El subsecretario general de Presidencia de Argentina, Valentín Díaz Gilligan, ocultó 1,2 millones de dólares en Andorra, un país donde hasta hace un año regía el secreto bancario, y dijo que lo hizo para ayudar a Francisco Paco Casal, que por entonces venía de un litigio con la Dirección General Impositiva (DGI). Así lo reveló en una investigación difundida el viernes por el diario español El País, que accedió a documentos de la Banca Privada d’Andorra (BPA).

La cuenta en la que se ocultó el dinero se abrió en 2012 y Díaz Gilligan figuraba como representante y accionista de la empresa británica de intermediación de jugadores de fútbol Line Action. En ese entonces Díaz Gilligan era asesor del gobierno de la ciudad de Buenos Aires, que estaba en manos del actual presidente, Mauricio Macri. De acuerdo con la investigación de El País, la cuenta era propiedad de Line Action pero figuraba a nombre de la mercantil panameña Nashville North Inc. y recibía transferencias de clubes de fútbol uruguayos. En enero de 2014 Díaz Gilligan fue nombrado director de Promoción Turística de la capital argentina y diez meses después, en noviembre, se desvinculó de la empresa y de la cuenta.

Consultado por El País, Díaz Gilligan dijo que en realidad él no estaba relacionado ni con la empresa ni con la cuenta, sino que actuó como testaferro para hacerle un “favor” a Francisco Paco Casal, que en ese entonces estaba en juicio con la DGI y por lo tanto “no podía figurar”. “La plata nunca fue mía”, agregó, explicando por qué no incluyó esos 1,2 millones de dólares en sus declaraciones juradas. Díaz Gilligan se desentendió de la empresa meses después de que la denuncia de la DGI contra Casal fuera archivada. “No quería estar en una sociedad donde no tenía ningún control. No había incompatibilidad, no era ilegal, pero era una actividad que, además, no me generaba ningún ingreso”, dijo para explicar por qué salió de la empresa.

En Argentina, Díaz Gilligan se comunicó con varios medios para asegurar que es “insólita” la acusación de que ocultó dinero y repetir su versión de los hechos. Jerarcas del gobierno salieron a defenderlo, entre ellos su superior directo, el secretario general de Presidencia, Fernando de Andreis, quien dijo que Díaz Gilligan “no tiene una empresa offshore ni nada que se le parezca”. La Oficina Anticorrupción pedirá más información al respecto para ver si debe iniciar una investigación, pero el propio Macri dijo ayer que “en la medida que las explicaciones fluyan, las noticias falsas van a ir desapareciendo”.