Se trata de generar acciones que obliguen al gobierno a cambiar el rumbo de la ortodoxia liberal y que este juegue en beneficio de la población y no de una –de su– clase social.
Reconocer que además de beneficiarnos debemos contribuir a la cooperación social es un rasgo constitutivo de la razonabilidad que Rawls les atribuye a los ciudadanos.
La atribución de un poder al empleador para exigir la vacunación (y sancionar su incumplimiento) a un dependiente que ejerce su libertad de no inmunizarse opera en los hechos como un ilegítimo sucedáneo del papel del Estado.
Tal vez el principal avance se dio en reconocer que Mevir es un instrumento de política pública centrado en vivienda que debe estar articulado con las demás políticas públicas que operan en el territorio donde actúa.
Debemos tratar de imaginar un Mercosur más sofisticado, que salga de este estado de “muerte cerebral”. Un Mercosur que sea capaz de pensar una agenda de desarrollo del bloque regional poscovid.
Al Mercosur le faltan defensores que sean capaces de mirar más allá de visiones nacionalistas, fragmentadas e incompletas. Defensores de la integración como camino, valores compartidos y fin en sí mismo.
Este marzo nos encuentra con indicadores de desempleo, informalidad y pobreza sensiblemente deteriorados. El confinamiento, la suspensión de clases y el teletrabajo aumentaron la carga de trabajo no remunerado.