En Montevideo, a los veinte días del mes de setiembre del año dos mil dieciocho, comparecen: por un lado, Oscar Washington Tabárez, oriental, casado, de 71 años (en adelante “El Maestro”), y por otro lado, Pedro Bordaberry, oriental, casado, 58 años (en adelante “Pedro”). Ambas partes convienen:

PRIMERO: El Maestro se compromete a ocupar el cargo de director técnico de la Selección Uruguaya hasta luego del Campeonato Mundial de Fútbol de Catar 2022, o hasta que la Asociación Uruguaya de Fútbol sea absorbida por el agujero negro que anida en su interior.

SEGUNDO: El estilo de juego propuesto por El Maestro deberá contener las dosis de aburrimiento necesarias para que los partidos de la Selección Uruguaya sirvan a los uruguayos como recordatorio de que son un pueblo gris, y de esta manera no se hagan expectativas irreales sobre su futuro. A tales efectos, El Maestro se compromete a no permitirle a Fabián Coito (sí, ese es su verdadero apellido) que vuelva a dirigir a la Selección Uruguaya.

TERCERO: El Maestro se compromete a taparles la boca por lo menos tres veces al año a los periodistas Jorge da Silveira, oriental, casado, edad indefinida, y Julio Ríos, oriental, 58 años, estado civil indefinido.

CUARTO: Durante las conferencias de prensa posteriores a los partidos de la Selección Uruguaya El Maestro no podrá sonreír más de una vez, y solamente como forma de respuesta socarrona ante preguntas francamente estúpidas o malintencionadas. Sin perjuicio de lo anterior, El Maestro podrá abandonar su expresión de pocos amigos ante preguntas francamente melosas y obsecuentes.

QUINTO: A cambio de sus servicios, El Maestro recibirá una compensación económica por concepto de honorarios. Dicha compensación se dejará de abonar cuando ocurran alguna de las dos alternativas planteadas en el punto PRIMERO.

SEXTO: En caso de que las encuestas de intención de voto para las elecciones nacionales le den a Pedro un sorprendente repunte y decida abandonar su cargo al frente de la Comisión Regularizadora, los términos de este contrato se mantendrán tal cual están expresados en este documento.

OCTAVO: En caso de que Francisco Casal, brasileño, casado, 60 años, recupere el control de la Asociación Uruguaya de Fútbol, el presente contrato ya no tendrá validez, no habiendo lugar a reclamación alguna por parte de El Maestro, con la excepción de alguna entrevista con el periodista Mario Bardanca, oriental, casado, eterno adolescente.

NOVENO: El presente contrato no perderá validez en caso de que la Selección Uruguaya no clasifique al Campeonato Mundial de Fútbol de Catar 2022. De todas maneras, El Maestro se compromete a escuchar durante cinco horas los lamentos de los dirigentes que le pedirán que les haga un favor y renuncie porque ya bastantes complicaciones tienen con el fútbol local como para tener que preocuparse por la Selección Uruguaya.

DÉCIMO: Si El Maestro no pudiera hacerse presente en algún partido de la Selección Uruguaya, deberá enviar en su lugar a la estatua que se instalará en la explanada en la Intendencia de Montevideo. Asimismo, se compromete a no divulgar esta información para evitar que alguien se dé cuenta de la situación.

UNDÉCIMO: Como parte de sus labores, El Maestro recorrerá el Uruguay dando charlas a escolares para inculcarles valores como la humildad, la sana competencia y la importancia de la educación, que inevitablemente perderán como consecuencia de la presión de sus padres para que se transformen en estrellas de fútbol y les permitan vivir sin trabajar el resto de sus vidas.