El 20 de mayo es siempre una fecha culturalmente conmovedora. Incluso para quienes no conocen mucho lo que se está recordando, ver la ciudad cubierta de margaritas de papel transforma el significado de recorrer las calles por donde habitualmente caminamos. Nuestros recorridos se llenan de estas frágiles pero multitudinarias flores para recordarnos que cuanto más se quiera ocultar las injusticias, más van a exigir salir a la luz, porque como en el cine, los sentimientos que no pudieron expresarse son aquellos que nunca callan.
Películas sobre la dictadura militar en Uruguay y en otras regiones de América Latina, por suerte, abundan. Es que no solamente significan una enorme herida que atraviesa las generaciones posdictadura, sino porque fueron el pilar represivo para instalar el modelo económico que hoy interpela a cualquier trabajador o estudiante.
En este sentido, Estados clandestinos. Un capítulo rioplatense de la Operación Cóndor es un documental que sintetiza diez años de investigación por medio de relatos de militantes que sobrevivieron a la durísima represión de los años 70 y también mediante la palabra de los familiares de aquellos que hoy no solamente no están para contar su lucha, sino que tampoco sabemos dónde y por manos de quién desaparecieron.
La película se centra en un episodio muy concreto: la represión contra el Partido por la Victoria del Pueblo que se desató en Buenos Aires entre marzo y diciembre de 1976. El hecho es un ejemplo, según los directores, de la acción del aparato represivo que se iba consolidando desde finales de los años 60. El episodio también es parte de la operación que la dictadura cívico militar uruguaya desplegó, tres años después del golpe de Estado, para desarticular las organizaciones y acabar con las personalidades políticas que habían logrado refugiarse en Argentina.
En una entrevista al programa de radio Por el mismo camino, de FM La Tribu, Marc Iglesias aclara que el objetivo de la película no es solamente contar una historia de la que es importante hablar, sino dar un ejemplo de cómo el Plan Cóndor insistió criminalmente en desmantelar a las organizaciones populares. Por otra parte, Paula Monteiro destaca que es un documental hecho a pulmón y con entrevistados que accedieron a contar su historia convencidos de que es importante mantener el relato vivo.
El cine es inmenso como la memoria, y este tipo de investigaciones que subrayan aquello que tenemos pendiente, lejos de colocarnos como detectives detrás de culpables, nos sitúan en una lucha que parece ser por el pasado pero que en realidad necesitamos dar para enfrentarnos al futuro. En un contexto en que la represión está siempre latente y las heridas aún continúan abiertas, este tipo de películas dejan claro por qué tenemos que gritar “nunca más terrorismo de Estado”.
Estados clandestinos, de Marc Iglesias y Paula Monteiro. El lunes a las 23.00 en TV Ciudad.