El diputado y candidato presidencial de Brasil Jair Bolsonaro está mejorando. Así lo dijo él mismo ayer en un breve mensaje compartido en redes sociales: “Estoy bien y recuperándome”, dijo, para luego agradecer a Dios, a su familia, a su equipo y a todos los que rezan por él.

Bolsonaro fue apuñalado el jueves durante un acto político y tuvo que ser operado de urgencia, aunque su vida nunca corrió peligro. Medios brasileños informaban ayer que estará unos diez días en recuperación, durante los cuales sus hijos que se dedican a la política y su candidato a vicepresidente, Hamilton Mourão, van a estar en los actos de campaña.

Mourão emitió en la noche del jueves un comunicado en el que responsabilizaba por el ataque al Partido de los Trabajadores, liderado por el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva. Ayer el general retirado Augusto Heleno, mano derecha de Bolsonaro, aseguró que “el atentado” fue resultado de “una campaña diaria, obstinada, que parte de la prensa desencadenó en su contra”.

Por su parte, los abogados del autor confeso de la puñalada, Adelio Bispo de Oliveira, dijeron que “el discurso de odio del candidato fue el que desencadenó esa actitud extrema” en el hombre.