“Reelegí un buen gobierno”, cerraban varias de las piezas publicitarias de la campaña del Partido Nacional (PN) en las elecciones de 2024. En una de ellas, tras la ineludible referencia a la pandemia, se sostenía que el gobierno de Luis Lacalle Pou “mejoró la vida de su gente, creando trabajo, aumentando los salarios, dejando grandes obras y reformas”. Se trataba de consignas y afirmaciones en el marco de una campaña electoral, pero en sintonía con lo que pensaban varios de los principales dirigentes del partido, para quienes la derrota de noviembre fue en cierto sentido una sorpresa.
Esta semana, en entrevista con distintos medios de prensa, la excandidata a la vicepresidencia por la Coalición Republicana Valeria Ripoll se refirió a la “imagen idílica” que algunos nacionalistas tenían del gobierno. “Había una mirada como de que todo se había hecho bien”, dijo a Desayunos informales de Canal 12. Mencionó que, sin embargo, el gobierno de Lacalle Pou “no revirtió la situación de la seguridad”, que “hubo un quiebre de lo que sucedió desde [el exjefe de custodia presidencial Alejandro] Astesiano en adelante” y que “no podés estar hablando todo el tiempo de algo que pasó hace tres años”, en referencia a la pandemia.
En entrevista con Fácil desviarse de Del Sol FM, Ripoll afirmó que a la administración anterior “le faltaron muchas cosas”. Mencionó que hay referentes nacionalistas que dicen que “después de asumir el gobierno no les contestaban el teléfono”, que “obviamente el crecimiento salarial no fue enorme” y que “demoramos en recuperar salario”. “Para mucha gente quizás este [el de Lacalle Pou] había sido un gobierno excelente, y quizás tenían una mirada que no se condice con lo que pensaba la gente, que capaz que te vota porque le subió el sueldo, porque mejoró la calidad de vida de su familia”, comentó Ripoll.
Críticas de este tipo también se sintieron en Río Negro, Salto y Lavalleja, los tres departamentos donde hasta el momento el PN ha realizado sus actividades regionales en el marco del proceso de autocrítica partidaria tras la derrota electoral.
La comisión departamental del PN en Florida llegó a dejar plasmadas por escrito sus críticas a la gestión del gobierno de Lacalle Pou. En un documento publicado por el portal digital Florida Noticias y dirigido al directorio nacionalista, la comisión señaló que “los salarios más sumergidos no experimentaron mejoras significativas en todo el período” y, como consecuencia, “se deterioró la percepción de bienestar en el ‘bolsillo’ del trabajador”. Mencionó también la “carencia de obras con impacto social directo”, como viviendas, centros de educación y salud, “especialmente en el interior profundo”. Tras realizar varias críticas a la campaña, afirmó que cuando “se percibían señales claras de desgaste y desconexión con la ciudadanía”, “predominó el exitismo y una confianza infundada en la aceptación de la gestión pasada”.
Los cuestionamientos también estuvieron en boca de importantes dirigentes del partido a nivel departamental. Según una crónica de El País, el intendente de Paysandú, Nicolás Olivera, llegó a decir el fin de semana pasado en Lavalleja que la administración anterior se caracterizó por tener “un buen presidente, con una mejor imagen y con un gobierno medio pelo”. En diálogo con la diaria, el dirigente nacionalista sanducero prefirió no profundizar en su crítica hasta que terminen las instancias regionales. La próxima está prevista para el 15 de noviembre en Canelones y la última está programada para el 29 de este mes en Maldonado.
El 19 de octubre se realizó el primer encuentro regional de la llamada “Gira de análisis, autocrítica y oportunidades de mejora”, en Fray Bentos, con reclamos de “mayor cercanía”.
En Salto, en la actividad del 26 de octubre en el Club Hípico de la capital, el presidente del directorio del Partido Nacional, Álvaro Delgado, destacó que la instancia de autocrítica es “un hecho histórico” y resaltó especialmente que se realice de forma descentralizada.
Las instancias regionales comenzaron con un informe de la consultora Opción de la visión de la opinión pública sobre el Partido Nacional y la evolución de las preferencias electorales. El 1o de noviembre, en Lavalleja, Delgado dijo que “algunas cosas nos preocupan enormemente”, como “lo que se llama inercia demográfica entre los que ingresan y salen del padrón electoral”, ya que “hay un sesgo importante” de los que ingresan al padrón electoral a favor del Frente Amplio. “Son de las cosas que, como partido, nos tenemos que poner objetivos, para trabajar, escuchar, aprender y, sobre todo, hablar los idiomas que determinados grupos nos están demandando”, consideró.
