Desde que existe el cine como tal podemos hablar de experimentación cinematográfica. El acto experimental es inherente a la práctica de comunicarse con la realidad mediante la cámara o el micrófono; de algún lado salen nuestras ideas y a partir de sus repeticiones se construyen costumbres. Este sentimiento de incógnita, de falta de concordancia con lo que esperamos, desplaza a una pieza audiovisual al terreno de lo experimental, práctica que actualmente no sólo es un medio de investigación de realizadores, sino que convoca curadurías en museos y festivales que resignifican su importancia como obras.

En definitiva, estas formas de relacionarse con el lenguaje renuevan la expresión al gestar una forma de discutir y reflexionar sobre lo que sucede en el mundo, basada en un tipo de vínculo amplio con lo que puede surgir entre alguien con una cámara y un pequeño gesto de la realidad.

Desde el inicio de este mes Frontera Sur presenta su cuarta edición, producida por 3 Tigres Films y Forma Colectiva, y financiada por el Fondo de Fomento Audiovisual del Ministerio de las Artes, las Culturas y el Patrimonio de Chile. El festival está compuesto por 107 películas de 32 países y, como en sus anteriores ediciones, mantiene su carácter no competitivo.

En sus diferentes secciones, Frontera Sur mantiene una línea diferente sobre las no-ficciones. Su programación está compuesta por tres secciones oficiales de películas que hacen su estreno en Chile: No Reconciliados (internacionales), Tierra en Trance (latinoamericanas) y Como me da la Gana, (chilenas).

Gran parte de su programación está en distintas subsecciones llamadas Focos. El dedicado a directores está compuesto por tres realizadoras e incluye la primera retrospectiva en Chile de Věra Chytilová, referente de la nueva ola del cine checo de la década de 1960, de obra feminista e inspirada en el dadaísmo. También hay focos sobre la directora chilena Claudia Alvarán y la brasileña Paula Gaitán, cuya película Luz nos trópicos (2020) también se encuentra en la Sección Especial junto con Her Socialist Smile (2020), del director John Gianvito, quien también tiene una sección propia.

Her Socialist Smile es una pieza en la que Gianvito, una de las voces más singulares del cine estadounidense, reflexiona sobre la pionera pensadora de izquierda y sufragista Helen Keller. Militante del Partido Socialista, Keller se convirtió en 1905 en la primera persona sorda y ciega en conseguir un título universitario. Algunas de sus reflexiones sobre el capitalismo son rescatadas en esta pieza, de una brutal y profunda simpleza en su homenaje a la pionera.

El país invitado de este año es Cuba, cuya muestra de cine reciente lleva por título “Imágenes a contrapelo” y fue curada por la historiadora del arte Isdanny Morales.

Además, hay una sección dedicada al cine de ficción que es atravesado de alguna manera por elementos reales, llamada Ficciones Fronterizas. Se destaca Victoria (2020), del director colombiano de origen iraní Homer Etminani, una película sobre la realidad de excombatientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia desde el punto de vista de Mayusa, una mujer embarazada y madre de una niña de cuatro años.

También está disponible, en la sección Iluminaciones, la película Days (2020), del consagrado Tsai Ming-Liang, a quien siempre vale la pena recomendar. Por último, esta edición inaugura una sección llamada Impresiones, dedicada puramente a piezas guiadas por el mero acto experimental, reivindicando el gesto cinematográfico. Entre estas se destaca Líneas para colorear el interior (2019), del canadiense Matthew Wolkow, una verdadera oda a una higuera.

Festival Frontera Sur. Gratuito con registro previo. https://online.fronterasurfestival.com/