Este sábado falleció por covid-19 la nurse Alejandra Martínez, referente del sector de enfermería del hogar Sarandí, de Colonia Valdense, donde se registró un brote de esa enfermedad en abril.

El hogar Sarandí, perteneciente a la Iglesia Evangélica Valdense del Río de la Plata y considerado una institución modelo, atiende a personas con discapacidades severas: 44 personas viven allí de modo permanente y cerca de 20 concurren a actividades diurnas que se desarrollan en ese lugar. Allí trabajan más de 60 personas, entre recreadores y personal de salud, administrativo y de mantenimiento, entre otros.

Integrantes de la institución dijeron a la diaria que Martínez “era una funcionaria muy querida por los usuarios y los compañeros, que tenía gran dedicación a la tarea”. Explicaron que la mujer “era joven, tenía 37 años, totalmente sana y no tenía comorbilidades”. “Luchó durante un mes contra la enfermedad y deja una hija chiquita, de cinco años”, lamentaron.

Los compañeros de Martínez reclamaron que “este caso no quede como un número más de la cantidad de gente que muere por día por esta enfermedad, porque ella tenía su historia, su trayectoria asociada a ciertas circunstancias, y su muerte era totalmente evitable”.

Explicaron que el hogar Sarandí “tomó muchísimas medidas y respetó el protocolo sanitario” para evitar la propagación del virus. Sin embargo, “las vacunas llegaron tarde al hogar, y cuando aparecieron no fueron aquellas que la Dirección Departamental de Salud se había comprometido a aplicar [Pzifer], sino que inocularon con Sinovac”. “Hay una falta de coherencia entre lo que se pregona y lo que realmente llega a la gente por parte del Estado”, sostuvieron los allegados a la funcionaria fallecida.

Complejidades

La vacunación contra la covid-19 en el hogar Sarandí tuvo varios idas y vueltas, que derivaron “en una demora”, según señalaron las autoridades de esa institución. En efecto, en primera instancia la Dirección Departamental de Salud de Colonia había dispuesto que tanto los usuarios como los funcionarios fueran vacunados en paralelo a la inoculación realizada en los hogares de larga estadía.

Sin embargo, las autoridades sanitarias dispusieron que la vacunación en el hogar Sarandí recién se iniciara a mediados de abril, en paralelo a la realizada a los usuarios de centros de atención de salud mental.

“La vacunación llegó tarde, recién empezó a mediados de abril. Otro escenario hubiera sido si nos hubieran vacunado hace un mes y si nos hubieran considerado como un hogar de larga estadía, porque aquí, también, los usuarios están los 365 días del año. Ahora estamos con el covid”, lamentó la directora de la institución, Alma Malán, en entrevista publicada por la diaria el 20 de abril, al detectarse los primeros casos positivos de covid en la institución. El 20 de abril, según informe de la dirección coloniense de Salud, había 18 casos positivos en el hogar Sarandí.

Coincidentemente con el inicio de la vacunación, una funcionaria de la institución fue notificada de que había resultado positivo un análisis de covid-19, lo que motivó la realización de análisis a otros funcionarios y usuarios, de los cuales resultaron varios positivos. El 25 de abril falleció una usuaria, de 75 años y con varias comorbilidades, en el hospital de Colonia del Sacramento. Desde entonces fallecieron otras cuatro usuarias y la licenciada en Enfermería Alejandra Martínez.

El programa de vacunación contra la covid-19 en el departamento de Colonia ha generado numerosas críticas desde el inicio de su aplicación. En primer lugar, diversos actores criticaron la escasa cantidad de vacunatorios fijos y el sistema de asignación de turnos, que, entre otras cosas, determinaba que las personas debieran trasladarse de sus localidades de residencia para recibir la inoculación.

Esta semana, además, la instrumentación de los vacunatorios móviles fue cuestionada por diversos actores políticos del departamento.

La legisladora colorada Nibia Reisch dijo el martes 25 a la diaria que la Dirección Departamental de Salud de Colonia ha incurrido “en fallas reiteradas” en el manejo de la pandemia, “tanto en la planificación como en la gestión; y esto no es una opinión que no esté fundamentada”.

En esa línea, Reisch recordó “las fallas en la vacunación” de los residentes y funcionarios del hogar Sarandí, de Colonia Valdense”, donde “ya fallecieron cinco usuarios”.

Para Reisch, “el funcionamiento de la Dirección Departamental de Salud de Colonia”, encabezada por la directora Alejandra Torres, debe ser evaluado técnicamente por las autoridades del Ministerio de Salud Pública. “Este gobierno se ha caracterizado por cambiar las cosas que no funcionan; por ejemplo, ya cambió al director departamental de Salud de Canelones [Wilson Pérez]”.

Agregó que “cuando las cosas funcionan mal no hay que taparlo, sino que hay que visibilizarlo para cambiarlo y para que empiece a funcionar bien, de modo que se beneficie la población”. “Tengo la responsabilidad de decirlo porque mi función es buscar lo mejor para los ciudadanos del departamento de Colonia”, agregó.

Finalmente, Reisch opinó que la doctora Alejandra Torres “es excelente persona y profesional, pero no siempre las personas están preparadas para la gestión pública”.