Abella: “No hemos trabajado de buena manera”
El intendente de Maldonado, Miguel Abella, dijo a la diaria que un análisis “que el partido tiene que hacer, y lo tendría que haber hecho ya desde hace muchos años”, es lo que pasa en las elecciones departamentales en relación con lo que sucede en la elección nacional. Dijo que este punto no ha estado en las instancias de autocrítica realizadas. “El perfil de lo que uno viene leyendo y de lo que viene viendo está en una etapa de una campaña que abarcó lo de octubre y lo de noviembre, nada más. Ahí me parece que no está la problemática, sino en lo que pasa desde la elección nacional a la departamental”, evaluó.
“Acá se habla de que no captamos el voto joven, pero resulta que cuando llegan las departamentales... en esta última elección creo que se recuperaron 300.000 votos, se ganó por más de 300.000 votos la elección departamental”, marcó. Sostuvo que el PN tiene que preguntarse por qué en distintos departamentos del país “el partido vota de una manera en noviembre, en octubre, y de una manera totalmente distinta en mayo, cuando llegan las municipales”. “Ahí es donde hay que hacer el verdadero análisis y es verdaderamente donde no hemos trabajado de buena manera”, consideró.
Abella remarcó que en las instancias nacionales “falta cercanía”, y que “la cercanía que existe en cada departamento es la fortaleza del PN”. “En octubre, en noviembre, muchas veces no se considera al caudillo del interior, a quien hoy lleva al frente el contacto directo con la gente”, cuestionó. Respecto del balance del gobierno, opinó que Lacalle Pou fue “un gran presidente”, pero “no hubo crisis por la que no atravesara su gobierno”. “Comunicamos muy bien durante la época de crisis y quizás haya fallado un poco la comunicación en los últimos años”, valoró.
Por su parte, el senador nacionalista Sebastián da Silva dijo a la diaria que no está de acuerdo con los cuestionamientos al gobierno de Lacalle Pou, que “dejó la vara tan alta que se extraña todos los días un poco más”. Sí evaluó que puntualmente no se abordó de manera adecuada el impacto de la crisis argentina en el litoral y que durante la sequía, “con todo lo que eso significó, el Ministerio de Economía [y Finanzas] y el Banco Central [del Uruguay] nunca entendieron que no había que hacer atraso cambiario”.
La discusión sobre la fórmula
En las entrevistas que dio esta semana, Ripoll dijo que no cree que haya habido un “corrimiento de votos” por que se la haya elegido como candidata a la vicepresidencia. Comentó que si bien puede haber habido gente a la que no le haya gustado su elección como compañera de fórmula del excandidato presidencial Álvaro Delgado, lo mismo podría haber sucedido con otros nombres.
Foto: Federico Gutiérrez (archivo).
Abella dijo que no cree que haya sido un error la definición de la fórmula, pero que debería “haberse comunicado de una manera distinta”. “Quizás hubo más gente de la que estaba en cercanía que tendría que haber sabido y haberlo ido manejando de una manera distinta, porque no hubieran perdido tiempo; desde el momento en que se instaló la fórmula podrían haber salido a trabajar y no a explicar”, evaluó el intendente.
En la instancia de autocrítica que se hizo en Río Negro, el senador Da Silva comentó que “ya está asumido que estuvo mal” la definición de la fórmula. En diálogo con la diaria, y en referencia a las críticas de Ripoll al gobierno de Lacalle Pou, afirmó que ella “nunca representó al gobierno, siempre estuvo en contra”. “En los cinco años de nuestro gobierno, Valeria Ripoll estuvo en contra cuatro años y medio hasta que se hizo blanca. No estuvo a favor de una sola medida del gobierno”, remarcó.
Para Da Silva, el proceso de autocrítica no es “ni fu ni fa”. “Es un duelo largo. El negro va a durar un poco más. No nos vamos a sacar el luto en 2025, por lo que veo”, comentó. Dijo de todos modos que su única “crítica formal” al proceso es que debería ser “abierto para todo el que quisiera ir”, que no esté “sólo cerrado a convencionales, concejales, ediles, alcaldes”.
