La muerte es un tema muy importante en su obra. ¿Cambió su percepción sobre ella estando en ultratumba?

Honestamente creo que exageré un poco, porque la cosa en realidad no era tan terrible como yo me lo imaginaba. De haberlo sabido hubiera elegido un camino más luminoso para mi literatura.

¿Qué cosas hubiera escrito?

Libros de autoayuda, seguramente. Cosas que mostraran el tránsito hacia la muerte como una especie de camino espiritual que te lleva al nirvana. Capaz que hasta vendía más libros y todo.

¿Nunca siente miedo de que lo hayan enterrado vivo?

La verdad es que sí. De hecho, siempre duermo vestido, por si en algún momento me avisan que tengo que volver al mundo de los vivos.

¿Qué es lo que más le sorprende del más allá?

Que los cuervos no son considerados animales siniestros, sino lo contrario. La gente se los regala a los niños como mascotas. Es muy tierno.