Declarar y actuar hacia la transición, abriendo al debate público las alternativas, sería la señal que debería llegar ahora para juntos construir alianzas, bajarnos de este tren e iniciar caminos diversos.
En una democracia, no discutir las diferencias es un error, y pedirle a la oposición que se calle porque si no se la acusa de aumentar la grieta es desleal, irresponsable y peligroso para el país.
Del 40% del total de muertes de la pandemia en un solo mes, una gran proporción corresponden a muertes evitables si se hubieran tomado medidas integrales.
Se comienza a desarrollar una visión seudonegacionista de lo que estaba y está pasando, y se naturaliza el dolor de que se muera medio centenar de uruguayos por día por covid-19.
El proyecto alternativo de la izquierda tiene que poner de relieve su desvelo por la transformación infraestructural de la sociedad y la economía nacional.
Un posible nuevo arbitraje internacional de inversiones, como paradójica respuesta a la transacción para evitar otro de su misma naturaleza, parece inminente, y en este caso particular, de difícil solución.
Lo filosófico cultural arcaico retorna y el proyecto de ley es un síntoma. El recorte de recursos para la educación coincide con la propuesta de gastar en un consejo que persigue a educadores.
Los militantes sindicales, sociales, contaron con el compañero Eduardo Platero, que se destacó por su capacidad y abnegación sin límites, sufriendo el odio de lo retrógrado del Uruguay, y el amor, el cariño y la admiración de nuestro pueblo
Estos proyectos se fundan (a veces) en un conjunto de falencias, imperfecciones y hasta horrores de nuestra sociedad, pero proponen una “solución” que, lejos de serlo, atrasa el reloj de la consagración de derechos.