Sobre la tarde del domingo, el Comité Central del Partido Comunista del Uruguay (PCU) resolvió, tras un fin de semana de discusión, su postura respecto al plebiscito contra la reforma de la seguridad social que impulsará el PIT-CNT, luego de la resolución adoptada en su Mesa Representativa..

De acuerdo a la resolución del Comité Central, en un contexto de “enfrentamiento de dos proyectos de país y su expresión programática”, el PCU valora “la decisión del PIT-CNT de trabajar para impulsar un plebiscito contra la reforma jubilatoria” que es “parte central” del “ajuste neoliberal del gobierno de derecha”.

“Su aplicación ya empezó en varias de sus medidas regresivas”, valora el texto, que entiende que hay “una mayoría de la población que la rechaza”, evidenciado en el “alto nivel de movilización popular contra su aprobación”. Es por eso que el sector entiende “necesarias, en el plano político y social, iniciativas que la enfrenten y que canalicen ese rechazo”.

Asimismo, se manifiestan “conscientes” de que estas luchas “deben construirse preservando y fortaleciendo la unidad social y política del pueblo y de cada una de sus herramientas”, al tiempo que respetan “la independencia de las organizaciones sociales, histórica en nuestro país” que “pasa por respetar sus resoluciones y asumirlas”.

“Comprometemos nuestro esfuerzo para construir en torno a esta iniciativa del PIT-CNT, en cada una de sus etapas, el más amplio consenso posible, político y social”, para así “enfrentar y derrotar al proyecto de país de las clases dominantes”.

La definición del PCU es el último paso de una serie de posicionamientos por parte de los sectores más prominentes del Frente Amplio, que tiene una discusión pendiente en torno a qué hacer con la consulta popular, más allá de que ya tenga definido convocar a “un diálogo social” el 2 de marzo en caso de ganar el gobierno.

Por un lado, el Movimiento de Participación Popular, Convocatoria Seregnista y la Vertiente Artiguista son algunos de los grupos que ven al plebiscito como una interrupción en el debate electoral que se plantea el FA, de “dos modelos de país”, además de entender que lo principal es recuperar el gobierno y apostar por este “diálogo social” en lugar de una reforma de la Constitución.

En la otra vereda se encuentran el Partido Socialista y el Partido por la Victoria del Pueblo, que ven con buenos ojos la consulta popular. Ahora el PCU se sumó a este grupo, más allá de que la propuesta de plebiscito que triunfó en el PIT-CNT no es la que llevaban los sindicatos pertenecientes a la corriente Gerardo Cuesta, afín al Partido, sino la del llamado “Grupo de los Ocho”, considerados los “radicales” dentro de la central sindical.

El gobierno “de derecha” con “componentes de rasgos fascistas”

“Las grandes mayorías de nuestro pueblo sufren hoy las consecuencias de la aplicación de las políticas del gobierno de la coalición de derecha, con gran peso de la ultraderecha y con componentes de rasgos fascistas, encabezado por Luis Lacalle Pou, cuyo principal resultado es el crecimiento de la desigualdad”, reza la declaración en otro tramo, más general, y marca “la aplicación de políticas que, mediante un ajuste neoliberal, buscan y logran beneficiar a un reducido núcleo vinculado al capital financiero, al agroexportador y a las transnacionales”.

Estas políticas “provocan que la pobreza infantil y adolescente crezca” y aumente “un 48% en un año las personas que duermen en la calle”; además de que “40 mil uruguayas y uruguayos más que en el 2019 sigan en la pobreza, que 100 mil trabajadoras y trabajadores más ganen menos de 25 mil pesos, que los salarios y jubilaciones sigan sin recuperar su poder adquisitivo y que la masa salarial pierda peso en el Producto Bruto Interno, mientras crece la participación del capital”.

“El gobierno de derecha continúa con su política de desmantelamiento de las empresas públicas favoreciendo a las transnacionales”, e incumple “sus compromisos electorales y muestra su fracaso e incapacidad para dar respuesta a los problemas reales de la sociedad y nuestro pueblo”.

En este punto, el PCU destaca “la situación cada vez más grave de la seguridad pública, la crisis hídrica que ha provocado que hace dos meses que no se garantice el agua potable para la zona metropolitana” como “algunas expresiones de esto”.

Así, para los comunistas, “ni en la Rendición de Cuentas, ni en la pauta oficial para los Consejos de Salarios hay una sola medida para atender a las graves situaciones sociales” que se señalan en el texto. “Nuestro pueblo ha dado respuestas de lucha y ha logrado avances” como “los convenios colectivos conquistados por el Sunca y la FUS y la pelea en el Parlamento por reasignar recursos que atiendan a las necesidades más urgentes”.

Atado a esto, el PCU marca algunos mojones en el camino de cara a las elecciones de 2024. Por un lado, llama a “rodear el 14 de agosto, Día de las y los Mártires Estudiantiles y el paro del PIT-CNT del 17 de agosto”, al tiempo que convoca para el 25 de agosto, día del comité de base. Remarca que “la acumulación de fuerzas y el logro de avances que se expresen en el plano político sólo serán posibles con más organización y con más movilización”.

Pero los dos puntos más importantes en el futuro del movimiento popular, a entender del PCU, son por un lado “el Congreso del Pueblo, que tendrá una primera instancia de síntesis el 10 de setiembre” y por otro “la elaboración del programa del Frente Amplio, que se definirá en el Congreso de diciembre y que está en la etapa fundamental de discusión en los Comité de Base”.