El presidente argentino, Mauricio Macri, compareció ante los legisladores ayer al inaugurar el período de sesiones ordinario del Congreso.

Con el marco de fondo de un año que desde el punto de vista político está signado por las elecciones presidenciales que se realizarán en octubre, el presidente aseguró que su país “está mejor que en 2015”, cuando asumió su mandato, y afirmó que durante su administración “creció la economía, bajó la inflación, aumentaron las exportaciones, bajó la pobreza y creamos 700.000 puestos de trabajo”.

El discurso de Macri careció de solemnidad, ya que fueron permanentes los reproches y abucheos que le realizaron varios legisladores de la oposición, mientras dentro del recinto un nutrido grupo de partidarios oficialistas ubicados en la parte alta del Congreso aplaudió con fervor cada vez que el mandatario se jactó de los logros de su administración.

“Los cambios profundos requieren paciencia. Muchos pensarán: ‘Yo estoy peor que antes’ o ‘Me cuesta todo más’. O que les dije ‘Lo peor ya pasó’. Y tienen razón. Pero lo que estamos logrando es enorme. Estamos haciendo crujir estructuras viejas y oxidadas”, afirmó Macri, que luego de numerosas interrupciones por parte de los opositores les dijo: “Estoy acá porque me votaron los argentinos. Los insultos no hablan de mí, hablan de ustedes”.

En el discurso, que duró una hora, el único anuncio concreto del mandatario fue el adelanto del aumento de todo el año de la Asignación Universal por Hijo, que pasará a ser de 2.644 pesos argentinos. Esto fue interpretado como una jugada claramente electoral por parte de la oposición. El jefe de la bancada kirchnerista, Agustín Rossi, dijo que esta medida “es un paliativo, porque la inflación es de 50%”, y además criticó el clima general en el se que desarrolló el acto. “El presidente arengó en un tono de campaña a sus partidarios, toda la barra de la tercera bandeja estaba a los gritos. El operativo de seguridad enorme para los diputados, pero no para los militantes de Cambiemos. También mintió sobre el acuerdo con Irán, que dijo que se hizo a espaldas y fue al revés, lo debatimos en el Congreso. No vino a modo de jefe de Estado, sino de campaña electoral”, afirmó el legislador, en declaraciones recogidas por el portal Tiempo Argentino. Por su parte, el peronista Miguel Ángel Pichetto, jefe del interbloque de senadores de Argentina Federal, dijo que “a Macri le faltó la definición más importante que está esperando el país, que es sobre la situación económica. No dijo cuándo se termina este proceso de ajuste fenomenal a fuerza de aumentos constantes de tarifas que tanto está golpeando a la clase media, a todos los trabajadores y también a las empresas que no pueden crecer y generar trabajo”. También fue duro con Macri Felipe Solá, jefe del bloque de diputados Red por Argentina, quien afirmó que el presidente mintió “y sobre todo obvió la pérdida de salario, de laburo; Peugeot suspendió a 1.000 trabajadores ayer. Se dio el gusto de hablar de la pobreza. Eso es un discurso provocador, de alguien que no tiene mucho o nada para mostrar y tiene que esconder el desastre. Para mí esa provocación tiene un solo nombre: despedida”.