“Estoy feliz con el cambio que hice en mi vida”, confiesa la senadora frenteamplista Blanca Rodríguez, que asumió en febrero de 2025 como legisladora del Espacio 609, después de toda una vida laboral dedicada a la comunicación. Y si bien dice que la gente le reclama en sus recorridas que sea candidata presidencial en 2029, no está en sus “planes de vida”. En entrevista con la diaria, comentó que en el Parlamento hay “performances violentas” que le resultan “decepcionantes”, calificó al presidente Yamandú Orsi como “un gran negociador” y en materia de política exterior, apuntó que con el tema de Gaza “hubiera sido mucho más contundente”. Dijo que lo que está haciendo el gobierno de Israel le parece “deplorable” y que considera “grave” permitir que Estados Unidos “ponga un pie en el continente”.

¿Qué balance hacés de estos primeros meses como legisladora?

Este ha sido para mí un año de aprendizaje, de escuchar mucho, de estar atenta, de estudiar mucho. Ha sido un año en el que he tratado de mantener el contacto con la gente. Ha sido un año también de entender cómo funciona este mundo. El Parlamento se trata de parlamentar, y eso es interesante cuando la gente que parlamenta es gente que tú ves que tiene el interés de aportar, que vale la pena escuchar porque es probable que esa argumentación me haga pensar de otra manera. En ese sentido, he aprendido de algunas personas.

¿De quiénes en particular?

Hay gente en mi partido que es muy interesante de escuchar. No quiero nombrar a nadie, pero hay algunos intelectuales de porte, gente con un gran conocimiento de la historia política de este país. Y también la ha habido en otros partidos... Te diría que, por ejemplo, el senador Pedro Bordaberry en general aporta mucho a la discusión y es un senador con el que además se puede interactuar, intercambiar, enriquecer proyectos. Pero después, para mi sorpresa, me he encontrado con un ejercicio bastante agresivo de la argumentación. En Uruguay nosotros teníamos parlamentarios de fuste, con una argumentación muy dura, pero que nunca recurrían al insulto, eran discusiones de ideas. Y lo vimos todos en la interpelación [a la ministra de Defensa Nacional, Sandra Lazo]: el insulto para referirse al presidente de la República. Hablar del presidente, del secretario, del prosecretario como personas cobardes y desleales. Eso realmente es transitar un camino... Después no le podemos pedir a un ciudadano común y corriente que no le diga eso a la maestra de su hijo. Me parece poco modélico, más allá de que somos seres humanos. Además, cuando aparece el grito, se acabó el argumento. El grito es violencia, es una forma de atemorizar. Ese acting agresivo, violento, no le hace bien a la política. No convence a nadie, no permite saber qué es lo que realmente piensan esas personas de las cosas. Y la verdad es que a mí esas performances violentas me resultan decepcionantes y poco constructivas en el ámbito de la política. Se pueden decir las mismas cosas sin insultos, sin agravios, sin gritos, con argumentos.

Yo además lo he vivido personalmente, esa agresión violenta, forzando interpretaciones de cosas para lograr determinada lógica, y me sorprende porque yo creo que tenemos gente muy valiosa en la política y tenemos gente muy valiosa que no quiere transitar la política por esto mismo.

Cuando hablás de forzar interpretaciones, ¿te referís a lo que dijiste en la discusión presupuestal, cuando mencionaste que el diseño de las políticas sociales comenzó con el Frente Amplio (FA)? ¿Qué fue exactamente lo que quisiste decir?

