Folha de Sao Paulo y El País de España fueron los dos medios que accedieron a la primera entrevista con el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva desde que está preso, hace algo más de un año en una dependencia de la Superintendencia de la Policía Federal en la ciudad de Curitiba.

En una parte de la entrevista divulgada en las redes sociales, Lula dijo que tiene la obsesión de desenmascarar a “todos aquellos” que lo condenaron. “Podré estar preso cien años, pero no voy a cambiar mi libertad por mi dignidad”, afirmó, y agregó: “Quiero probar la farsa que hicieron. No tengo odio ni angustia”.

El ex presidente, de 73 años, afirmó que él duerme tranquilo, pero no cree que pase lo mismo con el fiscal Deltan Dellagnol y el ex juez y actual ministro de Justicia Sergio Moro, los principales juristas que accionaron contra Lula y lograron encarcelarlo en el marco de la causa Lava Jato. Al respecto, afirmó: “Sé muy bien qué lugar me reserva la historia. Y sé también quién estará en el basurero”. Además, Lula fue muy duro con el gobierno que preside Jair Bolsonaro: “No puede ser que este país esté gobernado por esa banda de locos. El país no merece esto y sobre todo el pueblo no merece esto”, afirmó el histórico líder del Partido de los Trabajadores, quien además lloró al recordar a su nieto, Arthur Araújo Lula da Silva, fallecido a comienzos de marzo, a los siete años, a causa de una meningitis.

“Yo a veces pienso que todo hubiera sido más fácil si yo hubiese muerto, porque ya viví 73 años. Yo podría haber muerto y dejar a mi nieto vivir”, afirmó entre lágrimas.