Un referente frenteamplista en Rocha desde antes de ser electo intendente en 2015, Aníbal Pereyra construyó en el departamento esteño una trayectoria política que llevó a que su nombre trascendiera las fronteras locales. Después de haber ocupado también la banca de diputado en dos períodos, y siendo uno de los referentes del interior de un Movimiento de Participación Popular cada vez más fortalecido, el entonces flamante presidente del Frente Amplio (FA), Fernando Pereira, lo eligió en 2022 como referente de la Comisión de Interior de la coalición de izquierda.
El 23 de abril, y después de diez años de haber quedado “absorbida” dentro de la Comisión Nacional de Organización, este instrumento orgánico sesionó por primera vez en el Club 18 de Julio de la localidad de Rodríguez, en San José. Ese día, Pereyra se enfrentó por primera vez a un proceso orgánico de autocrítica, luego de la derrota de 2019, que lo llevó a poder decir hoy que “no hay ningún pueblo de Uruguay que no conozca”. Con un nuevo gobierno frenteamplista electo, en diálogo con la diaria el exintendente de Rocha valoró la importancia de haber recorrido 300 localidades para la construcción de un programa de gobierno que considera clave en la victoria frenteamplista del 24 de noviembre.
Asimismo, analizó las complejidades de la “articulación” desde la Comisión de Interior, buscando que la fuerza política sea “una”, obteniendo como logro la certeza de no escuchar más a “un frenteamplista que diga ‘perdimos porque estos canarios atrasados no nos votaron’”. Por otra parte, ya en una nueva carrera para volver a ocupar la intendencia de Rocha, aseguró que “sin ser soberbio” diciendo que ya ganó, puede “transmitir el convencimiento” de que va en ese rumbo.
Frente Amplio y el interior
“Hoy las encuestas, en general, plantean que el Frente tiene en el entorno del 40% [de respaldo] en el interior”, lo que “muestra un crecimiento notorio en relación con lo que fueron las malas elecciones”, señalaba Pereyra en diálogo con la diaria en marzo de 2024. Finalmente, la fuerza política con Yamandú Orsi como candidato a la presidencia obtuvo el 36% de los votos en el interior en las elecciones nacionales de octubre y sumó 83.996 apoyos más fuera del área metropolitana en el balotaje de noviembre. Antes de los datos fríos, sin embargo, Pereyra ubica otras complejidades que tuvieron que ver con ese resultado y se vinculan al básico hecho de ser frenteamplista en el interior del país.
¿Cómo es ser frenteamplista fuera de la zona metropolitana?
Sin dudas que son realidades diferentes. El interior tiene la particularidad de la cercanía, del conocernos todos, entonces la militancia es desde el conocimiento. Sobre todo en las ciudades más pequeñas, ser referente frenteamplista aún hoy no es sencillo, y más en los departamentos –la gran mayoría– donde no gobierna el FA. Hay mucha gente que no se manifiesta como frenteamplista y en esta elección fue clarísimo, hubo gente que tuvo miedo de poner una bandera porque podía aparecer el caudillo de otro partido para recriminarle que en algún momento lo había ayudado. Hay gente que tiene dependencia laboral, o si tienen comercio, de que no le compren, y eso incide en la vida.
¿En todo el interior es igual?
“Cuanti más lejos más pior”, como se dice en campaña. Arriba, al norte del río Negro, es peor. Y con la frontera también, se mezclan las características; cada frontera es diferente.
¿Y eso cómo se cambia?
Con una construcción a largo plazo, es una construcción cultural. No es lo mismo militar en un barrio de Montevideo, en una zona donde en una misma cuadra la gente no se conoce, que en el interior, donde te tienen la trazabilidad. Esa construcción diferente en el interior hay que tenerla en cuenta. Ahí entra la batalla de la presencia, por eso “El Frente [Amplio] te escucha” tuvo esa lógica, también “Diálogos por Uruguay” y el diálogo con el agro [“Por el agro, por Uruguay”]. Se trata de reconstruir la cercanía; el Frente en el gobierno perdió porque pensó que con la gestión alcanzaba.
El interior en el proceso nacional
De la mano de procesos que acercaron el diálogo a distintos puntos del país, como “El Frente Amplio te escucha”, la coalición de izquierda concluyó, con miras a su programa de gobierno y a la campaña nacional, que lo que más se resintió en el interior del país durante el gobierno de Luis Lacalle Pou fue la salud, la educación y la vivienda. No obstante, y más allá de la importancia de esta presencia de las inquietudes territoriales en lo programático, Pereyra subrayó el valor con miras al futuro de la diversidad en la representación territorial de las figuras designadas para el gabinete de la nueva administración frenteamplista.