Claro, yo hablé del diseño de las políticas sociales en el marco del inciso que estábamos tratando, que era el Mides [Ministerio de Desarrollo Social]. Ahí hay un diseño a partir de la creación del Mides, con el plan de emergencia, con el plan de equidad. Me refería al diseño de las políticas sociales a partir de los gobiernos del FA, que es el diseño del cual nosotros estábamos hablando. Pero creo que eso no es lo relevante, lo relevante es lo que pasó después. Uno por uno, los integrantes del Partido Nacional tuvieron una reacción absolutamente virulenta y fuera de lugar, que creo que le aporta muy poco a la política, con lo que eso genera también, seguramente. Yo no estoy transitando más las redes sociales, lo hace mi equipo, porque la verdad es que me hacen perder tiempo y no me aportan nada. Pero eso tiene repercusiones en la gente, en el clima social, en el clima de convivencia. Entonces, me parece que tenemos que tratar de transitar por caminos diferentes. Obviamente, yo no voy a cambiar lógicas de funcionamiento que están instaladas y que alguna gente piensa que le rinden. Pero, de verdad, ¿desde qué lugar algunas personas pueden pedir respeto? ¿Desde el lugar que le dicen al presidente cobarde y desleal, desde el lugar que le dicen Tribilín, desde el lugar que dejaste a 7.000 personas en lista de espera en el sistema de cuidados? ¿Desde ese lugar gritás?

¿Cuál es el clima en la interna del Parlamento, en las comisiones, por ejemplo?

El trabajo en las comisiones se desarrolla con total normalidad y corrección. Se trabaja muy bien, es el lugar donde se construyen consensos, donde se generan ideas. El gran logro de este gobierno, si a mí me piden un balance, es el presupuesto. Se lograron acuerdos en cantidad de cosas. Los compañeros de Diputados han sido excelentes negociadores.

Además de esto último, ¿qué otros factores te parece que incidieron para que el presupuesto se aprobara por una amplia mayoría? Desde la oposición se ha destacado, por ejemplo, la figura del ministro de Economía y Finanzas, Gabriel Oddone.

Creo que el ministro Oddone ha hecho un planteo de política económica que ha resultado satisfactorio para todos, y que además en sus comparecencias en la Comisión de Presupuesto también fue muy convincente a la hora de plantear su proyecto político. Creo que también el presidente Orsi es un gran negociador. Es un hombre sumamente estable, pacífico, correcto, nunca lo vamos a ver gritando, nunca lo vamos a ver insultando. No ha devuelto un solo insulto. Le hicieron la trampa más grande que se le puede hacer a una persona cuando estaba en la campaña y no vimos que profiriera ningún agravio contra nadie, y la verdad que eso me parece que nos señala un camino, que el camino es por ahí. Yo quiero de alguna manera rendirle homenaje a ese tipo de política y a ese tipo de políticos.

Orsi dijo esta semana que ha tenido “tropiezos discursivos” y que los seguirá teniendo. El historiador Gerardo Caetano afirmó esta semana en Lado B que el presidente cometió “graves errores” en varios temas. ¿Cómo has visto el estilo de Orsi en este sentido, también como comunicadora?

Yo creo que la comunicación es muy importante, que lo que no se comunica no existe, y en ese sentido es una prédica que tengo aquí también entre mis compañeros. Creo que el presidente tiene un estilo peculiar, con ese estilo la gente lo eligió. O sea, si hay algo que no ha hecho Orsi es decir una cosa para hacer otra, o tener un discurso preparado por otros en el que no fuera él. Este es el presidente que la gente quiso, es el presidente que nosotros apoyamos, es el presidente que llegó al poder, y vaya si pasó por instancias difíciles para llegar a ganar la presidencia. Y me parece que es fiel a sí mismo cuando dice y hace estas cosas. A alguna gente le parecerá que tiene que ser más preciso… Yo creo que tiene que ser él, y él es él, en estas circunstancias y con estas características. Me parece que si de la noche a la mañana tuviéramos un Orsi conspicuo, hiperlineal, la gente se sentiría extrañada. Por otra parte, te diría que cuando uno lo ve en el mano a mano, por ejemplo, el otro día cuando fue a ver a Shakira, la conversación con los obreros que había allí en el estadio fue instantánea, o sea, no necesitó ningún tipo de precalentamiento. Yo también le valoro mucho eso: la llaneza, la sencillez y la humildad en el mano a mano. Y eso es de docente, sin duda.

Sobre el debate respecto de si el senador colorado Andrés Ojeda violó o no la Constitución al ejercer como abogado ante Fiscalía, ¿considerás que hay que seguir analizándolo, o, como dijo el propio Ojeda, el informe de Jurídica del Parlamento le puso un cierre al asunto?

