En la coalición de gobierno reconocen que las elecciones están prácticamente a la vuelta de la esquina y, en ese marco, comienzan a analizar cómo funcionó la alianza inédita de cinco partidos, algunos con más y otros con menos peso, como también cuánto se cumplió del “Compromiso por el país”, el documento al que suscribieron las colectividades políticas una vez que Luis Lacalle Pou pasó al balotaje junto al frenteamplista Daniel Martínez.

La historia final ya se sabe: Lacalle Pou logró un triunfo por escaso margen y con eso logró acceder a la presidencia que, a la interna de la coalición, admiten que es “personalista” al entender que no se generó una “institucionalización” de la coalición con los líderes de los partidos a la cabeza y, por el contrario, se apostó por el “pico a pico”. Rumbo a las próximas elecciones, creen que es “imprescindible” que eso cambie, algo que desde el inicio de la administración pidieron tanto colorados como cabildantes. Incluso el presidente se mostró dispuesto a que existiera un ámbito de este tipo, pero finalmente no fue así.

El exsecretario de Presidencia y precandidato nacionalista Álvaro Delgado ha reiterado que si gana las elecciones creará una mesa de coordinación donde se sienten los distintos líderes partidarios. Al respecto, en una entrevista con El País, dijo que “vamos a tener una estructura diferente de la coalición”: “Esta etapa de maduración nos hace ver con introspectiva que tenemos que pasar a un nuevo escalón, con una mayor coordinación colectiva, más estable. Y es un desafío que yo lo voy a plantear”. Pero la situación es distinta con relación a un eventual programa común previo a los comicios de octubre.

Sin programa único previo a octubre

Alfonso Lereté, diputado del Partido Nacional (PN) e integrante de Aire Fresco, que promueve a Delgado, dijo a la diaria que no le “cabe duda” que tras estos cuatro años de trabajo político en coalición, “por lo menos va a haber cuatro o cinco temas seguramente comunes que los vamos a llevar como plataforma, pero esto es porque tenemos coincidencia, por algo estamos coaligados y por algo somos una coalición”. No obstante, señaló que eso lo definirá el propio exsecretario de Presidencia.

Por su parte, la precandidata nacionalista Laura Raffo dijo a la diaria que la coalición funciona “con la libertad de sus partidos haciendo sus propuestas y eligiendo sus candidatos”. En ese sentido, expresó que su “riqueza” está en su “pluralidad”, por lo tanto, “hay que respetar los pasos políticos e institucionales que tenemos para cumplir con esos objetivos: primero son las elecciones internas, en las que cada partido define su propuesta y sus candidatos; después, la elección nacional, en las que cada partido los pone a consideración de toda la ciudadanía que vota por quien prefiere, y luego, un acuerdo entre los partidos de la coalición que obviamente pondrán por escrito sus preferencias y sus posiciones de acuerdo de manera de sostener ese programa en común para apoyar al candidato que pase al balotaje, que trabajaremos para que sea el candidato del PN y que se enfrente así al otro proyecto de país, que es el del Frente Amplio”.

Jorge Gandini, senador y otro precandidato nacionalista, indicó en diálogo con la diaria que se debe ser “conscientes” de que en esta etapa los partidos lo que quieren es “diferenciarse”, porque en octubre eligen sus legisladores. “La flexibilidad es muy importante y la posibilidad de que se puedan marcar coincidencias, pero también diferencias, es importante. Si hubiera coincidencias naturales las podríamos sugerir, pero tiene que existir el espacio para los matices, los perfiles, los énfasis que cada uno le quiera poner. No debe haber un programa único antes de octubre”, enfatizó.

Si eventualmente existe un balotaje, recién ahí se debería encaminar un documento único con las coincidencias, apuntó, aunque advirtió que “sin duda” va a tener “un poquito más de discusión que el anterior, porque todas las partes saben que se necesitan mucho mutuamente, y quizá va a ser más detallado y más negociado”.

“En todo este tiempo que trabajamos juntos pudimos advertir que se puede convivir sobre la base de las coincidencias. Ruido hacen las diferencias, no las coincidencias, también advertimos cuáles son las diferencias. Y sobre esas bases hay que trabajar un poco más”, adelantó.

Por su parte, el precandidato colorado Robert Silva dijo a la diaria que cada partido debe ir con su programa de gobierno y “énfasis” a la elección de octubre y “luego acordar, sin perjuicio de que ya hay una base común que es el acuerdo anterior y las acciones ya desarrolladas durante estos cinco años que deben continuar, mejorar y/o profundizarse”.

En tanto, el también postulante al sillón presidencial, el ministro de Turismo, Tabaré Viera, dijo a la diaria que se debe ir “paso a paso”. “Buscaremos tener la mayor representación posible en el Parlamento. Después hablaremos de coalición. Allí definiremos el programa común y fundamentalmente tendremos nuestras condiciones de funcionamiento y participación”, afirmó.