¿Cuál fue el peso de ese proceso en el interior en la victoria nacional?
Hoy le cuesta a la Coalición Republicana en sus autocríticas entender un gran error que cometieron cuando quisieron machacar con cuestiones secundarias, como querer ridiculizar al presidente [electo] diciendo que tenía que leer todo en el debate, y no se dieron cuenta de que muchas de las cosas que el presidente decía y leía eran parte del programa que se construyó con la gente, recorriendo más de 300 localidades. El FA tuvo la sabiduría de entender a las organizaciones y sus planteos, incorporarlos en el programa, junto con la discusión que los frenteamplistas hacían. La gente que no es frenteamplista veía en el programa muchos aportes que hicieron y decían “es valioso esto, me tomaron en cuenta, no fui a perder el tiempo en reuniones”.
¿Esos procesos de diálogo consolidan otra visión del FA sobre el interior?
El ejemplo claro son las señales que está dando la fuerza política enseguida de la elección, generando un plan de trabajo siguiendo la lógica de construcción de cercanías en todo el territorio nacional, viviendo cuáles son los énfasis de hoy, que no son los mismos de la realidad de 2022. Un ejemplo también es el gobierno nacional que genera un hecho histórico al conformar el gabinete. Fraile Muerto va a tener un ministro [Alfredo Fratti], pero también el prosecretario de Presidencia [Jorge Díaz]; y por ejemplo, el ministro de Turismo [Pablo Menoni] y la subsecretaria de Turismo [Ana Claudia Caram] también son del interior.
¿Cambia la perspectiva del gobierno esa presencia del interior?
Es un hecho histórico y Yamandú lo registró, es tener en cuenta la realidad del país todo. No estás poniendo a alguien porque sea del interior y pueda gobernar mejor que alguien de la zona metropolitana, sino porque es la síntesis de la realidad de Uruguay y de esa mirada de cómo vive la gente en el interior, que no es uno solo, son muchos interiores. Tener esa síntesis le da al gobierno un sentido muy contundente de realidad, de lo que es el día a día, de las características de Uruguay todo, y eso es histórico.
El FA alcanzó varias intendencias del interior desde 2005 a esta parte, ¿la dificultad de retenerlas tiene que ver con esos errores que venía cometiendo?
El Frente siempre prestigia la gestión –la gestión tiene que preocupar, desvelar–, pero no es sólo la gestión, la gente en general, el uruguayo, pero en particular la gente que vive en el interior, le da mucho valor a la presencia, el estar, el ver a los gobernantes en el mismo lugar donde la gente vive y sufre. El “Frente [Amplio] te escucha”, en ese sentido, fue una herramienta formidable de aprendizaje, de entendimiento.
La cercanía de las departamentales
Luego de votaciones en el interior del país, que según han mostrado algunos dirigentes frenteamplistas generan altas expectativas, el 11 de mayo se llevarán a cabo las elecciones departamentales y municipales. Antes de este proceso, en los comienzos de 2024, el propio Pereyra mostraba la intención de trabajar para la recuperación de las intendencias que el FA perdió en 2020: Paysandú, Río Negro y Rocha. Ahora, con otro panorama, no descarta “sorpresas”.
Pasan la elección nacional y el balotaje, ¿cuáles son las expectativas para mayo?
Hubo resultados en octubre que pusieron un gran signo de interrogación y marcaron que es posible ganar en departamentos que históricamente ha ganado el Partido Nacional, como Tacuarembó y Durazno. Si se interpreta, y si se pone la referencia fundamental de los candidatos y las candidatas, es posible.
Es difícil lo de los candidatos...
Al Frente siempre le costó eso, porque siempre fuimos un partido colectivo que les damos mucha importancia –y debe de seguir siendo así– a la construcción y a las decisiones colectivas, pero tenemos que entender que se gana con candidatos y candidatas, la gente confía en ese dirigente. El Frente ahora tiene una oportunidad histórica, arrancó bien para seguir proyectando gente de mucho valor, abrir la puerta a la renovación de gente de 30 o 40 años que tiene un futuro brillante.
En definitiva, ¿en cuantas intendencias ve que el FA tiene chances de ganar?
No digo números porque a veces podemos quedar presos, digo que hay intendencias que hoy el Frente tiene grandes posibilidades de ganar, y no descarto algunas sorpresas. Pero depende de nosotros.
En cuanto a la organización, ¿está todo encaminado en los departamentos?