Creo que no es un caso cerrado. Con esto no estoy diciendo que esté a favor o en contra. No es un caso cerrado porque hay gente que lo está estudiando todavía, juristas que están trabajando para preparar un informe especial para nosotros [para el FA]. Yo escuché diferentes opiniones. No soy experta en el tema, pero he dedicado mi vida a hacer exégesis de textos, y si leo el artículo de la Constitución, el 124, para mí es muy claro, pero siempre me sorprende la cantidad de bibliotecas que puede haber en cuanto a los textos de derecho. Entonces, no condeno antes, pero tampoco te diría que está bien, porque estamos esperando esa información. El otro día escuchaba al doctor [Martín] Risso y a propósito de este tema planteaba sus dudas con respecto a que pudiera estar habilitado. Otro tema es cómo lo va a hacer el Senado en caso de que lo hiciera [iniciar el proceso para que Ojeda pierda la banca]; ahí está claro que no es algo que se vaya a transitar así nomás y lo más probable es que no se transite, pero lo que quiero decir es que está en la Constitución; leámosla con tranquilidad y que nos den la mayor cantidad de informes posibles.

También te quiero decir una cosa: hay una legisladora de la oposición a la que yo he escuchado más de una vez cuestionar a la división jurídica del Senado y decir: “No, llamen a la cátedra”.

¿Graciela Bianchi?

[Asiente] Y ahora parece que lo que dice la división Jurídica es la verdad absoluta. El caso es tan importante que amerita que se recorra un camino con más opiniones.

El informe de Jurídica plantea que no parece muy lógico que en general se precisen mayorías especiales para quitarle la banca a un legislador que fue electo por el pueblo y en este caso se pueda hacer con mayoría simple...

Creo que lo de la mayoría simple es muy discutible. Lo de que fue elegido por el pueblo, totalmente de acuerdo, pero en la historia de Uruguay ha habido varios casos de legisladores elegidos por el pueblo –estoy pensando en el caso de Germán Araújo– que fueron expulsados del cuerpo. En ese sentido, creo que el mismo razonamiento vale para todos.

¿Sería bueno que Ojeda dejara su actividad privada?

Me parece que es innecesario [que continúe en su actividad privada]. Me parece que hay algunos problemas que hay que evitarle al Senado, pero bueno. Si está en el marco de lo que puede hacer, quién soy yo para cuestionarlo. El tema es si está en el marco de lo que no puede hacer.

Infancia, tenencia compartida y violencia vicaria

Dijiste que tenés la certeza de que se van a conseguir los votos para crear el comisionado para las infancias, un proyecto que impulsaste. ¿Tenés algún indicio del apoyo de otros partidos?

No, lo que tengo es la certeza de la preocupación de la gente por este tema. Yo creo que como nunca la sociedad está sensibilizada con el tema de las infancias. Es un momento en el que nosotros realmente tenemos que hacer el clic. En el Senado, donde los votos están, nosotros decidimos dejarlo para el año que viene porque había que votar el presupuesto y se venía la interpelación a la ministra Lazo, entonces en el medio de todo eso era difícil. Ya salió de comisión. Y creo que en Diputados los compañeros van a tener la posibilidad de trabajar este tema, porque es un proyecto que yo se lo he dado a todo el mundo con tiempo. Incorporamos aportes del INAU, de Unicef, de todos los que nos quisieron hacer aportes para mejorarlo. Incluimos la voz de los niños y los adolescentes. Necesitamos una figura como la del comisionado, que sea el guardián de los derechos de los niños. Porque los derechos están consagrados, pero muchas veces no se respetan, y nosotros tenemos una cantidad de realidades de violencia contra los niños, somos una sociedad sumamente violenta con los niños. Respecto de los niños institucionalizados, hemos tenido denuncias muy graves en el período anterior. Creo que alguien que se dedique sólo a los niños y a los adolescentes es algo que Uruguay necesita imperiosamente.

La Institución Nacional de Derechos Humanos (INDDHH) tuvo una postura muy crítica con el proyecto. La directora Mariana Mota dijo que sería un retroceso para las políticas de infancia y adolescencia y que se podría generar una superposición de competencias entre esa figura de comisionado y la propia institución. ¿Qué valoración hacés de estas críticas?

