A pesar de ser una de las series de Netflix más elogiadas por la crítica, la dramática e intrigante Bloodline no llegó a convertirse en el fenómeno que se creía que podía ser. Tal vez por esto, o simplemente porque la historia tenía un límite, el canal de streaming ha anunciado que los diez episodios de la tercera temporada —que se estrena el viernes 26 de mayo— serán los últimos de la serie y concluirán todos los misterios que había planteado. Emparentada en cierta forma con las estructuras de los viejos teleteatros, cuenta la historia de una familia hotelera de Florida, los Rayburn, cuya vida aparentemente apacible se revoluciona cuando regresa a la casa Danny, el hijo mayor y la oveja negra del clan, quien no sólo se relaciona con el mundo de la delincuencia, sino que comienza a revelar un pasado común lleno de secretos oscuros que nadie hubiera imaginado de los Rayburn.