El presidente de Egipto, Abdelfatah al Sisi, prometió que habrá una venganza con “fuerza brutal” al atentado en el Sinaí, que se llevó la vida de al menos 270 personas en una mezquita frecuentada por sufíes.

El atentado de ayer, que también dejó a 90 personas heridas, es el más letal en la historia de Egipto. Se realizó mediante la instalación de artefactos explosivos caseros en los alrededores de la mezquita que fueron detonados mientras los fieles salían del rezo del viernes, día sagrado para los musulmanes. Después de la explosión, varios terroristas dispararon contra las personas que escapaban corriendo y contra las primeras ambulancias que llegaron al lugar.

El gobierno declaró tres días de luto por las víctimas del ataque, que inicialmente no fue reivindicado por ningún grupo. Los musulmanes sufistas son considerados infieles por el grupo yihadista Estado Islámico, que opera en el Sinaí egipcio.