Por estos días he quedado agobiado, caído, golpeado. Elegí (o la vida me eligió) una profesión, un oficio, un trabajo, una forma de vida para el disfrute, para sublimarme como ser humano, pero también para hacerme sentir, un día y el otro también, que entre el barro y la podredumbre me arrastro de trinchera en trinchera sin mucho avance posible ante el fuego amigo. Una operación atrás de la otra, de tipos convencidos, de gente que apurada se sube a ese camión que atropella, que se lleva todo por delante, a la velocidad del “yo ya sé como es esto, yo sé porqué es esto y qué hay detrás de todo esto”.

Meses de lucha, de ninguneos, de desbordes de poder, para que el conflicto entre el 80% de una asociación, de una sociedad con 4 o 5 déspotas que, elegidos en las urnas, han hecho lo que ha querido Tenfield, para que de repente todo este tiempo de lucha y de sufrimiento quede soterrado, por un incisivo rumor elevado a la categoría de verdad absoluta, pública e indiscutible: esto es un tema de lucha de poder, de guerra por el negocio, este es un tema de plata entre Casal y Lugano- Godín.

Lógica viva

Y va una y otra vez, los mejores canales, los primetime de los noticieros, las portadas de los diarios y los portales, lo revelan como la verdad absoluta.

Falacias, sofismas, paralogismos en la cancha nuevamente, sin que Vaz Ferreira aparezca junto al atril del presentador, en la contratapa del suplemento, o sentado en la silla del estudio donde se prenden las letras rojas del cartel que dice que estamos al aire.

Mientras me sacudo, hincho, casi desesperadamente para que no sea más que un paralogismo. Un paralogismo es un argumento o razonamiento inválido, que se plantea sin una voluntad de engaño, y que tiene la forma de un silogismo o más frecuentemente de un entimema. A diferencia de un sofisma un argumento falso o erróneo, pero aparentemente correcto, el paralogismo no depende de una confusión malintencionada en los términos, sino de un error de razonamiento.

Dentro del dolor y la rabia, lo menos malo es creer que José Mujica, invocado como mediador, ha fallado en su razonamiento formal en tanto ha partido de premisas inválidas, tal vez, porqué no, aportadas por sus correligionarios Enrique Saravia, el cuestionado presidente de la directiva de la Mutual y, tal vez, Héctor Morán, Gustavo Ancheta Gustavo Torena, integrantes y promotores de la lista 906 que sumó votos para “el equipo de Pepe, la fuerza de la gente” en las elecciones del 26 de octubre de 2014.

También lo quisiera para los predicadores de la TV, o para los editorialistas, que se suman a lo que “ya todo el mundo sabe, esto es solo un problema entre Casal y Lugano”

¿Qué he hecho yo para merecer esto?

¿Toda la serie de irregularidades notorias y comprobadas en las que ha caído esta tutelada dirección de la Mutual: la denuncia como testaferro de la Casal ante la Conmebol, la enajenación invalida de los derechos de imagen de los futbolistas, también a favor de Tenfield, la no citación a asamblea expresamente solicitada por decenas , centenas de socios, la denuncia penal contra asociados, el préstamo de dinero a El Tanque para que el club de Fredy Varela pudiese empezar el campeonato, sumado a todos los reclamos por transparencia e independencia no cuentan como desencadenante de esta situación extrema?

No vale, no es nada. No existen, son 600, 700 futbolistas llevados de las narices a control remoto, para no ver un peso, jugar en condiciones no buenas en cuanto a canchas, vestuarios, horarios, y que encima les jopeen sus derechos de imagen, que los hagan denunciantes únicos sin la anuencia de asamblea, que les usen su plata sin su anuencia, que los dejen como una mierda, y encima, por las dudas, los culpables de parar el fútbol, y dejar de rehenes a los hinchas, clubes, dirigentes. Eso interpreta uno por ejemplo cuando escucha al doctor Luis Gallo Integrante de la Comisión Especial de Deportes de la Cámara de Representantes que recibió a Enrique Saravia, primero y a los futbolistas de Más Unidos Que Nunca después:” Nosotros nos empezamos a preocupar cuando se paraliza el fútbol que es un movimiento social muy importante Es una industria sin chimeneas que viven periodistas, viven futbolistas, y vive todo lo que se comercializa en el fin de semana, entonces cuando se paraliza el fútbol ya la cosa cambia porque esto es un tema privado, netamente gremial”.