Nosotros tuvimos en cuenta lo que existía. Yo tuve una reunión con Mariana Mota antes de esto, y también estuve reunida con [Juan Miguel] Petit cuando todavía era comisionado de cárceles, porque de alguna forma esa figura fue la base de la construcción del proyecto con relación a todo lo administrativo. La verdad es que superposición no hay, desde el momento en que la INDDHH se ocupa de los derechos humanos de una cantidad de colectivos. Con 50 funcionarios atiende una cantidad de realidades: tercera edad, discapacidad, ambiente, búsqueda de personas desaparecidas, y lo que tiene para atender infancia es el Mecanismo [Nacional] de Prevención de la Tortura [MNP], que es sólo para los niños institucionalizados. Nosotros estamos hablando de una persona que sólo esté mirando a los niños y a los adolescentes, que no tiene otros temas, y que no sólo se ocupe de los niños institucionalizados.

Pero, además, para mi sorpresa, en el presupuesto que presentó la INDDHH se pide [dinero] para crear el área de infancia y adolescencia. Me quedé sorprendida.

¿Por qué?

Bueno, porque se suponía que eso lo tenían, desde el momento en que dicen: “Nosotros ya nos ocupamos del tema”. Yo sé que ellos tienen el MNP, pero el área de infancia y adolescencia no sólo abarca a los niños que están institucionalizados y no sólo los abarca cuando viven algún tipo de violencia, los abarca en muchas otras áreas.

¿Qué cambios estás dispuesta a hacerle a la iniciativa para que prospere, y qué puntos no son negociables?

Yo estoy dispuesta a todos los cambios que sean enriquecedores del proyecto. Por ejemplo, el INAU planteó que era importante tener en cuenta esta especie de comité consultivo que ellos tienen de niños y adolescentes, me pareció bien y lo incorporé al proyecto. Unicef también hizo una serie de aportes y los incorporé al proyecto. Si hay alguien al que se le ocurre que puede haber cosas que enriquezcan al proyecto, [estoy] totalmente de acuerdo, de hecho, se me acercaron maestras, pediatras, neonatólogos.

El FA en su momento fue muy crítico de la ley de tenencia compartida. Ha pasado un año del período legislativo y todavía ese tema no se ha abordado. ¿Considerás que debería ser una prioridad derogar o modificar esa ley?

Sí, yo creo que es una prioridad trabajar en la modificación de esa ley. De hecho, lo tenemos en agenda. Nos tragó un poco la agenda del presupuesto, pero sí, es un tema que queremos abordar entre los primeros, porque nos han llegado testimonios de que está perjudicando mucho la vida de los niños.

El proyecto de tenencia compartida tuvo en su momento el respaldo de los partidos que hoy están en la oposición, ¿cómo se puede lograr en este marco los votos que le faltan al FA en Diputados para modificar la ley?

Creo que hay modificaciones que son conversables, que se pueden negociar. También es cierto que la gente cambia, ¿no? La gente se informa más, y a la gente hay que informarla además, porque se están dando algunos procesos de revinculación [con padres acusados de violentos] muy duros para los niños. Entonces, eso también es algo que hay que estar mirando.

¿Qué otras prioridades legislativas debería tener la bancada oficialista?

Nosotros, con relación a la infancia, tenemos que ver qué pasa con la violencia vicaria, tenemos que ver cómo trabajamos ese tema. Hay gente que cree que la violencia vicaria es sólo cuando ocurre esa tragedia espantosa de que el padre mata a los hijos para castigar a la madre, pero hay otras formas de violencia vicaria, de convertir a esos niños en víctimas de una relación que no está bien resuelta. No pasarles la pensión alimenticia, por ejemplo, que hay una cantidad de casos, incluso de gente que encubre ingresos de alguna manera por esa razón. Que el niño presencie escenas de violencia, aunque no lo maten, que el niño vea sufrir a uno de los integrantes de la familia por violencia. Todo eso es violencia vicaria. Y eso también lo tenemos que abordar.

Blanca Rodríguez.

Blanca Rodríguez.

