Conocido sobre todo por su postulación del moderno sistema-mundo que, decía, permitió, a partir del siglo XVI, la acumulación capitalista en los países centrales a costa del empobrecimiento de la periferia, Wallerstein jugó un papel fundamental en el pensamiento crítico posmarxista y en la teorización de fenómenos como la globalización, las identidades y el papel y el cometido de las ciencias sociales en el mundo actual.

Africanista en el comienzo de su vida intelectual (decía haber sido influido por la obra de Franz Fanon), que coincidió con la época de las luchas independentistas en África, se inclinó hacia la antropología y terminó investigando las causas económicas de la pobreza de los países periféricos y semiperiféricos (esos que el eufemismo galante describe como “en vías de desarrollo”). En este terreno fue especialmente fructífero su trabajo con el economista Samir Amin, aunque también fue muy importante su colaboración con Etienne Balibar en la teorización de la complejidad de las variables que intervienen en los vínculos de poder y dependencia.

Entre sus obras más famosas se destacan los cuatro volúmenes de El moderno sistema mundial (de 1979, 1984, 1998 y 2011); El capitalismo histórico (1988); Raza, nación y clase. Las identidades ambiguas (con E. Balibar, 1991); y La crisis estructural del capitalismo (2005).