¿Pero por que es el paro? ¿Cuáles son los motivos por el que más de 700 futbolistas profesionales llegan a esta medida? Definitivamente por más que nos saquen de foco, no es porque uno o más jugadores de elite estén contra Francisco Casal por un problema de pesos o de poder. Es, si, porque nada ni nadie, ni el Ministerio de Educación y Cultura, policía y fiscalizadora de las conductas estatutarias, ni el poder judicial han podido arbitrar o laudar a favor de una inmensa mayoría que de mil maneras ya ha hecho saber que no se sienten representados ni por su presidente, ni por su forma de conducción.

José Mujica parece que también se sintió sorprendido. Por lo menos así se lo hizo saber a Federico Buysan en nota para la Sport890:” La cosa empieza a tomar trascendencia en la medida de que dicen paramo el futbol ¡Pará!¡Pará! ahí hay un fenómeno público, mientras sea un lio gremial es una cosa pero ahora…” y después volver a colocar el asunto, a centrar el tema en el conflicto Francisco Casal – Lugano – Godín.

De película

Hay dos películas de fines del siglo XX que me mueven cada vez que pasa esto. Mentiras que matan (Wag the dog), y 12 monos. Y esta vez, si el guionista de Mentiras que matan se les hubiese resfriado, todos estos que vienen desviando con fuerza el tema hacia un problema individual o de negocios con Casal, e imponiéndonoslo a nosotros, la chusma, como el eje del asunto, se hubiesen ganado el puestito para guionar los movimientos de Dustin Hoffman y Robert de Niro. Es aquella en la que para intentar hacer zafar al presidente de un inconveniente de connotaciones sexuales, contratan a un gran productor cinematográfico para armar en imágenes una guerra en un país lejano y desconocido – eligieron a Albania- y sacar de fofo el problema real, y central. Con todo el circo armado, los medios de comunicación se dedican a terminar las historias y a generar nuevas, alimentando el aparato comunicacional para su propio beneficio, que traducida a nuestra película es “aqui es un problema de Lugano, y Godín, que le quieren sacar el negocio a Casal” Los jugadores locales, ¿Quiénes son los jugadores locales?. Sencillamente una pelí que muestra una verdad que hoy en día vivimos. Cómo somos manipulados y cómo el sistema utiliza a la prensa y a los medios de comunicación para hacernos creer la información que ellos quieren que creamos para fines de ellos. Y lo logran, o eso creo. Los jugadores, nuestros jugadores los que se pelan el culo en nuestras canchas, los que son capaces de hacer las cosas más increíbles, algunas de las cuáles, después los hace ser jugadores de otras canchas están reclamando hace un año.

Despertares

Si Saravia, Mujica, el Ministerio de Educación y Cultura, la Comisión Especial de Deportes de la Cámara de Representantes, los presentadores de los espacios deportivos, y los periodistas no saben qué es lo que reclaman, no tienen más que ir a aquella proclama de hace casi un año atrás que decía “Los futbolistas profesionales del medio local hemos despertado. La denuncia realizada por los jugadores de nuestra selección nacional nos abrió los ojos. Nos hizo ver que estábamos naturalizando una situación en la que el fútbol uruguayo caía en picada. Y nosotros no estábamos tomando ninguna actitud crítica. Ahora sabemos que es necesario luchar para evitar que la enorme mayoría de los beneficios que genera el fútbol uruguayo quede en manos de intermediarios o de terceros, personas y empresas que no son los reales protagonistas de nuestro fútbol [...]”, arrancaba aquella carta de los profesionales del medio local, que remataba: “Tenemos la certeza de que ningún cambio significativo se producirá mientras el negocio del fútbol esté en manos de unos pocos. Nuestro movimiento es en beneficio del fútbol en su conjunto, considerado la máxima expresión del pueblo uruguayo. Por solidaridad y compromiso con nosotros, y con las próximas generaciones, estamos dispuestos a ir hasta las últimas consecuencias. Esta lucha nos convoca a todos. Por un fútbol honesto, democrático y transparente”.

Eso. Los futbolistas, más unidos que nunca.