Foto: Gianni Schiaffarino

Estoy trabajando en otro proyecto, que está casi pronto, de lenguaje claro, porque estamos convencidos de que para muchos uruguayos es casi imposible entender los trámites del Estado. Sobre todo aquellos trámites en instituciones a las que recurren mucho las personas que tienen más dificultades o las más vulnerables. Estoy pensando en trámites del Mides por las tarjetas o trámites del BPS [Banco de Previsión Social]. Estamos trabajando con la Agesic [Agencia de Gobierno Electrónico y Sociedad de la Información y del Conocimiento] para facilitar, para acercar el Estado a la gente, para que sea sencillo poder hacer un trámite.

Además, no puede pasar que en muchos lugares no haya un teléfono para que tú puedas llamar y que te expliquen, porque eso ya se ha suprimido, se maneja por la web. Yo presencié el otro día una escena en la que a un señor le decían: “Vaya al tótem”. El señor no sabía lo que era el tótem. Yo lo acompañé, le hice todo, porque él no podía, no sabía. Y a mí me costó bastante. Entonces, creo que a veces nosotros creemos que facilitamos las cosas y nos olvidamos de que hay generaciones de personas que no han tenido esa formación digital. Y entonces las alejamos del Estado y se quedan sin posibilidades. El tema del lenguaje claro tiene todas estas variables.

¿Cómo se instrumenta, hay personas que están velando por el lenguaje claro? ¿Qué formación tienen?

Correctores de estilo. De hecho, el BPS en un área ya los tiene trabajando. Yo me reuní con los correctores de estilo de la Facultad de Humanidades [y Ciencias de la Educación] que trabajan ese tema y están muy interesados. Y la Agesic también, porque es la que tiene a su cargo trabajar precisamente [la web] gub.uy y las tramitaciones del Estado. Tenemos un grupo formidable entre mi equipo y ellos, y pensamos que al comienzo del año que viene vamos a estar haciendo primero un plan piloto –elegimos algunos de los trámites más recurridos por la gente– y evaluarlo. Y después ver la forma de implementarlo en todos los organismos públicos, que cada organismo tenga que pasar por esa facilitación del texto y del trámite. Porque en definitiva nosotros le pagamos al Estado para que nos dé un servicio, no para que nos complique la vida, ¿no?

El rumbo del gobierno y el malestar en una parte del FA

¿Cómo evalúas estos primeros meses de gobierno?

En estos primeros meses de gobierno estuvimos muy condicionados por el trabajo en el presupuesto. Es el presupuesto que se pudo hacer con la realidad difícil que el país se encontró, con cifras que no eran las que esperábamos porque no fueron las cifras que nos dijeron. Para esa realidad se diseñó un presupuesto con esa línea de base del último año del gobierno anterior y con ese incremental que se estableció. A mí me parece que es muy coherente con lo que fue nuestra campaña el tema de que el 40% de ese presupuesto incremental vaya para la infancia y la adolescencia. En términos históricos, para la adolescencia nunca hubo una dedicación presupuestal de ese tipo. Creo que además también es coherente con esta propuesta de que la educación es una estrategia de rescate social de las personas. El plan de alimentación en los liceos y en las UTU de zonas vulnerables va a ser muy importante para trabajar en la desigualdad que nosotros tenemos en adolescentes e infancias. Y todo lo demás: el bono escolar, las becas Butiá, que se duplican en el monto, que van a llegar a 70.000 adolescentes. Cuando a uno le explican, dice: “Bueno, pero esto es poco”. Sí, es poco. Claro que es poco. Es lo mejor que se pudo hacer con lo que había.

Me parece que es muy importante lo que se está incrementando en materia de educación carcelaria. Tres mil y pico de internos más van a tener acceso a eso. El otro día estuve en el Inisa [Instituto de Inclusión Social Adolescente] visitando el hogar Ituzaingó, y la verdad es que lo que están haciendo [el presidente del Inisa] Jaime Saveedra y su gente ahí es totalmente distinto; es un hogar de puertas abiertas, con canchas de deporte, les montaron un cine a los chiquilines adentro del hogar. Todos van al liceo, el día que yo fui habían terminado las clases, con un porcentaje alto de promoción. Hay mucha gente que está trabajando mucho en los barrios. Cuando recibís acá los viernes en el presupuesto a las delegaciones que venían a pedir apoyos, descubrís cómo las mujeres están sosteniendo buena parte de las redes de contención que hay en los barrios.

