Tabaré Vázquez (ex presidente de la República en dos ocasiones, médico, empresario, dirigente de fútbol y vazquista). | “En ese momento justo vivía metido entre libros de medicina, porque estaba aplicando a una beca para ir a estudiar oncología a la Unión Soviética, así que no tengo demasiados recuerdos. Sí me acuerdo de que cuando finalmente los militares llegaron al poder me pareció que lo de la Unión Soviética no iba a andar, así que empecé a buscar becas en algún país con sistema capitalista”.

Julio María Sanguinetti (ex presidente de la República, ex ministro de Educación y Cultura durante el gobierno de Juan María Bordaberry, ex líder del Partido Colorado, padre ejemplar). | “Me acuerdo perfecto de ese día, porque fue muy triste. Estaba en mi casa, no quería salir porque tenía miedo de que me llevaran. Las sensaciones que me invadieron en ese momento fueron muchas, pero la que más recuerdo es la decepción. Hasta ese momento yo seguía convencido de que Bordaberry era, al igual que Jorge Pacheco Areco, un demócrata ejemplar. Así que verlo volcado al autoritarismo fue una desagradable sorpresa. La verdad es que nunca lo hubiera imaginado”.

Guido Manini Ríos (ex comandante en jefe del Ejército, senador, fundador de Cabildo Abierto, experto en derechos humanos). | “En ese momento era un adolescente de 15 años, casi un niño. De todas maneras, recuerdo que mi primer impulso fue salir a defender a las instituciones, pero mis padres no me dejaron ir al Palacio Legislativo porque era muy peligroso, y además no tenía idea de cómo manejar un tanque de guerra”.

Federico Fasano Mertens (periodista, ex director del periódico La República, poeta, profesor de latín). | “Me acuerdo de que por la mañana me llamó un compañero para decirme que ese día se iba a concretar el golpe de estado. Escribí un editorial muy sentido, de 970.000 caracteres, que no pude publicar por cuestiones obvias. Por suerte, con la vuelta de la democracia fundé La República y pude reciclar ese editorial. Me sirvió para armar como 30 editoriales diferentes cambiando simplemente un par de palabras”.

Danilo Arbilla (periodista, ex director de Búsqueda, paladín de la libertad de expresión en buena parte de sus formas). | “A los periodistas de raza como yo, esos momentos de crisis nos despiertan un deseo incontenible de salir a relatar lo que está ocurriendo. Cuando me enteré de que los militares habían rodeado el Palacio Legislativo fui hasta ahí. Un oficial me paró y me preguntó qué estaba haciendo. Como no podía decirle que había ido a documentar ese atropello a la democracia tuve que mentirle: le dije que estaba buscando trabajo. El oficial tomó mis datos y un par de años más tarde me llamaron para encabezar la Oficina de Prensa de la dictadura. Tuve que decir que sí para salvar mi pellejo, porque si confesaba la verdad me hubieran llevado preso”.

Javier García (ministro de Defensa Nacional, ex diputado, propietario de una planta de energía nuclear en Springfield). | “Si bien yo tenía apenas diez años, ya en esa época me consideraba un wilsonista, así que estaba muy preocupado por la suerte de Wilson Ferreira Aldunate. Los militares sabían que él era un amante de la libertad y enemigo de cualquier forma de totalitarismo, así que lo veían como una amenaza. Es una suerte que no le haya pasado nada y, sobre todo, que no lo hayan matado por la espalda, porque en ese caso, hoy por hoy no tendríamos a quién culpar”.