Con la idea de continuar compartiendo teatro durante el fin de semana, la compañía argentina Timbre4, que se creó, por autogestión en plena crisis económica y que, con la dirección de Claudio Tolcachir, se ha vuelto referencia regional, decidió presentar dos obras por medio de un link de visualización que publica en su Facebook e Instagram.

Hoy a las 20.00 dará sala para asistir a Emilia, un thriller familiar que ocurrió hace tiempo, y que, ahora, alguien decide contar. Para Tolcachir, la clave es que la protagonista cuenta todo desde la cárcel, ya que, como dijo a la diaria en su momento, “desentrañar por qué ella está en la cárcel y qué es lo que sucedió es lo que le da el pulso de thriller, aunque después se extienda al trabajo sobre los vínculos y a por qué esta familia es como es. Es una obra cuyos personajes tienen muchos secretos, y lo más profundo y más sincero nunca se dice. Como espectador uno percibe que hay otros textos y otras preguntas subyacentes en los personajes, y esto pide a los actores un nivel de entrega y de concentración muy grande, porque siempre están sucediendo muchas cosas a la vez, más allá de lo que dicen”.

Mañana a la misma hora se podrá ver Dínamo, una obra que presenta una perspectiva alucinada, en la que se trabaja la soledad y la comunicación a través del cuerpo de los actores. En este caso, para el director se trató de un trabajo muy interesante, porque se concentró en explorar cómo crecía la comunicación sin la palabra, y la comprensión y la fuerza del pensamiento en la actuación. Por eso, cree que es “una obra diferente, con poco texto, en la que sólo cuentan los cuerpos, las acciones, los silencios, la música”, aunque la temática siga concentrándose en los personajes marginales que sobreviven en la periferia del sistema. En esa línea, en otro encuentro con la diaria, Tolcachir explicaba que su motor de escritura siempre “se alojó en un estado de los personajes que deben hacer algo para lo que no están preparados, y posiblemente lo hagan mal, o de una manera inconveniente”.