patrimonio, olas y movilidad

¿Les consta que ya exista aprobación de la Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación, como dijo el presidente de ese organismo, William Rey?

Olga Otegui: A nosotros, no. Por eso, parte de lo que estamos pidiendo es que se presente el informe de la comisión. Rey en algún medio de prensa hizo mención a algún acta que hablaba de esa evaluación. Nosotros solicitamos esa acta, una solicitud de acceso a la información pública, y no corresponde a lo que él decía. Por eso es que en nuestro escrito pedimos que se pronuncie la comisión, como tiene que ser.

¿Qué tanto valor tienen los pronunciamientos de la Comisión de Patrimonio? En su escrito, la IM menciona que en 2003 y 2004 ese organismo cuestionó obras anteriores y que estas igual se hicieron...

Olga Otegui: No voy a opinar sobre eso. Lo único que decimos es que hay una exigencia, la rambla y la escollera tienen valor patrimonial. Por lo tanto, estos proyectos tienen que pasar por la Comisión de Patrimonio, como pasan los nuestros, inclusive. No estamos emitiendo ningún juicio porque no nos corresponde.

¿Cuáles son las principales preocupaciones ambientales?

Guillermo Moncecchi: Hablamos de todo, no solamente de lo que se entiende como ambiental más de núcleo. Queremos más información. No estamos diciendo “esto va a romper la escollera”. Lo que estamos diciendo, es: “Explíquennos cómo no va a suceder ese tipo de problema”. En la audiencia pública [convocada por el MA el 24 de abril] se agregó información muy interesante y, justamente, lo que queremos es tener ese ámbito para entender mejor con nuestros técnicos cómo es ese impacto.

¿Por qué la IM tiene inquietudes con respecto a los eventuales efectos de la concreción de la obra sobre el banco de arena Arquímedes, ubicado a unos 30 kilómetros?

Guillermo Moncecchi: Porque tenés movimiento de arena para la obra. Saca arena del banco, agrega arena en otra zona, es decir que hay movimientos y afecta toda la zona costera del Río de la Plata sobre Montevideo. Es importante entender el impacto. El documento que nos llegaba no era totalmente claro para ver cómo puede afectar la dinámica costera, el nivel del agua. En estos aspectos particulares no alcanza, desde el punto de vista de la IM, con un informe resumen.

Olga Otegui: Hay un tema de impacto en las dos etapas. En la etapa de construcción, que no es menor, los impactos ya son duraderos. Y después, una vez que empiece a funcionar.

Guillermo Moncecchi: Tenés la obra, donde va a haber explosiones [por las voladuras necesarias para tareas de dragado], ruido, vibraciones. En ambos casos hay que entender bien cuál es el impacto.

La Puesta en Manifiesto proyecta una circulación de 1.500 camiones diarios hacia 2030. ¿Qué se sabe de su impacto sobre la movilidad?

Olga Otegui: En el escrito hacemos mención al impacto que puede tener durante la obra, también, toda la circulación de camiones en la rambla y en la entrada al puerto. Si mantenemos la circulación de hoy más todo lo que impacta la obra, realmente no hay medidas de contingencia. Hay una sola medida que hace mención a un par de calles, pero no presenta contingencia en situaciones extremas. En cualquier etapa de cruceros, por ejemplo, la parte de peatones es fundamental.

Martín Delgado: Nos preocupa el aumento del tránsito de camiones con contendedores vacíos en las inmediaciones de la escollera Sarandí. Se le está agregando en su inmediatez, por la salida [de la terminal de contenedores] que hay allí, una enorme cantidad de camiones. Nos preocupa el aumento de tránsito en el borde de un espacio público de primer orden.

¿Son posibles habilitaciones parciales?

Guillermo Moncecchi: Eso va a depender mucho de cómo evolucione la conversación. No nos estamos adelantando, porque dependiendo de para dónde se salga o lo que se plantee del otro lado, las cosas que se discutan técnicamente, podrá o no ocurrir. Nosotros tampoco vamos a decir ahora “si nos dan tal cosa habilito tal otra”.

Olga Otegui: Además, el proyecto es uno solo. En todo caso, será TCP quien nos diga “si en esto hay alguna dificultad, sacamos esto del proyecto”. No quiero hacer mención a nada. Si hay algo que nos resulte más difícil de viabilizar, capaz que sean ellos mismos los que digan “sale esto”, pero el proyecto se tiene que aprobar en su totalidad. Toda la normativa lo que exige es la aprobación del proyecto, no es que podamos ir avalando una cosa u otra.