Son once personas las detenidas en el marco de la investigación de un caso de explotación sexual de menores, que lleva adelante la fiscal Darviña Viera. El 13 de mayo fueron imputados cinco hombres por “retribución o promesa de retribución a personas adolescentes de mantener sexo o cualquier otro acto erótico”, un delito establecido en el artículo 4 de la ley de violencia sexual comercial o no comercial cometida contra niños, adolescentes o incapaces. Entre los imputados se encontraban el diputado suplente del Partido Colorado Nicolás Ortiz, que fue suspendido del sector Ciudadanos y su caso fue enviado al Comité de Ética y Conducta Política del partido y el ex juez de menores, Washington Balliva
Una semana después, fueron detenidos otros seis hombres por este caso. Se trata de cuatro empresarios del área del marketing y del sector inmobiliario, un fotógrafo y un dirigente del Espacio 40, del Partido Nacional, que ya fue desvinculado del sector.
Uno de ellos es Ariel Pfeffer, director de Endeavor e integrante del Piso 40. El 21 de mayo, el grupo de ejecutivos que se reúne en ese piso del World Trade Center publicó un comunicado, en que informan que Pfeffer había presentado la renuncia a su cargo como director del Piso 40 “la cual fue aceptada por el directorio en el mismo acto.Las razones presentadas en su renuncia fueron de estricta índole personal”, informó el periodista Gabriel Pereyra en su cuenta de Twitter. Un día después, el Partido Digital emitió un comunicado para informar que habían suspendido “en forma preventiva” los derechos del empresario como integrante del Partido Digital y que este había renunciado a la Mesa Ejecutiva de la colectividad.
Pero estos no fueron los únicos espacios en los que participó Pfeffer. El periodista Antonio Ladra publicó este fin de semana una nota en sus redes sociales en la que informa que Pfeffer fue fundador en 2005 de Trillonario, una empresa de venta de lotería online. En 2017 vendió la empresa a Westocean, que pertenece al grupo inversor canadiense llamado Legacy 8 Gaming. En el proceso de negociación acordaron que Pfeffer se mantuviera como director general ejecutivo por dos años.
Según Ladra, tras dos meses en ese rol, Pfeffer fue despedido. Pfeffer hizo un juicio laboral contra Legacy 8 Gaming, que fue desestimado por la Justicia, ya que se entendió que los argumentos de la empresa eran válidos. El grupo inversor canadiense entendió que se había quebrado “la confianza”. Además de la contratación de una consultora y otras personas sin autorización, y el uso de la tarjeta corporativa para gastos personales, la empresa denuncia a Pfeffer por una maniobra de apariencia delictiva.
Según explicó Ladra, “de las solicitudes de tickets de compra de lotería, había un porcentaje que en lugar de ser asignado a un agente que debía comprar los tickets, era asignado a un usuario ficticio denominado ‘sindicatos’, que no respondía a un agente real del país en que operaba la lotería requerida por el cliente”.
Esto fue confirmado por Yaniv Spilelberg, uno de los fundadores de Legacy 8 Gaming, quien dijo al periodista que “la empresa recibía el dinero, pero no se compraba el ticket. Esto tenía dos consecuencias, la más importante es que las personas pagaban por sus billetes, pero nunca lo tenían, la otra perspectiva del inversor hace que las ganancias netas de la empresa se vean infladas porque recibía dinero pero no se pagaban los billetes...”. Por presunta estafa, el grupo inversor Legacy 8 Gaming presentó una denuncia penal contra Pfeffer.
Unas semanas antes de la actuación de la fiscal Viera, en la primera semana de abril, Pfeffer ya había tenido visibilidad pública: fue uno de los voceros del grupo de empresarios que impulsó la campaña “Nos cuidamos entre todos”, que donó más de 4,5 millones de dólares al Fondo Coronavirus.