Finales de 2016, Montevideo. Un pibito tira un mensaje a un grupo de Facebook: “¿Cuándo hay fecha?”. La pregunta estaba dirigida a los organizadores de El Callejón 18, una de las competencias más picantes y legendarias del freestyle uruguayo. La respuesta no fue la satisfactoria (la competencia ya no se hacía más), pero provocó una serendipia: lejos de frustrarse, Nicolás Mateu se anotó en la siguiente, luego a otra y después a otra más. Fue perseverante, mejoró, se profesionalizó y hoy tiene serias posibilidades de ascender a la FMS Argentina, una de las ligas más poderosas de toda la disciplina.

Sus primeras rimas las tiró en Santa Rap, una competencia de freestyle de Santa Catalina. “Tuve la suerte de ganar la primera a la que fui, eso me dio una fuerza tremenda para arrancar”, dice Nicolás, que responde al alias de Spektro. Por estos días, da vuelta la cabeza y observa que al inicio de 2019 andaba alejado del circuito de las batallas: “Estaba un poco saturado”. No obstante, se le fueron dando algunas posibilidades: ganó Supremacía (una competencia nacional que otorga una buena cantidad de puntos) y viajó a Perú para competir y representar sus colores. “Ahí me lo empecé a tomar más calmo, porque sabía que podía tener un futuro laboral en eso”, sigue.

Así las cosas, con sus 19 años, Spektro tiene chances de formar parte de la liga vecina. Por caso, como Uruguay no tiene liga profesional propia, los organizadores de la FMS internacional (algo así como una FIFA del free) decidieron que los competidores uruguayos sumen puntos para ascender a la competencia argentina. Y en esa tabla de ascenso viene cuarto, detrás de Zaina, un adolescente argentino de 16 años muy vitoreado por todo el circuito.

¿Cuarto? ¿Entonces? Los dos primeros competidores ascenderán en forma directa y el tercero entrará en un play-off con el antepenúltimo de la tabla de primera división. Ahí Spektro y Zaina se encuentran disputando los últimos puntos para enfrentarse a Nacho, duro rapero de Buenos Aires.

Entretanto, vale la pena colar un detalle: Spektro ya se enfrentó previamente a Nacho, en una competencia llamada Old Dome, en San José en 2018. Y, tras dos férreas réplicas, la victoria fue para el montevideano. Spektro dixit: “Me gusta mucho su nivel, creo que no debería estar en play-off, pero también siento que puedo ganarle, que no es imposible”.

Y asegura: “Las chances de ascender están ahí”. En ese sentido, Spektro la tuvo bien difícil: Argentina tiene muchas más competencias que suman puntos, y viajar de acá para allá supone una erogación económica y un gasto energético más grande que el del resto. “Acá en Uruguay sólo sumé puntos con Supremacía, los otros los sumé en Argentina”, explica.

Mientras tanto, intenta no ponerse nervioso ni presionarse: sabe que es un asunto complicado. “La tengo que pelear afuera y con muchas cosas en contra, pero voy a ir a dar todo”, se sincera. Y esta experiencia tiene, por lo menos, dos puntas: su oportunidad profesional y la chance colectiva de destrabar al freestyle uruguayo ante los ojos de las grandes ligas. “Ojalá que en uno o dos años podamos tener nuestra propia liga o que, en un tiempo, en vez tener a dos MC compitiendo afuera puedan salir más”.

Misión hip hop

En la actualidad, Uruguay goza de un muy buen nivel de freestyle callejero y, lógicamente, los MC del underground comprimen cualidades interesantes. Pero, a diferencia de la mayoría de los hispanohablantes, en Uruguay la disciplina no tiene una llegada tan penetrante como para la conformación urgente de una liga propia. Eso posterga su profesionalización y hace que, por ejemplo, Spektro tenga que buscar su porvenir fuera de su tierra. “Lo que más nos falta es masificación, que le llegue más el público”, comenta.

A la sazón, para ascender, Spektro deberá saltar el charco nuevamente y hacer un buen papel en las dos competencias que restan disputarse: Misión Hip Hop y Copa Federación, ambas de Buenos Aires. En tanto, por supuesto, como Argentina lleva tiempo profesionalizándose, se encontrará con algunos MC de fuste. “De la liga argentina me gusta Trueno, que cambia melodías y tiene flow, también Papo, que es muy suelto, y Dtoke, un histórico”.

Para los especialistas del freestyle, Spektro se yergue como un MC completo: sabe mapear debilidades en sus adversarios, contesta con altura, rapea con beats rápidos y lentos y se maneja con soltura arriba del escenario. “Estuve en una plaza frente a 20 personas y en Perú frente a 13.000 y mi tranquilidad es la misma: el pulso no me tiembla”.

¿Qué significa el freestyle para vos?

Empezó significando una manera de expresarme. Hoy en día es muchísimo más, ya no sabría cómo definirlo. Sigo disfrutándolo como un hobby, pero también lo veo como un trabajo: empecé a ser remunerado por lo que hago. Además, me permitió viajar, ya que todas las veces que salí fueron con el freestyle. Eso es algo increíble, todavía no me cae la ficha. También me dio la chance de conocer a mucha gente que idolatraba, como Chuty, Aczino, Khan, Zasko, y de hacer amigos nuevos.

¿Cómo planeás tu 2020 en caso de ascender?

Vivo el día a día y trato de no planificar mucho. Cuando uno planea muchas cosas y después no salen, vienen la angustia y la frustración. Y sentirse mal no vale la pena. Uno nunca sabe qué va a pasar, me lo tomo con bastante calma. Seguro que ascender me cambiaría la vida, no sabría qué hacer con los estudios de Comunicación que estoy cursando o, simplemente, no sabría si mudarme a Buenos Aires o quedarme en Montevideo.

¿Y en caso de no ascender?

Me quedaré en Uruguay, evidentemente. No me voy a mover. Se supone que el año que viene el ascenso uruguayo va a estar mejor. Y volveré a intentarlo. No quiero parar hasta ayudar de verdad a mi país con el freestyle, porque creo que se lo merece. Quiero mirar para atrás y decirle al niño que fui: “¿Viste que se podía?”.