Según las autoridades migratorias de Colombia, Luisa Ortega llegó al aeropuerto de Bogotá proveniente de Aruba, en un vuelo privado, junto a su esposo, el diputado Germán Ferrer. Si bien la ex fiscal, depuesta de su cargo el 5 de agosto, como primera medida de la Asamblea Constituyente, no realizó un pedido de asilo en Colombia, tiene un plazo de tres meses para hacerlo. Ortega acompañó los gobiernos de Hugo Chávez, pero en los últimos meses se había vuelto una fuerte cuestionadora del presidente Nicolás Maduro.

Más temprano, la Asamblea Constituyente de Venezuela había aprobado “asumir las competencias para legislar”, atribuyéndose las funciones de la Asamblea Nacional, el Parlamento dominado por la oposición. La decisión fue comunicada después de que la Mesa Directiva del Parlamento rechazara una invitación de la Asamblea Constituyente para asistir a una de sus sesiones. Para justificar ese rechazo, la Mesa Directiva publicó una carta en la que reitera que el Parlamento no reconoce a la Asamblea Constituyente, sino que la considera un “poder de facto” cuyo objetivo es “perpetuar” a Nicolás Maduro en la presidencia.

La decisión de la Asamblea Constituyente generó nuevos rechazos a nivel internacional. El Mercosur, que suspendió a Venezuela, la acusó de “usurpar las atribuciones” de la Asamblea Nacional, “que fue elegida democráticamente por la mayoría de los venezolanos y es la única y exclusiva titular del Poder Legislativo en ese país”. El comunicado agrega que “los países fundadores del Mercosur no reconocen esa medida o cualquiera que sea adoptada por la Asamblea Constituyente”.