Un sector de los frenteamplistas ha expresado su malestar en redes sociales y con reuniones presenciales, entre otros temas, por la política exterior y por la política económica. ¿Notás ese malestar en las recorridas qué hacés, y cómo lo estás evaluando?

Sí, yo sigo haciendo recorridas y muchas, sobre todo yendo mucho al interior y a los barrios. Entiendo el malestar de la gente, y sobre todo esa sensación de urgencia que la gente quiere imponer, la entiendo, porque en realidad queríamos un cambio. La gente votó esto porque quería un cambio y quería que las cosas fueran de otra manera, y las cosas tienen que ser de otra manera. Pero las cosas llevan sus procesos. Yo entiendo algunas de esas urgencias y creo que de pronto en algunas cosas estamos demorados. Básicamente, comparto que hay sectores de la población y muchos frenteamplistas que están desconformes. Yo les diría que nos den un poco de tiempo. Llevamos unos meses de gobierno enfrentando situaciones muy difíciles, recomponiendo tramas que son muy complicadas, que a veces no son las que más se ven. Seguramente, no siempre vamos a conformar a todos, porque ni siquiera nosotros vamos a estar todos conformes con todo, pero creo que ha habido una cantidad de cosas en este gobierno en las que también hay que reparar. Nosotros tenemos a un presidente que saliendo del Palacio Legislativo y camino a la casa de gobierno paró su tránsito frente a Madres y Familiares de [Uruguayos] Detenidos Desaparecidos. Tenemos un presidente que a la primera delegación que recibió fue a Madres y Familiares, a la que recibió dos veces en los primeros meses de gestión.

Madres y Familiares cuestionó la reunión que tuvo Orsi con el presidente de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) por los militares presos...

Miremos la película, no de pronto un tramito.

¿Pero qué te pareció concretamente esa reunión?

Supongo que tenía alguna preocupación y que por eso se lo fue a plantear a la SCJ. Supongo yo, pero también miro todo eso y creo que si vos sos el primer presidente que tiene esa gestualidad, valoremos eso también, ¿no? También hay gente que puede aprovechar hasta la mínima circunstancia para cuestionar al gobierno. Hay gente que no asumió que perdió la elección. Dejen al gobierno que transite con su estilo. Creo que también se aprovecha y se explotan pequeñas situaciones y pasan desapercibidas otras que son las importantes. En ese sentido, creo que hay muchas cosas a valorar. Se operaron en un mes la misma cantidad de niños de cataratas que antes se operaban en un año. Vamos a fijarnos en esas cosas. Después están los problemas de siempre, empresas que tienen problemas, gente que querría más aumentos. Lo entiendo, y creo que también tenemos que acostumbrarnos a esa lógica de que a la izquierda le pasan esas cosas. No siempre todos los trabajadores van a estar de acuerdo con la izquierda y no siempre todos los estudiantes lo van a estar, aunque yo creo que allí está buena parte de la construcción de la izquierda y de los apoyos, de ahí venimos, de ahí y de las bases populares. Lo que nunca tenemos que hacer como izquierda es alejarnos de eso.

Yo siento ese descontento porque me lo dicen, recorro los comités; este fin de semana tengo cuatro, converso con la gente, y hay que explicar lo que pasa, en qué estamos, en qué trabajamos. Cometemos errores, sin duda. Pero creo que hay muchas cosas en las que estamos caminando fuerte que a veces pasan por debajo del radar.

¿Hay algo que el gobierno debería cambiar en función de esas críticas internas?

Una de las cosas en las que hay que trabajar es en explicar más y mejor, en esa comunicación, en el mano a mano. No en las redes, donde hay un minúsculo grupo; en el mano a mano, en la conversación con la gente. Creo que ha habido algunos cuestionamientos fuertes en algunos temas como los que tú decías: el tema Israel-Gaza, el tema Venezuela. También creo que hay una embestida fuerte de las derechas conservadoras en el mundo que manejan determinado discurso, que instalan que de pronto un traspié se transforma en un error fundamental. Y creo que el gobierno no ha cometido ningún error fundamental. Yo hubiera sido mucho más categórica de pronto en algunos temas, porque bueno, son estilos diferentes, y no estoy al frente del gobierno.

