Pinelopi Penny Koujianou Goldberg, economista jefa del Banco Mundial, renunció este viernes luego de que altos oficiales del organismo evitaran la publicación de una investigación interna que sugería que parte de la ayuda externa hacia países subdesarrollados (incluida la del propio banco) se podría estar desviando hacia la banca suiza. El medio que publicó la noticia fue The Economist, que accedió a la información por medio de una filtración de un informe hecho por el propio equipo de investigación del banco.

Bob Rijkers, miembro del grupo de investigación del banco, convocó a Jorgen Juel Andersen, de la Escuela de Negocios de Noruega, y Neils Johannesen, de la Universidad de Copenhague, que habían analizado el aumento de depósitos en Suiza a raíz de las subas de los precios del petróleo, para que investigaran si podría ocurrir lo mismo cada vez que se anunciaban grandes montos de ayudas externas, incluidas las realizadas por el Banco Mundial.

Las conclusiones fueron preocupantes: 22 desembolsos del Banco Mundial hacia países dependientes entre 1990 y 2010 fueron seguidos de un aumento de sus depósitos en paraísos fiscales. El monto del aparente desvío de esos pagos alcanzaría, según esta investigación, a 5% del total de la ayuda del banco a esos países.

El equipo de investigación liderado por Rijkers, que reportaba directamente a Goldberg, entregó el trabajo para su revisión interna, pero de acuerdo con The Economist, su publicación fue bloqueada por altos oficiales del organismo. Tras ello, Goldberg anunció que abandonaba su cargo y retornaba a su puesto de docente en la Universidad de Yale, tras 15 meses en el organismo.

Esa investigación cuya publicación se canceló podría arrojar luz sobre el tipo de manejos realizados tanto por parte del organismo internacional así como por las autoridades de los países receptores de la ayuda.