He estado muy cercano a todas las departamentales repasando desde la Comisión de Interior cómo venimos con la definición de las candidaturas, tratando de ayudar al acercamiento, si hay alguna dificultad. Y no recuerdo que el FA –desde que se separaron las elecciones, estamos hablando del 2000– haya tenido en todos los departamentos del interior todas las candidaturas definidas al 28 de diciembre, como en este caso. Y, no es un dato menor, con un proceso natural, sin presiones de fecha ni condicionamientos externos. Este sábado se hacen las Departamentales de Río Negro, Lavalleja y Artigas, y quedan todas las departamentales con los candidatos definidos, mandatando a la aprobación de las convenciones.
“Articulación”, la clave
En todos estos procesos que ha relatado hasta aquí, ¿cuál fue el principal desafío que implicó estar al frente de la Comisión de Interior?
El desafío es el de la articulación permanente, que ha sido natural. Nosotros construimos una Comisión de Interior con el énfasis que Fernando [Pereira] le dio. Hacía diez años que había quedado absorbida dentro de la Comisión Nacional de Organización. A partir de ahí se generó una comisión colectiva, en todo el país, y ahora en febrero sale de nuevo a la cancha a chancletear todo el país, a apuntalar ahora a las departamentales que lo necesiten más para mayo.
¿Qué es “articular”?
La fuerza política es una, no puede ser un FA del interior y un FA de Montevideo; el énfasis del FA del interior tiene que ser comprendido por todos los militantes, vivan donde vivan, es una sinergia. Como Comisión de Interior también hemos mantenido reuniones con referentes de bases de Montevideo en las que planteamos la necesidad de ver el interior como parte no lejana, sino de la misma fuerza política. Así como en Montevideo hay barrios que tienen características diferentes, el interior también las tiene.
¿Y esos procesos han dado resultado?
Hoy no vas a escuchar a un frenteamplista que diga “perdimos porque estos canarios atrasados no nos votaron”. Es parte aprender a respetar primero las decisiones de la gente, es parte de la construcción cultural del Frente en estos años, la ha tenido todo el FA. De qué te sirve potenciar el trabajo en el interior si la acumulación política no es de todos los militantes, porque claramente hay muchos más militantes en Montevideo que en el interior.
Aníbal Pereyra, un referente en Rocha
Y con el desgaste que implica todo esto, ¿qué pasa con el Aníbal Pereyra dirigente de Rocha? ¿Queda de lado?
Para un militante no puede ser un desgaste militar más, al contrario, lo veo como un gran aprendizaje. En lo personal, recorrer el país desde 2022 me dio una apertura de visión, porque cada uno siempre ve una sola ventana, donde está parado. Ahora te puedo decir que no hay ningún pueblo de Uruguay que no conozca, y eso es sin lugar a dudas un aporte brutal a la mirada de lo que es Uruguay. Eso, lejos de sacarnos de Rocha, fue un aporte muy grande, de ver muchas realidades. Cuando estás cocinando, estás con la cabeza metida dentro de la olla y creés que estás haciendo el guiso más rico del mundo, hasta que pasa uno por el costado y te dice que a ese guiso le falta sal o le falta color. Entonces, ese va a hacer un guiso rico para ti, pero no para el conjunto que tiene que comer de ese guiso.
En ese marco vuelve a ser candidato por Rocha, ¿cómo ve el panorama político del departamento? ¿Cómo prepara la campaña?
Con el esfuerzo de siempre, porque no podemos olvidar que militamos para mejorar la sociedad en la que vivimos. El eje no puede cambiar, no es ganarle a nadie, no es ir contra nadie, es tratar de gobernar para hacer los esfuerzos necesarios para que la gente viva mejor. No podemos transformar la campaña electoral en un carnaval de promesas, tenemos que transformar la realidad con compromiso, y ese es el desafío.
¿Con qué sueña cuando habla de transformar la realidad de Rocha?
Sueño con que a partir de julio los colores del escudo de Rocha vuelvan a tener todos sus colores originales. La franja artiguista va a volver a estar en el escudo de Rocha, porque en este período quedó todo el escudo azul y blanco, no sabemos por qué, nunca lo explicaron. Los símbolos tienen que ver con la historia de los pueblos, con esto quiero decir que un gobierno es un gobierno, no son dueños de los símbolos y de la pluralidad que existe en un departamento. Un intendente tiene que gobernar para todos los ciudadanos de ese departamento, el triunfo electoral no implica que aplastas al que pierde, implica que construyes con todos.
¿Eso no fue así en este quinquenio? ¿Qué pasó en Rocha?
Poco diálogo, poca escucha, y se hace lo que el intendente dice, o si no se te puede complicar. Por eso me imagino una Rocha que vuelva a recuperar, entre otras cosas, su símbolo, la forma de ser, de respetarnos como rochenses, ese va a ser nuestro esfuerzo y estamos muy cerca de eso. No quiero ser soberbio de decir que ya ganamos, pero sí quiero transmitir el convencimiento de que vamos hacia ahí.