El abogado Fernando Doti, líder de la Plataforma por la Libertad, gritó en el cierre del primer acto “Viva la libertad”, y a continuación sonó fuerte la canción “Yo soy el león” de La Renga. Con esa referencia al presidente argentino Javier Milei, se terminó la instancia que reunió a varias decenas de personas que escucharon y aplaudieron con entusiasmo. Principalmente hombres, en su mayoría jóvenes, estuvieron en las primeras horas de la noche del viernes en Estudio 9, un local cerca de la Facultad de Medicina, en el lanzamiento político del partido “en vías de formación”.
Conducido por el comunicador Esteban Queimada, y bajo la mirada atenta del escritor Federico Leicht, el evento tuvo como oradores a Doti y a la exdirigente nacionalista Stephanie Magliano. El momento más alto de la noche fue cuando tomó la palabra el abogado, que fue acompañado por el grito de algunos simpatizantes que le decían “arriba, toro”.
Desatando el primer aplauso, Doti dejó claro que su movimiento reivindica “al individuo, no al colectivo”. “El individuo es la minoría más desprotegida que está parada sobre la faz de la tierra”, enfatizó. Comenzando con el diagnóstico del país, apuntó que “está en peligro”. “Trabajamos la mitad del día para pagar impuestos”, apuntó, y agregó: “Vivimos en una esclavitud fiscal”.
“Paguemos los impuestos, pero seamos conscientes de que somos esclavos para financiar la fiesta del gasto público, la madre de nuestros problemas”, comentó al auditorio. Remarcó que todo eso sucede “en nombre del Estado del bienestar y la justicia social”, y aclaró que desde su lugar entiende que “la justicia social es un concepto nefasto que hay que borrar del diccionario de la política uruguaya”. Asimismo, subrayó que “la igualdad ante la ley” es lo único que “los uruguayos de bien” le piden al Estado.
Dentro de su reflexión, y apartándose del respaldo de la sala, apuntó: “Estamos hartos de tanta tibieza, de la corrección política, de la derecha acomplejada, y recontra hartos de los 'soy liberal, pero... protéjanme así la gente no le compra a Temu'”. Esto último, en una clara referencia a dichos que, por ejemplo, ha vertido en los últimos días el presidente de la Cámara de Comercio, Julio César Lestido.
Partiendo del aplauso generado, y sobre el cierre de una oratoria de cerca de 20 minutos, llamó a sus seguidores a “dar la batalla cultural en un asado, en una rueda de mate”.
En una línea muy similar, la exdirigente nacionalista Magliano puso énfasis en que los partidos tradicionales “han sido infiltrados, desdibujados y vaciados de contenido por la casta política que no representa sus valores fundacionales”. Agregó que “los partidos tradicionales han sido secuestrados por el progresismo y la corrección política”.
Reivindicó también el papel que tendrá en la “batalla cultural” aquella mujer que “no se ha dejado adoctrinar por el feminismo colectivista”. “Entiende que la verdadera equidad no viene de cuotas ni de privilegios impuestos, sino de las oportunidades que cada uno crea con su esfuerzo”.
Quiénes son
Doti tiene 45 años y es integrante del consejo académico de la Fundación Libertad y Progreso (Buenos Aires). Difunde periódicamente sus ideas a través de un espacio de podcast y la radio en línea Cuervo Uruguay, en un programa denominado La eterna vigilancia. Tiene también varios libros, entre ellos: El Estado: enemigo público, La eterna vigilancia: el costo de la libertad y El salario mínimo empobrece.
Según contó Doti a través de su cuenta de X, medio fundamental para su discurso, en 2009 fue segundo en una lista a diputado de Río Negro en representación del Partido Colorado. Luego, en 2018, firmó “el acta fundacional” del Partido Libertario. A nivel de referentes, manifiesta “respeto y admiración por figuras como Jorge Batlle o Luis Alberto Lacalle Herrera, dado que “impulsaron corrientes liberales dentro de sus partidos”.
Hasta el momento, este es el tercer evento de cierta relevancia en el que Doti ha participado con protagonismo. El último fue en enero de 2024, cuando participó como orador del acto de Un Solo Uruguay realizado en Mal Abrigo, San José. En esa instancia, puso énfasis en que si preocupa la pobreza, hay que darle “libertad económica a la gente” para que “no tenga que depender de un político o de un plan para poder subsistir”.
Antes, en febrero de 2022, fue orador en un acto promovido por una serie de personas que impulsaban el “voto en blanco” de cara al plebiscito que buscaba derogar artículos de la LUC. Acompañado en esa actividad, por ejemplo, por la escritora Mercedes Vigil, expresaba la necesidad de que el gobierno del entonces presidente Luis Lacalle Pou “cambie de verdad” las cosas. “En algunos casos, nos hemos visto decepcionados”, expresó en esa instancia cuando habían pasado dos años de gobierno.
Magliano, también activa en redes sociales, formó parte del Partido Nacional (PN) y hasta octubre de 2024 encabezó la agrupación Unión Blanca Republicana (UBR). Según explicó en Cuervo Uruguay, la fuerza política no le “permitió” presentar una lista propia para la elección de octubre, y tras la derrota electoral, identificó que no tenía “nada por hacer” dentro de filas nacionalistas.
Como antecedente, la agrupación de Magliano había criticado duramente la agenda de derechos impulsada por los jóvenes del PN. “Nuestro Partido no la necesita, y la inmensa mayoría repudiamos la segregación y la ideología de género. #Batalla Cultural”, señaló en un posteo de X el espacio político en relación con la creación de una Secretaría de Diversidad en la orgánica blanca.