Da Silva: Nicolás Olivera “está construyendo la izquierda del PN”
Este año, de cara a la elección del directorio del Partido Nacional en la que fue electo presidente Delgado, hubo valoraciones diversas entre los dirigentes del PN respecto de la necesidad de mantener una línea más dura de oposición o, por el contrario, dar señales de diálogo y acercamiento con el gobierno. El intendente sanducero, Nicolás Olivera, del sector DCentro, pareció inclinarse por este último camino cuando fue el único dirigente de su partido en participar en la apertura de las jornadas de Diálogo Social impulsadas por el Poder Ejecutivo.
Consultada sobre esta actitud de Olivera en la entrevista con Fácil desviarse, Ripoll afirmó que el PN “necesita ese perfil distinto” y consideró que “Nico está haciendo un camino similar” al del exlíder de Alianza Nacional Jorge Larrañaga, ya fallecido. “Busca ir por ese camino, ha hablado de justicia social”, afirmó.
Pero no todos en el partido comparten esas rutas. En Río Negro, Da Silva, integrante del Espacio 40, al que también pertenece el senador nacionalista Javier García, remarcó que al FA se le gana “por derecha”, “en forma liberal y siendo revolucionario ideológicamente”. Para Da Silva, de cara a las próximas elecciones hay que apostar por el electorado de “derecha popular” y por dar la “batalla ideológica”.
En ese punto coincide con Ripoll, quien dijo en la mencionada entrevista que “el PN viene perdiendo la batalla cultural hace años” y lamentó que “no está presente en los colectivos sociales y sindicales”. “El único que habla de la derecha popular, que en este país existe y cada día con más fuerza, soy yo. Después hay generaciones dominantes del partido a las que el término derecha los aterra”, comentó Da Silva a la diaria.
El senador nacionalista relativizó “la tesis de [Rafael] Porzecanski” (el director de Opinión Pública de la consultora Opción) de que el bono demográfico favorece al Frente Amplio. “Yo creo que la etapa de la juventud de izquierda va terminando en el mundo. Si la tesis de Porzecanski se cumpliera, bueno, tenemos que cerrar el Partido Nacional, el Partido Colorado. Son cosas que se están revirtiendo. Los datos que nosotros manejamos son que hoy los gurises están parejos o hasta hay unos datos de que la derecha está con mayor presencia en los gurises”, afirmó Da Silva.
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El senador nacionalista evaluó que “el cuco de la derecha miliquera dictatorial ya a un gurí que tiene 20 años no le llega”, “porque no somos así”. Consideró además que la izquierda “cansa con su postura, con su forma de hablar, con su imposición del pedestal moral, con su doble vida, con su doble discurso”. “Ahora, en esa desesperación posmarxista de encontrar a alguien por quien militar, porque no militan por Yamandú Orsi, van a empezar a militar por este alcalde de Nueva York”, en referencia a Zohran Mamdani, “un nuevo sueño húmedo para la izquierda internacional”, comentó.
Respecto de la apuesta de Nicolás Olivera en la interna del PN, señaló que “obviamente que está construyendo la izquierda del Partido Nacional” y “entiende falsamente que tiene que contraponer al gobierno de Lacalle Pou con calificativos”. “Olivera está armando con [la senadora suplente del PN] Gloria Rodríguez, con su cosa paritaria, con Valeria Ripoll, la izquierda del partido. No lo veo mal. No es dándote vuelta”, advirtió.
En cuanto a Ripoll, comentó que “tiene un posgrado en sindicalismo” y que, “como todas las sindicalistas y el sindicalismo”, está “formateada” y “piensa que militar es hacer una asamblea”, cuando “en realidad hay que dar una batalla ideológica”. Agregó que en el proceso de autocrítica nacionalista se está “hablando de mucha cosa”, pero no “de algoritmos, de la campaña que se viene”, “no de la posverdad, sino de la metaverdad, de cómo la gente comparte sus identificaciones, aunque sepa que son [hechas con] inteligencia artificial”. Se trata de comportamientos “cada vez más distantes de las élites políticas” y que ya han llegado a Uruguay. “No lo queremos ver porque las élites nos hablamos a nosotros mismos, hay fenómenos que pasan, que nos sorprenden y que surgen a partir de convocatorias que no son las del engrudo y la pegatina, eso ya fue”, afirmó.