¿En temas de política internacional, por ejemplo?

Bueno, con el tema Gaza hubiera sido mucho más contundente, no tengo duda de que lo que está pasando ahí es una masacre y un genocidio. Con todo el afecto que le tengo al pueblo de Israel, porque yo no estoy condenando al pueblo judío, ni a la religión judía, estoy condenando al gobierno de Israel. Lo que está haciendo el gobierno de Israel me parece deplorable. Nadie tiene derecho a decirme a mí que por eso estoy condenando la causa judía, en absoluto. Soy amiga de la colectividad de Israel, lo cual no me inhabilita para decir que lo que está haciendo el gobierno de Netanyahu es un genocidio. Además, se está planteando darle a ese territorio un uso como si acá tuviéramos un señor que puede disponer de los países y de la tierra. ¿Y si nos toca a nosotros un día? Entonces, de verdad que me parece muy condenable eso, pero también entiendo que los gobiernos tienen que tener determinadas posiciones a veces porque están negociando otras cosas. Entonces, eso no lo cuestiono, yo digo mi posición, que además ha sido la posición del FA.

En el caso de los ataques de Estados Unidos a embarcaciones venezolanas, ¿considerás que el gobierno debería pronunciarse, teniendo en cuenta que además el presidente Donald Trump dijo que iba a seguir por Colombia?

Yo no le voy a decir al gobierno lo que tiene que hacer. A mí me parece terrible y sumamente peligroso lo que está sucediendo con Estados Unidos en el Caribe. Y me parece grave permitir que pongan un pie en el continente. Pero no voy a decir lo que tiene que hacer la cancillería; que haga lo que tenga que hacer. Tengo la mejor opinión del canciller y de la vicecanciller, que me parece una mujer formidable, del equipo que tienen.

¿Cómo evaluás la presidencia de Fernando Pereira en el FA?

Creo que ha sido un excelente presidente Fernando Pereira, y que además nos ha conducido en buena parte de este proceso que terminó en este presupuesto. Él tuvo mucho que ver, porque el presupuesto empezó en “El FA te escucha”, no empezó cuando se conformó el gabinete y asumió el equipo económico. Allí había un programa que se hizo con base en “El FA te escucha” y las comisiones trabajaron teniendo en cuenta eso. Fernando Pereira le ha dado una impronta al FA que la tenemos que mantener y la tenemos que continuar, tiene realmente mi total apoyo.

Como integrante independiente del Espacio 609, ¿cómo ves el recambio generacional en ese espacio y en el Movimiento de Participación Popular (MPP) tras el fallecimiento de José Mujica?

Creo que hay una generación de gente muy interesante, muy trabajadora, que además ha tenido una actitud muy generosa con los distintos sectores dentro del FA, y que tiene una visión de Estado y de futuro que me parece muy importante y muy interesante. El coordinador del Senado, que es Daniel Caggiani, ha sido un excelente coordinador y ha sido muy buen negociador en la interpartidaria. La negociación del presupuesto en Diputados tuvo a mucha gente del MPP, gente joven, que ha tenido realmente un manejo formidable. Hay allí gente que además está estudiando, porque eso es una consigna también del movimiento, la formación. Siembra es un espacio que se ha vuelto muy enriquecedor en ese sentido, es un think tank importante para la izquierda, no sólo para el MPP. Entonces, tengo puestas las mejores esperanzas en este equipo.

¿Qué te parecieron las críticas al MPP por el cierre de M24?