Otro de los precandidatos del Partido Colorado, Guzmán Acosta y Lara, señaló que pueden tener “ideas básicas” en común, pero que se van a “confeccionar” después de octubre. “Cada partido irá en su programa. Como todavía no estamos bajo un mismo lema es muy difícil implementar un acuerdo previo para ver quiénes son los interlocutores por cada partido y sector para poder ir en octubre con un programa común”.

De todas formas, indicó que “sí hay puntos de contacto” y que “hay que ir viendo de tener una visión parecida”, por ejemplo, en materia económica, de seguridad y en relaciones internacionales. “Son temas clave en los que deberíamos tener puntos de acuerdo, pero no estamos preparados para tener un programa único previo a octubre”, expuso al ser consultado por la diaria.

Por su parte, el senador de Cabildo Abierto, Guillermo Domenech, dijo, a modo personal, que es mejor que cada partido vaya con su propio programa y “sus metas con independencia”. “Si con posterioridad a la elección se decide continuar con la coalición, que es muy probable, de acuerdo al peso electoral de cada partido veremos las decisiones a tomar”, apuntó.

Mientras tanto, el precandidato del Partido Independiente y ministro de Trabajo, Pablo Mieres, dijo a la diaria que se hace “más difícil encontrar el momento y la forma de establecer un documento común que de alguna forma exprese compromisos para el próximo período en tiempos preelectorales”. En ese marco, aseguró que la coalición deberá recrear el “Compromiso por el país”, “obviamente con otros contenidos en virtud de lo que se hizo en este tiempo y de las cosas que quedan pendientes”.

En ese sentido, afirmó que van a defender sus propuestas “y después iremos con ellas al diálogo de coalición”. “A esta altura, entiendo que cada partido va a tener su programa y sin duda vamos a tener diferencias, matices y énfasis de prioridades. Al final, un programa de coalición siempre es el mínimo común denominador posible”, reflexionó.

Por una mesa de coordinación

Al ser consultada por la eventual mesa de diálogo para tener una mayor coordinación, Raffo dijo que “seguramente se deberá institucionalizar un poco más el funcionamiento” de la coalición para el próximo gobierno, “en función de la experiencia que hemos tenido en estos años y siempre pensando en el objetivo de dar mayor gobernabilidad al país”.

Gandini cree que la relación entre líderes, en un eventual gobierno de coalición, “va a cambiar”. “Creo que los socios de la coalición van a poner el énfasis en tener mayor participación en la toma de decisiones en el día a día. Creo que va a haber un ámbito más horizontal, porque también es verdad que gane quien gane, en la próxima elección dentro de la coalición, no va a haber un liderazgo tan despegado, seguramente, como fue el de Lacalle Pou. Creo que es imprescindible esa mesa”.

Por su parte, Silva considera que la coalición a futuro debe “institucionalizar” un ámbito de “diálogo, información y verificación” de cómo avanza la ejecución de los compromisos y acuerdos, “además de anticiparse a eventuales contingencias o situaciones propias de un gobierno”. “Quienes allí estén deben ser los portavoces efectivos de los partidos políticos”, afirmó.

Viera, en tanto, dijo que “necesariamente” una nueva coalición de gobierno deberá tener otro funcionamiento que sea “más orgánico y con reglas claras”: “Los socios de una coalición política son eso, socios. Y estos no deben creer que ‘acordar’ pasa por que los demás acepten todo lo que cada uno proponga. Y debe haber un debate, un diálogo, una instancia interna previa a la toma de decisiones”.

Acosta y Lara, por su lado, indicó que el presidente fue “medio personalista” en el manejo de la coalición. Por eso es partidario de establecer una mesa de diálogo en la que haya una reunión “quincenal o mensual y que marque la agenda legislativa”. “Algunos socios se han sentido molestos porque no se llevaron adelante propuestas que quisieron llevar. Iría a un proceso más de respeto a los socios de la futura coalición”, añadió.

Domenech, mientras tanto, entiende que la coalición debe funcionar de “manera distinta” a la actual ya que “es claro” que ha habido “dificultades” de comunicación. “El gobierno funcionó más como un gobierno del PN, cosa que fue sostenida por caracterizados personajes de ese partido, que como una verdadera coalición. Lo que tratamos nosotros fue darle estabilidad política al gobierno porque es bueno para el país”, expresó.

Mieres, por su parte, dijo que la coalición, en su momento, “se armó fuertemente en torno a los acuerdos bipartitos que el presidente formuló con cada partido de coalición”. De acuerdo al ministro, en el “nuevo tiempo” se deberá establecer alguna “coordinación, pero siempre manteniendo que cada partido es independiente y que el compromiso de gobierno está relacionado estrictamente con la situación de un período de gobierno”.