Esta madrugada hubo incidentes en dos celdas del módulo 3 de la Unidad 4 Santiago Vázquez (ex Comcar). Atacaron una celda prendiéndola fuego y se desató un incendio. No hubo heridos porque los privados de libertad pudieron salir al exterior por iniciativa propia a través de los boquetes que tienen las celdas. La guardia perimetral militar notó los hechos, según fuentes carcelarias y políticas.

Hace dos días hubo un incendio a las cinco de la mañana en la celda 35 del sector 2A del módulo 4 de la Unidad 4 Santiago Vázquez. El fuego comenzó en una celda y, según el Ministerio del Interior, fue “por un cortocircuito”. Algo “inevitable”, según Santiago González, director de Convivencia y Seguridad Ciudadana de la cartera.

Dos personas privadas de libertad, de 44 y 49 años, murieron en el lugar y otras tres personas resultaron heridas de gravedad, con quemaduras severas y compromiso en las vías aéreas. De los heridos, que tienen 37, 38 y 52 años, dos fueron derivados al Centro Nacional de Quemados (Cenaque) y otro al Hospital Español, donde permanece intubado. Uno de ellos, de iniciales DCL, falleció este sábado en el Cenaque.

Según la comunicación policial a la que accedió la diaria, el incendio en el módulo 3 ocurrió sobre las 3.30. La guardia militar notó que había un foco ígneo y dio aviso a la jefatura de servicio, por lo que se avisó al personal de guardia del módulo.

Los policías del módulo constataron que el incendio era en la celda 13 del sector B1 del módulo, en el fondo, en el primer piso.

El jefe de servicio, el oficial Feliciano Suárez, que fue el mismo que actuó en el incendio ocurrido dos días atrás en el módulo 4, dio la orden de que todo el personal disponible procediera a brindar apoyo en el lugar de los hechos.

Cuando abrieron la celda vieron que no estaba ninguno de los presos, todos se habían trasladado a la celda 12 a través de un boquete que comunica las celdas. Se procedió a abrir la celda 12 y encontraron a todos los habitantes de la celda 13, que fueron trasladados al comedor del piso.

Intentaron apagar el fuego, pero no pudieron por la intensidad de las llamas. Usaron más de diez extintores, pero al no poder apagarlo evacuaron a todo el sector B1 del ala derecha. Un total de 75 personas privadas de libertad fueron evacuadas. También evacuaron el sector B2, en el piso de arriba, debido al humo que subía. En total, 132 personas privadas de libertad fueron evacuados.

Cuando las autoridades abrieron la celda 17 del sector B1 les indicaron a los privados de libertad que salieran semiagachados “para poder respirar mejor”. Uno de los policías que participaba en el rescate tenía una escopeta en una mano, la “menos hábil”, según el parte policial, y en la otra un extintor.

Involuntariamente, presionó la cola del disparador de la escopeta y salió un disparo con munición menos que letal, que impactó en el piso y luego, por efecto rebote, en el tórax de una persona privada de libertad que estaba saliendo semiagachada. Fue llevada a la enfermería para hacerle curaciones y se tramitó su traslado a un hospital para que sea valorado.

Se pidió apoyo a Bomberos, que con dos coches bomba extinguieron el incendio. Se perició la celda.

Las personas privadas de libertad de la celda 13 fueron indagadas y dijeron que otro preso, desde afuera de la celda, había tirado por el sapo (la apertura de la celda) un líquido inflamable, presumiblemente nafta, y después prendió fuego.

La fiscal de Flagrancia de primer turno, Graciela Perazza, a cargo del caso, llevará adelante la investigación. La fiscal también está a cargo de la investigación del incendio ocurrido dos días atrás. Además, dispuso que la Policía Científica concurra al lugar, que se tome declaraciones a los habitantes de la celda y que se la tenga enterada si surge otra información.