Todos los fines de año, como trabajadora de medios de comunicación vivía la incertidumbre de mis compañeros. No me pasó en lo personal, afortunadamente, porque trabajé en una empresa que me dio siempre mucha estabilidad, pero todos los años veía la incertidumbre de mis compañeros con los medios que cerraban. Esa es una realidad del sector, terrible. Hay un desafío muy fuerte a los modelos de negocios tradicionales, que son los que están teniendo todavía estos medios. Claramente creo que hay un problema allí, pero lo que pasa es que ese costo no puede ser, y no hablo sólo de M24, para los trabajadores. Esto seguramente es un tema para la APU [Asociación de la Prensa Uruguaya], es un tema para pensarlo en el mundo del trabajo. Los trabajadores de los medios de comunicación están en un momento de una transición feroz. ¿Cuántas radios han cerrado? Claro, esto es M24, una empresa que vinculan con el MPP, y lo entiendo. Ahora, no se dejen defender por [el senador nacionalista Sebastián] Da Silva, ¿no?, que gritaba el otro día y vociferaba: “La izquierda ahora no quiere a los trabajadores”. Bueno, si creen que Da Silva defiende a los trabajadores, estamos en problemas. Yo lo que digo es que este caso realmente me parece lamentable. Finalmente, se llegó a acuerdos: los trabajadores van a recibir como funcionarios todo lo que les correspondía y los contratados van a recibir su sueldo hasta el 31 de diciembre y algo más, pero lo que quiero decir es que esto está pasando todos los años con muchos medios de comunicación. Conozco gente que trabajó contratada durante décadas, en una relación de dependencia encubierta. Y los sucesivos ministerios de Trabajo, ¿qué hacen frente a eso? Porque acá hay muchos jugadores. Claro, el hilo se corta por la parte más fina, y dicen: “Bueno, ¿los trabajadores por qué aceptan trabajar así?”. Y porque si no, no tienen trabajo. Entonces sí, aceptan un contrato que les impide tener salario vacacional, aguinaldo, todo lo que es la protección social que tienen los trabajadores formales. Se ha precarizado mucho el trabajo periodístico. Creo que ahí hay un tema que hay que trabajarlo como sector, no sé si es un sector que hay que subsidiar temporariamente, no sé.

El futuro político

¿Cerrás completamente la puerta a una candidatura presidencial en 2029, o dejás una rendija abierta?

No ignoro que mucha gente me lo pregunta y que mucha gente me lo dice, sería hipócrita si lo negara, pero también tengo que decirte que no se me ha pasado por la cabeza. Ha sido un año tan intenso para mí, de trabajo y de aprender de este mundo, que no se me ha pasado por la cabeza esa propuesta y ese proyecto político no está en mi cabeza en este momento.

¿La gente te lo reclama en las recorridas que hacés?

Sí, me lo reclama.

Mujica te invitó a estar en los primeros lugares de la lista al Senado del MPP porque sos una figura con alta visibilidad y reconocimiento, ¿eso es un capital a la hora de una eventual candidatura presidencial?

Yo creo que este capital, que construí con muchísimo tiempo y que tengo que seguir cuidando como lo cuidaba cuando estaba en los medios, lo que me dio fue una gran experiencia en saber por dónde van los temas que le interesan a la gente y qué es lo que yo tengo que hacer en política. Con respecto a lo de Mujica, creo que me convocó porque, como me dijo él, quería que no me fuera para mi casa y que siguiera aportando a la sociedad. No sé si él lo hizo pensando en 2029, no lo sé. Creo que lo hizo pensando en que yo le aportara a la fuerza política de izquierda en la que creo. En determinado momento dijo: “Les estamos dando una persona para los próximos 30 años”, pero yo dije: “Mujica, la biología también corre para mí, no sólo corre para usted”.

¿Pero descartás de plano la posibilidad de una candidatura presidencial?

La verdad es que la política es algo que a mí me gusta mucho. No está en mis planes de vida porque significa mucho, es un montón eso. No está en mis planes hacer eso y está en mis planes trabajar en este lugar [el Senado], que yo creo que es muy importante.

¿No te entusiasma la posibilidad de ser la primera presidenta del país?

Creo que sería bueno que hubiera una presidenta mujer, pero no puede ser esa la razón que a mí me lleve a considerarlo. Sí creo que sería bueno y también creo que hay mucha gente muy capaz, y que hay que tener una gran vocación, una gran convicción, una gran capacidad de renunciamiento. Todo eso se tiene que conjugar en la persona que quiera trabajar en eso. Yo estoy trabajando en esto y la verdad es que estoy feliz con el cambio que hice en mi vida.