El fin de semana pasado fueron los Creative Arts Emmy Awards, que entregaron más de noventa estatuillas en categorías tan variadas como mejor ropa de época, mejor publicidad o mejor presentación (juro que no estoy inventando), y allí se produjo, por segundo año consecutivo, el despojo más grande de la televisión.

Megan Amram es una guionista de comedia que trabajó en series como Parks and Recreation, Silicon Valley, The Good Place y Los Simpson, y además de autora de Science... for Her!, libro hilarante que simula ser un manual científico escrito por el estereotipo de chica tonta que venden algunas revistas.

Esta talentosa mujer descubrió que los requisitos para estar nominado al Emmy en la categoría de mejor serie corta dramática o de comedia eran ridículamente sencillos, y comenzó su lucha por ganar el Emmy a mejor actriz de serie corta dramática o de comedia.

Con muchísimo humor, creó An Emmy for Megan, una serie web que enumeraba las condiciones mínimas y se burlaba de las inexistentes (como por ejemplo la duración de los episodios). Cada uno de los seis episodios de la primera temporada la muestra en su versión ficcionada, dispuesta a todo con tal de llevarse su premio; a través de su también recomendable cuenta de Twitter organizó la campaña para ser nominada, y cuando eso se concretó llegó a contratar una gran valla publicitaria para conquistar a los votantes.

Lamentablemente, James Corden le arrebató el Emmy por el programa y Christina Pickles (la mamá de Monica y Ross en Friends) en la categoría actoral. Megan no se iba a quedar de brazos cruzados.

La segunda temporada es incluso mejor que la primera. Colgados en el sitio anemmyformegan.com la vemos en cada uno de los episodios otra vez negarse a filmar nuevos episodios. Siguen abundando las celebridades y se agrega un elemento brillante, que es el aftershow conducido por Patton Oswalt.

Los últimos segundos de cada video de cinco minutos y poco están destinados a este comediante, que reflexiona acerca de lo que vio (y lo que no vio), al tiempo que ruega a la gente que colabore económicamente con él. No sabemos cuánto dinero hizo, pero este año, además del programa, fue nominada su actuación.

Como mencionaba hace seis párrafos, la academia (de la tele) volvió a olvidarse de esta serie, dando premios a State of the Union y a Chris O’Dowd (The IT Crowd) por su rol en ese mismo programa.

Hay un hecho muy curioso, digno de un episodio de An Emmy for Megan. Gracias a que ella lo mencionó en la primera temporada, para este año se agregó la regla de un mínimo de dos minutos por episodio. Esto hizo que, luego de que se supieran las nominaciones, fuera descalificado un spin-off de Better Call Saul que tenía un episodio de 30 segundos. En su lugar ingresó la serie que había quedado sexta en la votación... State of the Union. La misma que le birló las dos estatuillas.

Miremos el lado positivo: Megan Amram prometió continuar con su programa hasta el día en que logre llevarse un Emmy. “La puta madre, ahora tengo que hacer la temporada tres”, escribió en su cuenta de Twitter la noche de la derrota.

Seguí leyendo sobre el tema: Este domingo se entregan los Oscar de la tele: y acá se hace la previa.