Hoy y mañana, a las 21.00 en la sala Hugo Balzo, serán las últimas funciones de El bramido de Düsseldorf, la obra escrita y dirigida por Sergio Blanco, e interpretada por Soledad Frugone, Walter Rey y Gustavo Saffores, que volvió a hacer temporada.
En esta puesta, el dramaturgo retoma la figura de Peter Kürten, un asesino en serie alemán apodado “el vampiro de Düsseldorf”, que inspiró la película M (1931), de Fritz Lang. A esto se anexan un mito clásico (el de Acteón, cazador convertido en ciervo por espiar a la diosa Artemisa) y marcas de la mitología contemporánea como Nike, Adidas, Coca-Cola y Ray-Ban, que ya estaban presentes en las obras de Blanco Tebas Land (2013) y La ira de Narciso (2015), así como un viaje a la ciudad alemana que da nombre a la obra, donde el personaje del propio Blanco –interpretado por Saffores, al igual que en Tebas Land– afronta la agonía y muerte de su padre.