“¿A quién protege la Dinama?”, preguntaba uno de los carteles que encabezó la marcha por el agua. Cientos de personas se movilizaron desde la explanada de la Intendencia de Montevideo hasta la Torre Ejecutiva reclamando por “el agua, la vida, los territorios y contra la planta de celulosa UPM”. Sobre las 18.00 comenzaron a aparecer las personas con carteles, pancartas y tambores, mezclados con los artesanos que suelen ocupar la explanada ,para partir por 18 de Julio cerca de las 19.00. Carlos Santos, de la Comisión Nacional en Defensa del Agua y la Vida resumió a la diaria las razones para marchar: “Es la preocupación permanente por el estado del agua en Uruguay y la necesidad de tomar acciones concretas para evitar que se siga deteriorando y revertir la situación en términos de justicia social y ambiental”.

La mayoría de los carteles que se sostenían dejaban leer consignas contrarias a dos proyectos: la tercera planta de UPM en Durazno y el puerto que tiene pensado instalar en el oeste de Montevideo el consorcio chino Shandong Baoma Fishery Group. “No a la importación de mugre china en el territorio nacional: costas uruguayas limpias”, decía uno; “marchamos contra UPM”, se repetía en varios; y otros iban más allá y decían: “Los sojeros envenenan” y “Territorios sanos, alimentos y agua sanos”.

Santos explicó que este tipo de movimientos sirven para alertar sobre la situación actual de los recursos hídricos del país. Según datos de la Universidad de la República que maneja la comisión, “la mayor parte de las cuencas están saturadas de niveles de contaminación, está en puntos críticos, sobre todo en lo que tiene que ver con aportes de fósforo y nitrógeno, que son los principales nutrientes utilizados en las agricultura. Algunas de las cuencas están hipertrofiadas, es decir, con niveles sumamente excesivos de estas sustancias y es lo que ha generado, por ejemplo, la floración de cianobacterias en los últimos años”, comentó.

Así las cosas, desde las organizaciones sociales entienden que “es necesario tomar medidas urgentes que impliquen restringir las aplicaciones de productos agroquímicos, ya sean los agrotóxicos, los biocidas y los que se utilizan como fertilizantes, y es necesario que eso se haga de manera urgente”, detalló Santos.

“Hay muchos motivos para estar en contra de UPM”, le dijo una señora a otra mientras le entregaba un folleto informativo. “Ante la eventualidad de que en Uruguay se instale una tercera megaplanta de celulosa, reafirmamos la preocupación por el efecto que se puede tener en la cuenca del río Negro, que es una de las más degradadas que tenemos en el país”, enfatizó Santos, y agregó que hay algunas situaciones puntuales que preocupan, como los vertidos de químicos y residuos industriales al agua y el gran consumo que se hace de ese recurso.

En nuestro país ya hay dos plantas de celulosa y los estudios realizados por los gobiernos argentino y uruguayo afirman que los afluentes de las plantas de celulosas está dentro de los límites permitidos. Sin embargo, preocupa los efectos que tenga la tercera planta sobre el río Negro, que tiene un caudal mucho menor al río Uruguay y al estuario del Río de la Plata. Santos señaló particularmente el problema de la temperatura del agua, según él “se han hecho autorizaciones excepcionales para aumentar la temperatura de los vertidos y eso genera distorsiones ambientales importantes”, como pueden ser las cianobacterias que afectaron las costas uruguayas este verano.

Para los militantes, hay un reclamo que hacerle al gobierno, pero también hay un “llamado de atención al conjunto de la sociedad”. Santos afirmó: “hay una exigencia al Estado para que cumpla lo que tiene que cumplir, pero también nos parece efectivo que la gente se organice para cuidar sus propios recursos. En la marcha hay vecinos del oeste de Montevideo, gente de la zona de la cuenca del río Negro, hubo movilizaciones en la ciudad de Pan de Azúcar, en La Paloma, en varios lugares, el llamado de atención nuestro apela a tener presente la importancia del agua y a tomar medidas entre todos”.

Desde el gobierno

También hubo una reunión del Gabinete Nacional Ambiental, que anunció medidas para paliar la contaminación en la cuenca del río Santa Lucía. Debido a los fenómenos de cianobacterias que sufrieron las costas uruguayas, se sumarán una serie de medidas a las ya impulsadas en 2013, según explicó el secretario nacional de Ambiente, Agua y Cambio Climático, Carlos Colacce. Algunas de las medidas serán de “última generación”, como la teledetección y conceptos de análisis que permitan determinar los costos y beneficios de cada medida. A su vez se harán monitoreos en la zona para “conocer efectivamente cómo es el comportamiento de este fenómeno que tiene complejidades porque es multicausal”. Además, advirtió que comenzarán “un proceso de conocimiento sobre el tema” y que se aplicarán medidas relacionadas a la comunicación y educación de la población.

Asimismo, aseguró que el fenómeno de las cianobacterias “puede volver a ocurrir si se da otra vez una combinatoria desfavorable”, en referencia a la abundancia de lluvia, las altas temperaturas y la alta concentración de nutrientes en la cuenca del Río de la Plata; aseguró que el país debe “trabajar en la reducción de estos nutrientes y en la predictibilidad para preparar las propuestas”.

Jorge Rucks, subsecretario de Medio Ambiente, comentó que se trabajará con Brasil, Paraguay y Argentina, porque los aportes contaminantes al río Uruguay llegan también desde esos países.